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LOS PALESTINOS EXIGIERON DESBLOQUEAR YA LA PAZ
La incógnita es el gobierno

Mientras los palestinos le reclaman que cumpla los acuerdos, el premier laborista  Barak medita sobre cómo formar gobierno.

Anuncio: La Autoridad Nacional Palestina anunció ayer en Gaza la intención de Yasser Arafat de proclamar el Estado palestino “antes de acabar el año”.

Los pósters de dos que se van, el líder del Likud y el de Shass.
Pero prevén la unión laborista con los partidos de Netanyahu y Deri.

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El País de Madrid
Por Ferrán Sales Desde Jerusalén

t.gif (862 bytes) Los líderes palestinos ya pusieron sus cartas sobre la mesa y exigieron al nuevo primer ministro israelí, Ehud Barak, que desbloquee el proceso de paz sin más dilaciones. Dirigentes de la OLP reclamaron ayer la aplicación inmediata de los acuerdos de Wye y anunciaron su intención de proclamar el Estado palestino, con Jerusalén como capital, antes de que finalice el año. El gesto es una firme respuesta a Barak, quien en la misma noche de su elección condicionó la reanudación del diálogo con los palestinos y aseguró que Jerusalén seguirá siendo capital del Estado hebreo.
“No queremos negociar. Queremos la aplicación de los acuerdos. Tenemos nuestros derechos y estos acuerdos no tienen por qué ser renegociados”, aseguró ayer el presidente del Consejo Legislativo Palestino, Ahmed Korei, refiriéndose a los acuerdos de Wye firmados el pasado mes de octubre en los que se prevé el repliegue del ejército de Israel sobre un 13% de Cisjordania y la liberación de 750 detenidos políticos palestinos.
Casi simultáneamente, el secretario de la presidencia de la Autoridad Nacional Palestina, Tayeb Abdelrahim, anunciaba en Gaza la intención de Yasser Arafat de proclamar el Estado palestino “antes de acabar el año”. Las manifestaciones de los dirigentes de la OLP suponen una respuesta directa a las declaraciones efectuadas hace dos días por el primer ministro electo de Israel, Ehud Barak, quien en la noche electoral, antes de que los resultados fueran definitivos, anunció ya a los palestinos que establecía cuatro condiciones previas antes de reanudar el diálogo con ellos. El nuevo jefe de gobierno reivindicó, entre otros puntos, el derecho de Israel sobre la totalidad de Jerusalén como capital del Estado hebreo.
El presidente Arafat había previsto en principio declarar de manera unilateral el Estado de Palestina con Jerusalén como capital el pasado 4 de mayo, cuando finalizó el período de interinidad de la autonomía para los territorios establecida en los Acuerdos de Oslo. Arafat, sin embargo, se vio obligado a aplazar la proclamación, después de haber sido firmemente presionado en este sentido por la Unión Europea y Estados Unidos, quienes le pidieron que esperara al menos hasta después de la celebración de las elecciones en Israel.
A pesar de su impaciencia, los líderes palestinos deberán esperar algunas semanas antes de que el proceso de paz se ponga otra vez en marcha. El nuevo primer ministro de Israel deberá decidir con antelación con qué fuerzas políticas formará su primer gobierno, una tarea difícil y complicada si se tiene en cuenta la fragmentación del Parlamento de Jerusalén.
Ehud Barak ha anunciado que las negociaciones para la formación de su gabinete se llevarán a cabo a partir de la próxima semana, cuando finalice un largo puente religioso como consecuencia de la celebración de la fiesta del Shavuot, con la que se recuerda la fecha en que Dios entregó la Biblia a Moisés en el monte Sinaí.
Pero los líderes laboristas han empezado ya, sin embargo, a trabajar y sondear el terreno. A pesar del voto plebiscitario por Barak, el Knesset quedó en su sostenida y habitual atomización. Y por supuesto, no sólo entre la izquierda. Se han establecido contactos con responsables del partido ultraortodoxo Shass con respecto a la posibilidad de formar una alianza con ellos. No se descarta, por otra parte, una posible alianza con la derecha Likud.

