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WASHINGTON CRITICA EL PLAN RUSO; PARIS Y BONN, NO TANTO
Ni esto de oportunidad para la paz

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Schroeder y Chirac coincidieron en formar una fuerza militar europea.
También pidieron una reunión urgente del G8 para analizar la nueva situación diplomática.

Las perspectivas de un cese del fuego en la ex Yugoslavia parecen tan lejanas como siempre después de que se conociera el preacuerdo entre Rusia y Yugoslavia, que contradice los planes de Estados Unidos. na25fo01.jpg (10057 bytes)

Tropas de la OTAN en Albania socorren a un infartado en un campo de refugiados.
Albania y Macedonia serían los pasos de entrada de las fuerzas terrestres a Kosovo.


t.gif (862 bytes)  El espectro de una división comenzó a gravitar fuertemente ayer sobre los países de la Alianza Atlántica, un día después de que el enviado ruso para los Balcanes Viktor Chernomyrdin desbloqueara “en términos generales” el rechazo del presidente yugoslavo Slobodan Milosevic a un plan del G8 que incluye la presencia de tropas internacionales de pacificación en la provincia secesionista de Kosovo. Mientras Alemania y Francia respondieron con cauteloso optimismo a la novedad, y dinamizaron los esfuerzos para crear una fuerza de seguridad específicamente europea diseñada para tratar los problemas de la región, el subsecretario de Estado norteamericano Strobe Talbott sentenció duramente: “No puedo reconocer que Chernomyrdin lleve nuestro mensaje a Belgrado. El sólo lleva el mensaje del presidente ruso y del gobierno ruso”. Estados Unidos respaldó esta intransigencia en los hechos, enviando 68 aviones de refuerzo a la zona del conflicto y redoblando los bombardeos.
Parte de la dureza norteamericana se origina en un artículo publicado por Chernomyrdin ayer en The Washington Post, en que el mediador y ex primer ministro ruso amenaza con el veto ruso en el Consejo de Seguridad contra una resolución sobre Yugoslavia que no se adecue a los planes de Moscú, y también con suspender el desarme y poner fin a la cooperación tecnológica con Europa Occidental y Estados Unidos. “Esta es una declaración desmesurada y absurdamente dura”, calificó Talbott. Pero el núcleo de las diferencias parece radicar más bien en los contenidos del plan que Chernomyrdin presentó, que entra en los “principios generales” del acuerdo del G8 (los siete países más industrializados más Rusia) pero difiere de la idea norteamericana de ese mismo acuerdo. De acuerdo a la agencia Itar-Tass, el plan sometido el viernes por Chernomyrdin y aceptado por Milosevic propone que una parte de las tropas pertenecientes a los países de la OTAN que participaron en los bombardeos contra Yugoslavia sean desplegadas en Albania y Macedonia con la misión de aislar la zona del conflicto e impedir la penetración del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK). Por otro lado, las fuerzas de mantenimiento de la paz de los países de la OTAN que no participaron en los ataques contra Yugoslavia serían desplegadas en la frontera de Kosovo. Por último, un contingente militar de los países neutrales, como Rusia y los otros países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI, 12 ex repúblicas soviéticas menos los tres Estados bálticos) y posiblemente Finlandia, además de un importante contingente yugoslavo, estaría estacionado al interior de Kosovo para favorecer el regreso de los refugiados y garantizar la seguridad. Todo esto va totalmente en contra de la idea norteamericana del plan G8, que insiste en un “núcleo duro” de la fuerza de pacificación a cargo de países de la OTAN –especialmente Estados Unidos y Gran Bretaña, los países más agresivos en la campaña– y una presencia yugoslava puramente simbólica.
Mientras tanto, Francia y Alemania, más preocupadas por una campaña que parece cada vez más fuera de control, sonaron más conciliatorias al finalizar ayer la 73ª cumbre bilateral, terminada ayer en Toulouse. Aunque no pudieron superar sus diferencias –principalmente respecto del empleo–, el presidente francés Jacques Chirac, su primer ministro Lionel Jospin y el canciller alemán Gerhard Schroeder pidieron “en el plazo más breve” una reunión del G8, a nivel de sus directores políticos, para evaluar el nuevo giro de las negociaciones, y señalaron su voluntad de organizar un “Cuerpo de Reacción Rápida Europeo, adaptado al “nuevo medio ambiente estratégico” que daría a la Unión Europea “los medios autónomos necesarios para decidir y actuar ante las crisis”. El Cuerpo Europeo, creado en 1993 alrededor de la Brigada franco-alemana y que agrupa a cinco países (Francia, Alemania, Bélgica, España y Luxemburgo) debería constituir la base de esta nueva entidad. Pero hasta el momento los países involucrados no han dado los pasos necesarios en términos de compromiso militar y financiero para solventar esta idea, lo que sigue determinando el rol predominante de Estados Unidos en la Alianza Atlántica.

