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Por J.N. "Terragno no tiene idea de lo que dice", se indignó un economista de la Alianza ante la consulta de Página/12. Poniendo como condición el anonimato, explicó que el viernes los monitores conectados a Internet ardían de despachos tremendistas enviados por las agencias de noticias económicas, como Reuters y Bloomberg, atribuyendo por ejemplo la caída de la Bolsa paulista a versiones sobre la devaluación del peso, disparadas hacia todas partes tras la afirmación de Soros. "Informativamente, toda la psicosis se originó afuera", insistió la fuente. Como acostumbra hacer, Terragno distribuyó un comunicado con declaraciones que efectuó a Radio América. En el texto no figura ninguna mención a la "revaluación" del peso, que en cambio aparece sí en un despacho de la agencia DyN sobre el mismo asunto. De acuerdo con Diarios y Noticias, el creador y jefe de la fundación Siglo XXI mencionó que "el peso se ha revaluado frente al real, la libra, la peseta, el euro y frente a un conjunto de monedas". Habría que añadir a esta lista las asiáticas, devaluadas en cadena desde 1997. Citándose a sí mismo, Terragno informa haber subrayado que "Soros no dijo nada nuevo. Repitió, exactamente, lo que cualquiera puede leer en un libro del propio Soros, publicado hace un año y medio, que se llama La crisis del capitalismo global. Allí, él anticipó la devaluación brasileña y dijo que, luego de devaluado el real, el peso argentino quedaría permanentemente sobrevaluado. Fue en ese libro en el cual Soros desarrolló su teoría, según la cual la convertibilidad cierra toda vía de escape a la sobrevaluación de la moneda y obliga a la recesión como única salida." ¿Está Terragno de acuerdo con esta "teoría"? No dice que lo esté ni lo contrario. Pero es significativa su decisión de traer a primer plano esa lapidaria afirmación de Soros en medio de una crisis de desconfianza, que podría degenerar en una corrida contra el peso. En realidad, los reparos respecto de la convertibilidad y de la paridad 1 a 1 con el dólar son generalizados, también entre los economistas de la Alianza. Como mínimo, piensan que con las restricciones de este plan (imposibilidad de esgrimir una política monetaria propia) y este tipo de cambio, a la Argentina le será muy difícil lograr tasas satisfactorias de crecimiento. Pero como casi nadie ve la posibilidad de salir ordenadamente del esquema, prefieren esconder sus dudas y proponer políticas que no violen sus límites. En esta aparición, Terragno cargó todas las culpas de la crisis en el Gobierno, señalando que el Presupuesto para 1999 "era una bomba de tiempo" porque se diseñó sobre bases ficticias. "El Gobierno sabía que la economía nacional no iba a crecer 4,8 por ciento este año y que, por lo tanto, el Estado no iba a tener los ingresos que figuraban en el Presupuesto... Cuando no se pudo mantener más esa ficción, el Gobierno adoptó la peor solución posible: cortar 1500 millones por decreto y de una manera tan torpe que provocó una reacción social que lo obligó a dar marcha atrás en varios aspectos y dar la imagen de un poder absolutamente debilitado." Aunque en la Alianza nadie piense ni hable bien del Gobierno, rechazan montarse en la ola especulativa contra el peso que lanzó Soros. "Es un megaespeculador, capaz de mover los mercados y digitar el comportamiento de manada de los inversores, como hizo en 1992 cuando atacó la libra o más recientemente contra Malasia y Rusia", dicen del húngaro-estadounidense. "Ahora vendió bonos argentinos, tomando ganancias, y simplemente busca recomprarlos más barato", denuncian. "¿Qué pretende Terragno --se preguntó la fuente--: enseñarnos que no es de gente moderna echarle la culpa al mensajero, o quiere decirnos que él leyó el libro de Soros y nosotros no?" Otro blanco del ataque del ex ministro de Obras Públicas de Raúl Alfonsín fue Pedro Pou. Terragno se autocita diciendo que "en enero, el presidente del Banco Central anunció la posibilidad de adoptar el dólar norteamericano como la única moneda de curso legal en la República Argentina. Pou dijo, al anunciar la posible dolarización, que la convertibilidad no había logrado pleno éxito y el peso no había recobrado la confianza necesaria... Hace unos días, Pou insistió con la idea, asegurando que la Argentina no tiene moneda. ¿Qué puede pensar un inversor si el presidente del Banco Central de un país le dice que ese país no tiene moneda y que necesita adoptar el dólar, si además ve que Estados Unidos no está de acuerdo?". DOCUMENTO DE LA FUNDACION CAPITAL
El trabajo está dividido en tres partes en donde se analizan los frentes financieros, fiscal y externo de estos países. En el aspecto financiero, el estudio indica que "el proceso de internalización creciente en todos los países, la avanzada depuración del mercado, sobre todo en Chile y Argentina, la convergencia hacia patrones internacionales en materia de liquidez y capitalización, aportan solidez e inmunizan al sistema bancario". Para la Fundación Capital, Chile es, en materia fiscal, el ejemplo a seguir: "Chile continúa siendo el ejemplo de los cuatro considerados (Argentina, Brasil, México y Chile). Es el único país que aún a pesar de los embates de las diferentes crisis, presenta un resultado fiscal positivo (0,5 por ciento del PBI) y la menor relación Deuda Pública-PBI que es del 10 por ciento". Sobre el frente externo, la Fundación consideró que "el mayor nivel de déficit en cuenta corriente lo sigue teniendo Chile, que ascendió a 6,3 por ciento del PBI, durante 1998, pero durante este año se espera que descienda a niveles cercanos al cinco por ciento del producto". En el final del trabajo se presentan las perspectivas de los países latinoamericanos para 1999. En este sentido dice que "la recesión que Brasil tendrá este año afecta sus principales vecinos y socios en el Mercosur, es decir Argentina, Paraguay y Uruguay. No ocurre lo mismo con otros países que sólo han sufrido efectos financieros moderados, como Chile y México". La moneda tiene varias caras
* "Básicamente en este tema hay que tener en cuenta qué es lo
que ha hecho Soros a lo largo de
* "No quisiera opinar si
el peso está sobrevaluado. Lo que sí, Argentina tiene un problema de competitividad que
sería necio desconocer. El país tiene que poner en marcha políticas activas para
mejorar las posibilidades de colocar nuestros productos en el exterior. Ahora, el problema
con las declaraciones de Soros es que se convierten en riesgosas por la altísima
volatibilidad externa del sistema financiero argentino que requiere anualmente de cifras
que superan los 20 mil millones de dólares. Si todos los operadores del sistema piensan
como Soros, entonces estamos en problemas." (Jesús Rodríguez, ex ministro de
Economía de Alfonsín)
* "Es probable que el peso esté sobrevaluado. Todos nuestros
productos han perdido
* "No hay que devaluar. Las experiencias de devaluaciones en el
mundo globalizado de hoy en
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