 


 

EL PRESIDENTE MEXICANO ZEDILLO YA TIENE SUCESOR
Un dedazo moderno para el 2000

t.gif (862 bytes) El ministro del Interior mexicano, Francisco Labastida, se manifestó dispuesto a suceder en la presidencia de México a Ernesto Zedillo, quien ayer cumplía su tercer día de visita oficial a California, el estado norteamericano que fue mexicano, que alberga a siete millones de inmigrantes de origen mexicano y que, de constituirse en independiente, sería la séptima potencia económica mundial.
No todo le salió bien a Zedillo en la primera visita de un presidente mexicano a California. Fue increpado por un grupo de simpatizantes zapatistas y por compatriotas que reclamaban poder votar en el extranjero en el 2000, en elecciones presidenciales en las que Labastida parte como clarísimo favorito. Ernesto Zedillo, que hoy termina su gira en San Diego, en la frontera donde en cuatro años han muerto 395 emigrantes ilegales, visitó Sacramento, Los Angeles y San Francisco para fortalecer los lazos económicos bilaterales, tratar de conseguir atención sanitaria y educativa para los braceros mexicanos con problemas migratorios, abordar el problema del narcotráfico y destacar en sus discursos públicos que el partido oficial de México aborda, contra el criterio de sus críticos, un proceso de democratización sin trampas. “El pueblo mexicano trabaja duro con una misión de promover las oportunidades económicas y la justicia social”, dijo Zedillo en uno de los actos. “Y para los zapatistas”, le increpó una mujer. “Para todos los mexicanos, incluidos los zapatistas”, respondió el presidente.
Manifestantes antigubernamentales, en Sacramento y San Francisco, cargaban cruces con los nombres de los mexicanos muertos al intentar cruzar la frontera hacia Estados Unidos en condiciones penosas; otros apoyaban al opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD) o denunciaban pasividad frente a los abusos laborales de empresas norteamericanas sobre trabajadores menores de edad. El presidente, que se reunió con 25 dirigentes de agrupaciones latinas y políticos para debatir todos estos asuntos, admitió que durante años Washington les reprochó que no abortasen el tráfico de drogas por su territorio. “Nosotros decíamos que era su culpa porque, si no hubiese consumo, nadie utilizaría nuestro territorio para pasar drogas.” El problema sigue ahí, el narcotráfico todavía es intenso por la frontera.
“Zedillo queremos votar en el 2000”, decía una pancarta de los inmigrantes. Por el momento no podrán hacerlo, y no parece que el debate político concluya a tiempo como para facilitar esa participación en las elecciones del fin de milenio, a las que la oposición pretende llegar agrupada para cerrar el paso a Labastida, a quien dan como seguro candidato oficialista, desafiado de momento por Roberto Madrazo, gobernador de Tabasco, bien colocado en las encuestas, a quien supuestamente apoyan el ex presidente Carlos Salinas de Gortari y el poderoso operador político Carlos Hank González. Sin embargo, piensan los analistas, en un momento dado el actual aparato del PRI puede cortarle las alas para que el ministro del Interior dimisionario vuele por libre.
El académico y comentarista político Jorge Castañeda, autor del libro La Herencia. Arqueología de la sucesión presidencial en México, comentaba ayer a El País de Madrid que todo está hecho: Labastida es el hombre de Zedillo, así lo percibirá la disciplinada militancia priista y votará por él en la consulta popular del siete de diciembre. “Nos encontramos frente a un `dedazo’ (por el que el presidente saliente designaba a dedo al candidato presidencial) moderno. Las formas son impecables. Se ha transmitido la apariencia de que la elección es de abajo hacia arriba, pero en realidad el proceso es de arriba hacia abajo”. El Consejo Político del PRI aprobó el lunes que la nominación de su candidato presidencial salga de una votación abierta entre militantes y simpatizantes.

 

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