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Por Patricia Chaina  "Yerba
mala nunca muere" podrán decir quienes diseñaron la moda light en el
periodismo político televisivo --excluyéndolo de los canales de aire-- al ver cómo el
género resiste en la TV por cable. Allí, en los últimos meses se extendió una variada
oferta de programas: los hay conducidos por periodistas prestigiosos y entrenados en el
tema y por noveles en la materia y no siempre preparados para la tarea. Las tendencias
políticas son de amplio espectro. E incluso hay ciclos sobre acciones grupales como el
programa "Memoria Activa" en el canal Alef. Mientras "Hora Clave" de
Mariano Grondona es el único sobreviviente en un canal de aire, algunos consideran al
cable como un refugio para sobrevivir en la tele, otros como un semillero del que se van a
nutrir los grandes canales cuando el vacío de opinión haya alejado de la pantalla a los
consumidores de una TV reflexiva y consecuente con la realidad. Una tercera posición
reconoce al cable como medio en sí mismo que permite nuevas posibilidades creativas. El
clásico del género es "A dos voces". Hace cuatro años se emite por TN.
Actualmente es conducido por Marcelo Bonelli y Gustavo Silvestre. Además de debates entre
las dos o más voces involucradas en los conflictos que plantea, realiza investigaciones.
La primera, sobre hijos de desaparecidos, les reportó el año pasado un Premio Ondas de
España al mejor programa periodístico de Latinoamérica. Este año, la primera
producción se encargó de investigar la "herencia de Yabrán". Ese currículum
le permite a Bonelli decir: "Tengo un espacio, lo exploto al máximo como si fuera el
mejor y me ha dado buenos resultados. Porque se asocia el programa de cable a la mesa con
dos invitados. Pero también hay buenas producciones y periodismo serio. Otro problema es
que muchos quieren ser Larry King o el Perro Verde. La mayoría de las veces no lo logran
y terminan siendo periodistas enamorados de sí mismos. Mi propuesta es que lo importante
son las noticias, sus protagonistas y la sociedad. El periodista no es más que un
comunicador".
Entre las novedades se destaca el ciclo de Leuco: "Le doy mi palabra", que este año va por segunda temporada en Magazine. Combina actualidad y opinión política económica y social con temas culturales. "Sin miedo", con Fanny Mandelbaum se ve en Plus Satelital, y la periodista participa en Volver con el ciclo "En todas partes se cuecen habas". Majul en su programa "La cornisa" por P&E entrevista a personajes polémicos y da participación a los televidentes, a través de comunicaciones telefónicas, "sin filtro". "Sucede que hoy los proyectos periodísticos duros no tienen cabida en la TV abierta", sostiene Damián Kirchner, de Kirchner-Suárez (Lucía) producciones, consultado por Página/12. "Por el momento es difícil poner en el aire una producción de investigación periodística política y seria --continúa el productor--, y se está generando el nicho para que cuando alguien lo haga, la rompa, porque la gente los va estar esperando." Para Carlos Delía, gerente de noticias de TN, si bien el cable permite crecer a la TV de aire --Gustavo Silvestre, desde "A dos voces" pasó a una columna en "Telenoche"-- él considera que "hay programas que nacen para un público segmentado. Si vemos al aire como crecer partimos de un prejuicio. Crecer es hacer las cosas bien, y cada vez mejor. Si lo ve más gente, mejor, pero no es el objetivo de máxima".
Majul plantea que si bien la televisión abierta puede darse en su caso, en un momento u otro, "yo no me siento un viudo de la TV abierta --dice--, ni me siento perseguido o censurado. Son turnos, olas. Ya va a venir una ola de programas periodísticos más modernos en la TV de aire, y con más adrenalina. Esto tiene que ver con la creatividad. Como en ficción surgió Suar y en entretenimientos Tinelli, deberán surgir programas periodísticos con una producción importante y otros ritmos audiovisuales". Sin embargo, cuenta que su llegada al cable se dio con más preguntas que respuestas: "Porque para muchos el cable es sinónimo de kiosco. Hay gente que lleva a un ejército de desconocidos. No hacen un esfuerzo por mostrarle a la gente cosas que les interese. Pero también el cable permite trabajar con calidad, y la gente lo nota". "El cable, por su formato, --explica Leuco-- siempre fue un lugar para escuchar sin apuro y para poder analizar y debatir. Este año esas características se multiplican porque en TV abierta no hay más espacio que el de (Mariano) Grondona para eso." Justamente en un año electoral, señala Leuco, "es donde se registra el momento de menor libertad de prensa en la tele --continúa-- y el menor monto de información dura en los noticieros, producto de la concentración de medios y la participación de los dueños de medios en negocios extraperiodísticos". Una contradicción que favorece a las producciones independientes del cable, según su opinión. Y agrega: "La política tiene poco atractivo para el gran público, pero sin la urgencia del rating aparecen costados interesantes de la vida cotidiana y la posibilidad de mostrar a los políticos lo más desacartonados posible". Si bien el rating del cable no desvela a periodistas y productores de noticias, tampoco les es ajeno. TN se ubica entre los diez canales más vistos y Delía destaca que "el último año pasamos de la locura de tener cinco canales de cable con noticias en la Argentina, a muy pocos de producción nacional. Muchos no se dieron cuenta que el mejor negocio pero a largo plazo, es informar y ser independiente", asegura. En eso concuerda Mandelbaum. "Además --sugiere Majul--la gente hace mucho zapping y ya no diferencia el cable del aire, se queda donde hay un tema que le interese." Y Bonelli agrega: "Las encuestas manifiestan que los problemas que interesan son político-económicos como desocupación, seguridad o corrupción. Al dejar sin aire a muchos noticieros, por decisión de los dueños de los canales, crecieron los programas de cable sobre actualidad. Hoy ocupa un lugar impensado hace cinco años. Pero hay calidades diferentes: cosas para mi gusto muy primarias y otras muy profesionales. Nosotros estamos en el cable y no creemos que sea primera B, porque por otra parte es un fenómeno mundial: la CNN es cable e informativamente es líder mundial". Para Gustavo Silvestre "el gran logro es que un programa como 'A dos voces' y desde el cable, trascienda, llegue y sea serio. Nos comprometemos con la realidad por más polémica que sea. No es casualidad que en aire sólo quede el ciclo de Mariano Grondona. Responde a una estrategia como el cierre de muchos noticieros". "El problema es que aun en el programa de Mariano (Grondona) --explica Fanny Mandelbaum-- el tratamiento de la actualidad política muchas veces se desvía hacia temas más espectaculares o menos comprometidos." Ella mantiene la tradición que la hizo popular en Telefé Noticias, aportando con sus investigaciones datos para las pesquisas policiales. En el cable recibe denuncias de televidentes y logra que el protagonismo lo mantengan las noticias y la comunicación con la gente.
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