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LA OTAN SUSPENDIO LOS BOMBARDEOS SOBRE YUGOSLAVIA
Y HOY LAS FUERZAS DE PAZ PENETRARAN EN KOSOVO
Y al fin se dio la triple carambola de la paz

Luego del acuerdo técnico-militar firmado el miércoles entre la OTAN y Yugoslavia en Macedonia, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó ayer el plan de paz del Grupo de los Ocho mientras la Alianza Atlántica anunciaba el fin provisorio del fuego.

Las tropas yugoslavas salieron a festejar el final de los 78 días de bombardeos sobre su país.
Los serbios ya comenzaron a retirarse de Kosovo y hoy llegarán allí las primeras tropas de paz.

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Página/12 en Bélgica
Por Eduardo Febbro Desde Bruselas

t.gif (862 bytes) Los líderes occidentales no escatimaron palabras “conmovidas” para saludar la triple carambola de la paz que se jugó ayer entre Nueva York –sede de las Naciones Unidas–, Bruselas –la sede de la OTAN– y Kumanovo (Macedonia), donde la Alianza y los serbios firmaron anteayer el acuerdo sobre el retiro de las fuerzas yugoslavas de la provincia de Kosovo y el ingreso de una fuerza internacional. Muy de madrugada, el secretario general de la OTAN, el español Javier Solana, había dicho que “éste es un gran día para la Alianza y, mucho más importante, un gran día para la causa de la justicia y para el pueblo de Kosovo”. Por la tarde, al mismo tiempo que el presidente yugoslavo Slobodan Milosevic aparecía en la televisión por primera vez desde el pasado 24 de marzo para decir que “la integridad territorial” de Yugoslavia estaba “garantizada por el Grupo de los Ocho y la ONU”, Javier Solana anunciaba en Bruselas que había dado la orden de que se suspendiera la lluvia de bombas que la OTAN viene lanzando desde hace 78 días sobre Yugoslavia.
En su declaración, Solana precisó que el despliegue de la fuerza internacional de paz, la KFOR, podría empezar a realizarse a partir de este mismo viernes por la tarde. Horas después de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara la resolución sobre Kosovo, el Consejo del Atlántico del Norte ordenaba formalmente el despliegue de la KFOR, cuyas primeras unidades, compuestas por franceses e ingleses, ingresarán hoy en la provincia.
El cruce de decisiones militares y políticas entre la OTAN y la ONU se encadenó uno tras otro luego de que la Alianza Atlántica recibiera en Bruselas la “confirmación” de que los serbios respetaban el acuerdo de la víspera y empezaban a retirarse de la región. La famosa condición de la “retirada verificable” resultó ser una mera formalidad que duró pocas horas y cuyo trasfondo ya estaba jugado desde días antes. Prueba de ello, ayer por la mañana, el presidente francés Jacques Chirac viajó al puerto francés de Toulon, al sur del país, para despedir a los 120 militares del escuadrón especializado en el manejo de los tanques Lecrerc que partieron con la misión de unirse a la fuerza internacional de paz para Kosovo. En total, la contribución francesa a la KFOR se eleva a unos 7000 hombres.
En horas de la noche, en el curso de una intervención televisada, Chirac trató de “tirano” a Milosevic, saludó el fin de la guerra considerando que se trataba de “un día histórico” y, tras juzgar que “la moral y el derecho triunfaron contra la fuerza bestial y la barbarie”, fijó sin ambigüedad el arma política que los occidentales emplearían en el futuro para sacarse de encima al presidente yugoslavo. El mandatario francés aclaró que “mientras Yugoslavia no tenga un régimen democrático, mientras Milosevic siga ahí, no habrá ninguna ayuda internacional”.
En lo concreto, si Slobodan Milosevic no se va, la ex Yugoslavia pagará los platos rotos de la OTAN y los de su hoy “vencido” presidente. Chirac afirmó que el fin del conflicto significaba “una capitulación sin condiciones”. El mandatario reconoció que era muy difícil explicar por qué “el tirano cedió”. Según dijo Chirac, Milosevic “apostó seguramente por un apoyo directo o indirecto de Rusia, que no obtuvo, y también por una división de las democracias con reputación de débiles”. El presidente francés expuso sin embargo dos hipótesis: “El aislamiento de Milosevic en el plano internacional” y, en la política interna, “el sistema considerablemente debilitado por los ataques de la OTAN”.
El jefe de la diplomacia francesa, Hubert Védrine, marcó una pauta similar cuando declaró que “lo mejor que podría ocurrir para el porvenir de Serbia es que los acontecimientos actuales produzcan un choque saludable, que los serbios comprendan que sus legítimos intereses no pueden estar defendidos por métodos como los que empleó el actual régimen”. Este discurso tiende a levantar una frontera entre los métodos europeos y los de Estados Unidos. Con el cinismo que los caracteriza, los dirigentes y analistas europeos vienen repitiendo desde hace semanas que “la conducción norteamericana de la guerra fue corregida por las iniciativas de paz europeas”, como dijo Jean Daniel, director del semanario Le Nouvel Observateur. Todo funciona como si, después de una guerra decidida unilateralmente por Estados Unidos, los líderes del Viejo Continente asumieran el papel de buenos demócratas que, con medios pacíficos, buscan deshacerse del tirano.
Los diplomáticos de las distintas delegaciones que componen la OTAN habían ido desapareciendo de los pasillos de la Alianza con el correr de los días. Desde el lunes pasado, la OTAN se volvió a poblar de gente e “indiscreciones” cuya única meta es reforzar el papel que sus respectivos países jugaron en el desenlace del conflicto. Los británicos se escudan detrás de su posición, “más firme e intransigente que ninguna otra, y que llevó a Gran Bretaña a ganarse el liderazgo militar en Europa”. Los franceses aducen no sin razón que sus “ideas” permitieron salir del camino sin salida en el que había caído la negociación, tanto más cuanto que, agregan, fue París quien insistió para que se integrara a Rusia en el proceso negociador. Los alemanes e italianos sostenían que gracias a su influencia “se evitó que la OTAN lanzara una intervención terrestre y se metiera en una aventura peligrosa”. Cada uno reivindica así su parte de una paz cuya posibilidad nadie vio antes de que se lanzara la guerra.

