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La televisión serbia denunció que los ataques aliados asesinaron ayer a cien refugiados luego de que sus misiles cayeran sobre la aldea de Korisa, cerca de Prizren, en la provincia de Kosovo. Las imágenes mostraron decenas de cuerpos quemados y dos cráteres en la tierra similares a los producidos por un ataque aéreo. La agencia oficial de noticias Tanjug informó que al menos cien personas fueron asesinadas y más de cincuenta resultaron heridas por las bombas de la OTAN, y que integraban una columna de 500 refugiados, ubicada cerca de la ruta que lleva desde Pristina, la capital de Kosovo, a la frontera con Albania. El Pentágono señaló la posibilidad de que la matanza haya sido consecuencia de un intenso fuego de granadas serbias. Sabemos que hubo un considerable y significativo fuego serbio en el área en que ocurrió el hecho que mostró la televisión serbia, dijo el vocero del Departamento de Estado norteamericano, James Rubin. La actividad militar aliada tuvo lugar en esta zona (pero) aún no sabemos qué daños podría haber causado la aviación de la OTAN. Estamos revisando la situación, agregó. El nuevo daño colateral del operativo aliado ocurre en un
momento particularmente sensible para la OTAN, una semana después de su último error
la destrucción de la embajada china en Belgrado que aún amenaza con
dificultar los esfuerzos diplomáticos para poner fin a la guerra. El ataque a Korisa
coincidió con una nueva ofensiva de la propaganda serbia, luego de que el ministro de
Salud, Leposa Milicevic, denunciara anteayer que mil ciudadanos serbios fueron
asesinados y otros seis mil fueron heridos por la agresión de la OTAN. La
OTAN debe detenerse ahora que la gente de Occidente conoce el daño que la OTAN está
realizando denunció Milicevic. ¿Cómo alguien puede esperar que los
refugiados regresen alguna vez mientras continúen estos bombardeos?Mientras la OTAN evitó cualquier comentario público del incidente y prometió investigar el ataque, los informes militares sobre las operaciones realizadas ayer dejaron ver que los aviones aliados efectuaron repetidos ataques en esa región. En las últimas 24 horas, las fuerzas occidentales alcanzaron el mayor número de misiones desde que se inició la ofensiva, y volvieron a concentrarse en la provincia de Kosovo. En total desplegaron 679 misiones contra tanques, transportes blindados y unidades de artillería serbia, de las cuales 327 fueron ataques contra objetivos estratégicos. Se trató de la cifra más alta de despegue de aviones, que fue posible gracias a las buenas condiciones meteorológicas. Según las autoridades de Nis, el ejército yugoslavo derribó un avión de la OTAN, mientras los ataques aliados volvieron a dejar sin electricidad a parte de Belgrado, Novi Sad y Nis, y destruyeron un puente en las cercanías de Novi Sad y un pequeño aeropuerto militar próximo a Uzice.
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