 


 

TESTIMONIO DESDE UN CAMPO DE REFUGIADOS
Cómo se fabrica una bestia humana

The Guardian de Gran Bretaña
Por John Hooper Desde Camp Hope, Albania

t.gif (862 bytes) ¿Qué es lo que puede convertir a un hombre aparentemente civilizado en un monstruo? La pregunta ha recorrido casi todos los conflictos y persecuciones del siglo XX. Y flota perturbadoramente en el aire de la Tienda 3, Fila B7, en este campo de refugiados construido por Estados Unidos en el sur de Albania. Ocho hombres estaban tirados sobre colchones de espuma de goma, bostezando y estirándose mientras se recuperaban del viaje agotador desde una prisión serbia en Kosovo. Eran algunos de los 1.300 hombres liberados de la prisión en Smrekovnica el fin de semana pasado. Mientras relataban los horrores de su detención y especulaban sobre los motivos de su liberación, también se preguntaban sobre la terrorífica transformación sufrida por el hombre que algunos de ellos una vez conocieron por su sobrenombre, “Zokic”. “Era de lejos el peor y el más cruel de nuestros captores, “ dijo Gani Bonjaku, un campesino de 25 años de Pestovc. “Obligaba a los padres a que azotaran a sus hijos, y viceversa. Si no les pegaban lo suficientemente fuerte, entonces les pegaba él.”
Hasta el 24 de marzo, cuando la OTAN comenzó su campaña de bombardeos y él fue llamado por las autoridades serbias como reservista, lo único extraño de Zoran Vukotic, para llamarlo por su nombre completo, había sido su actitud hacia sus compatriotas de la etnia albanesa. Vukotic, que según los hombres tenía unos 30 años, trabajaba como empleado para un juez en Vucitern. El juzgado trataba casos de la ciudad y los pueblos aledaños. Otro hombre de Pestovc, que no quiso dar su nombre, dijo que el año pasado había tenido un problema legal y lo había ido a ver a Zoran en busca de ayuda. “No se comportaba como un serbio –dijo el hombre– era como si fuera un albanés étnico ayudando a otro.” Que Zoran tenía amigos albaneses –verdaderos amigos– surgía de otra historia que contó el hombre. El décimo día de cárcel, dijo, otro detenido le había contado cómo, después de comenzado el conflicto, Vukotic le había preguntado a uno de sus vecinos albaneses por qué lo rehuía. “El hombre dijo: ‘Porque te has vuelto tan agresivo que tengo miedo.’ Zoran replicó: ‘No te preocupes. No te haré daño. Pero le voy a patear el culo a los otros albaneses étnicos’”.
La oportunidad le llegó cuando miles de ellos, que habían estado ocultándose en las montañas de Shala bajo la protección del Ejército de Liberación de Kosovo, fueron sacados de sus refugios y dejados en manos de los paramilitares serbios por un bombardeo de artillería la noche del 1º al 2 de mayo. Los hombres fueron llevados a la cárcel de Smrekovnica. Los hombres de Camp Hope dijeron que los guardias que ya estaban ahí se habían comportado decentemente, y que la mayoría trabajada en turnos de ocho horas. Pero Zoran –que asombrosamente continuaba usando su nombre de pila, no su sobrenombre– trabajaba 24 horas corridas y luego desaparecía hasta por dos días. Cuando estaba de guardia, los prisioneros vivían con terror a ser golpeados. El maquinista recuerda que a menudo eran puestos en sus manos después que Vukotic había estado bebiendo. “Comía y bebía mucho. En un punto, ponía sus canciones Chetnik (canciones guerrilleras serbias). Ahí es cuando llamaba a los hombres y los golpeaba.” El maestro dijo que dos de sus amigos habían sido azotados en las manos hasta que les quedaron negras. El maquinista dijo que no era infrecuente que los presos recibieran 200 azotes.
¿Qué es lo que convirtió a un funcionario trabajador benigno en la bestia de la cárcel de Smrekovnica? ¿Era la bebida? ¿Era un sadismo innato, pero disfrazado? ¿O pudo haber sido la respuesta violenta de un hombre que se sintió traicionado por la reacción de albanos étnicos que él había tratado de ayudar, a los bombardeos? El hombre en la Tienda 3, Fila B7, tenía pistas pero no respuestas concluyentes. Una era particularmenteescalofriante. “Le encantaba azotar a la gente estando vestido de negro,” recordó el maestro.

Traducción: C. Doyhambéhère

 

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