 

El porqué de Kosovo en 7 claves

Por Alfredo Grieco y Bavio

1-¿Qué es Kosovo?
Kosovo es una provincia de la República de Serbia, que junto con la República de Montenegro forma la República Federativa de Yugoslavia. De los dos millones de habitantes de la provincia, el 90 por ciento eran étnica y lingüísticamente albaneses, y musulmanes de religión. Un ocho por ciento eran serbios, de religión cristiana ortodoxa y lengua serbia.
2-¿Cuál fue el origen del conflicto?
En 1989, el presidente yugoslavo Slobodan Milosevic quitó a Kosovo la autonomía que gozaba en el interior de Serbia. Suprimió las autoridades locales y la enseñanza en albanés. Después de la división de la Yugoslavia socialista de Tito, ubicó en Kosovo a serbios de Eslovenia, Croacia y Bosnia –que ayer iniciaron el éxodo de Kosovo–. El establecimiento del supremacismo étnico serbio fue seguido de la depuración étnica de los albaneses.
3-¿Por qué inició la OTAN la Ofensiva Fuerza Aliada hace 80 días?
Desde febrero de 1998 creció la represión serbia en Kosovo. En las reuniones entre serbios y albano-kosovares de Rambouillet y París de febrero y marzo de 1999 –organizadas por el Grupo de Contacto para la ex Yugoslavia–, la delegación serbia no aceptó ningún acuerdo que significara la presencia de tropas internacionales en territorio yugoslavo como garantes del fin de lo que el secretario general de la ONU, Kofi Annan, llamó el “genocidio” de los albaneses étnicos de la provincia de Kosovo.
4-¿Era legal la Ofensiva?
La OTAN bombardeó desde el aire durante 78 días un país soberano, Yugoslavia, sin autorización del Consejo de Seguridad de la ONU. Los juristas de la OTAN se fundaron en el corpus existente de resoluciones del Consejo que amenazan al gobierno de Belgrado (capital de Yugoslavia y de Serbia) con el uso de la fuerza para impedir una “catástrofe humanitaria”.
5-¿Qué resultados tuvo la Ofensiva en Kosovo?
Con la Ofensiva de la OTAN, más de un millón de kosovares fueron obligados a huir y encontraron refugio en los países vecinos: Albania y Macedonia. También en Montenegro y en la franja musulmana de Serbia. En cantidades simbólicas, fueron recibidos por potencias occidentales.
6-¿Por qué se suspendió la Ofensiva?
Representantes de la OTAN y del ejército yugoslavo firmaron el miércoles un acuerdo técnico-militar que prevé la retirada de los efectivos serbios (incluidos los temibles parapoliciales) de la provincia y el ingreso de una fuerza internacional con predominio de la OTAN y cadena de mandos unificada. El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó ese plan.
7-¿Cuál es el futuro inmediato de Kosovo y de Yugoslavia?
La provincia de Kosovo será ocupada, pero nominalmente seguirá bajo soberanía yugoslava. Se establecerá una autoridad civil protegida por la ONU, y se procurará forzar el regreso de los refugiados. El primer problema interno que Milosevic debe enfrentar en los próximos días es la desintegración de un gobierno formado por los socialistas, la Izquierda Unida y los ultranacionalistas radicales. El líder de los últimos, Vojislav Seseli, anunció ayer su retiro de la coalición porque considera el arreglo con la OTAN una capitulación imperdonable.


 

BALANCE DEL PRESIDENTE TRAS LA VOTACION EN LA ONU
Clinton perdió sólo dos vidas

Página/12 en EE.UU.
Por Mónica Flores Correa Desde Nueva York

t.gif (862 bytes) El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó ayer una resolución autorizando el despliegue de fuerzas militares y civiles internaciona- les en la provincia de Kosovo, con una participación sustancial de la OTAN bajo un mando único atlantista. La votación fue 14 a 0, con la sola abstención de China.
La decisión del Consejo era la clave que faltaba para bendecir la forma adoptada por Washington para ponerle un punto final a los bombardeos.
Después de once semanas de bombardeo continuo, la OTAN suspendió su campaña aérea al tiempo que comenzaba el retiro de las tropas serbias de la provincia yugoslava, según lo convenido en el acuerdo de paz que intenta poner fin al conflicto en los Balcanes.
Bill Clinton enfatizó la necesidad de “terminar el trabajo y construir la paz”. Dijo que la OTAN ha demostrado que está “más fuerte y unida que nunca” después de 78 días de bombardeo.
El presidente también felicitó a los fuerzas norteamericanas, que perdieron dos efectivos en un ejercicio de entrenamiento, “por haberse desempeñado magníficamente, arriesgando sus vidas”.
Las tropas británicas, seguidas por las francesas, liderarán mañana la entrada de las fuerzas atlantistas y de los ‘peacekeepers’ en Kosovo para asegurar el retorno de cientos de miles de refugiados albano-kosovares. La fuerza de intervención estará integrada por 45.000 efectivos y otros 10.000 de refuerzo quedarán asentados en Macedonia y Albania.
La resolución del Consejo de Seguridad establece que las Naciones Unidas deberán crear una administración civil que siente las bases de un futuro gobierno autónomo para la provincia y también puntualiza que la fuerza de paz internacional deberá comenzar la tarea de reconstrucción de la devastada provincia. También autoriza a la OTAN a que use “todos los medios necesarios” para proteger el regreso de los 850.000 refugiados, expulsados de su territorio desde marzo por el gobierno de Slobodan Milosevic.
De acuerdo con las ordenes de la OTAN, las tropas yugoslavas tienen once días para abandonar completamente Kosovo.
El acuerdo de paz indica que un número limitado de efectivos militares serbios podrá retornar posteriormente a Kosovo para patrullar las fronteras y vigilar los sitios históricos.
El Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) dijo en un comunicado que “cooperará” con las fuerzas de OTAN y ONU pero advirtió que no depondrá las armas, argumentando que las necesita para “autodefensa y para proteger” a la población civil de Kosovo.
El general Michael Jackson, comandante británico de la OTAN, dijo que no se tolerarán actos de violencia de ninguna facción. “Nos ocuparemos directa y firmemente de aquellos que hagan actos de violencia o que no cumplan con lo establecido, cualquiera sea el lado del que vengan”, afirmó.
Jackson señaló que “la vuelta a algo que se parezca a la normalidad tomará tiempo”.
La tarea de acompañar a los kosovares a su territorio se verá complicada con la presencia de una serie de riesgos, entre ellos campos minados, puentes con explosivos y pueblos destruidos por el fuego.
La crisis de Kosovo, que tenía una población de 2.1 millones de personas antes de la guerra, comenzó en febrero de 1988, cuando Milosevic reprimió a los rebeldes del ELK y trascendió que una serie de atrocidades habían sido cometidas por las fuerzas serbias.
El bombardeo de la OTAN comenzó el 24 de marzo pasado al negarse Milosevic a firmar un acuerdo de paz que se había negociado en Francia.
Los norteamericanos dedicaban anoche tanto esfuerzo en comentar los mensajes de Clinton y Jackson como el discurso televisado de Milosevic, quien dijo que las fuerzas yugoslavas habían “vencido” a la OTAN y que su gobierno había logrado mantener la integridad de la nación. (ver másinformación en la página 4).
Lo que más los impresionaba era la diferencia en la cifra de bajas fatales. Milosevic habló de 576 muertos. La OTAN estimó el número de muertos en más de cinco mil.

OPINION

 

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