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Desde el Walhalla nazi a la cárcel

La Justicia allanó ayer una productora que vendía y distribuía videos nazis. Una mujer está presa y su marido prófugo.

Algunos de los varios títulos antisemitas que promociona Walhalla S.R.L. por la red Internet.
Sus dueños son Erika Drago, que quedó detenida tras el allanamiento, y su marido Héctor Buela, prófugo.

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Por Raúl Kollmann

t.gif (862 bytes) La película es en blanco y negro con relato en alemán, subtitulado en castellano. En uno de los tramos aparece una persona de frente y de perfil: "Uno no debe dejarse engañar por los judíos, que a veces tienen apariencias extrañas. Hay que saber detectarlos para erradicar el mal", dice la voz en off. Todo el documental, llamado El judío eterno, está destinado a explicar cómo se percibe, incluso tomando medidas pseudocientíficas, la presencia de un judío, caracterizado a lo largo de la película como "fuerzas malignas, sucios, egoístas, usureros, traicioneros, una raza sin campesinos y sin trabajadores, una raza de parásitos". Otro de los videos, El judío Süss, cuenta la historia del administrador de un príncipe, que se va apropiando de todo el dinero del pueblo e incluso de los fondos del propio príncipe. El administrador obviamente es judío. Estas y otras obras maestras del terror eran fabricadas por la próspera editora de videos Walhalla S.R.L. de la provincia de San Luis y distribuidas en todos los países de habla hispana. A raíz de una denuncia formulada por el Centro Simon Wiesenthal de la Argentina, Walhalla fue allanada ayer, imputándoseles a sus dueños el delito de violación de la Ley Antidiscriminatoria. Uno de sus dueños, Erika Dago, quedó detenida y su marido Héctor Buela era buscado anoche por la policía.

El catálogo de Walhalla circula por Internet, básicamente a través de las páginas de los grupos neonazis españoles. Entre los 50 títulos selectos se puede elegir, por ejemplo, Waffen SS, las tropas de asalto de Hitler; La marcha hacia el führer, Filmaciones privadas de Eva Braun o ¿Quién era Goebbels?, el ministro de Propaganda de Hitler. Mandando un giro a una casilla de correos de San Luis se consigue cualquiera de estos videos a vuelta de correo. Sin embargo, los tres más discriminatorios no figuran en el catálogo. En Walhalla los llaman sin portada, porque se les quería dar un carácter más clandestino. Son los siguientes títulos:

* El judío eterno: un pseudodocumental nítidamente racista. Por ejemplo, se compara las migraciones de los judíos "con el movimiento de las ratas, un animal astuto, cobarde, cruel, que aparece en grandes cantidades y es destructivo, igual que los judíos con la humanidad".

* El judío Süss: la historia de ficción del príncipe y el administrador, en el que constantemente se habla del "judío que esquilma al pueblo" o "ese judío asqueroso".

* La mentira del Holocausto: película basada en una especie de conferencia en la que se afirma que "en la Segunda Guerra sólo murieron unos miles de judíos y sin que Hitler lo supiera".

Anoche, el noticiero "Telenoche" mostró una cámara oculta en la que el propio Buela afirma: "Estos videos están re-prohibidos".

La realidad es que, efectivamente, los representantes del Centro Simon Wiesenthal en la Argentina, Fernando Sokolowicz y Sergio Widder, presentaron una denuncia judicial contra Walhalla por violación de la Ley Antidiscriminatoria, que establece que "serán reprimidos con prisión de un mes a tres años los que realicen propaganda basados en ideas de superioridad de una raza o que tengan como objetivo la justificación de la discriminación racial o religiosa".

Con el patrocinio de los letrados Pablo Jacoby y Pablo Slonimsqui, la denuncia del CSW recayó en el juzgado federal a cargo del doctor Rodolfo Canicoba Corral, quien le pidió a su par de San Luis, Juan Maqueda, que allane la editora Walhalla. Allí se encontraron los masters de los videos racistas, una máquina copiadora y unos 300 videos de ese tenor. Todo el procedimiento fue llevado a cabo por la Unidad Antidiscriminatoria de la Policía Federal, que encabeza el comisario Santizo y que detuvo en el lugar a Erika Dago. El titular de Walhalla, Héctor Buela, no se hizo presente y la delegación puntana de la Federal trataba anoche de ubicarlo.

Lo cierto es que anoche el matrimonio no pudo regresar a dormir a su morada entre las montañas, un refugio llamado Nido de Aguilas, nombre que obviamente responde a la veneración que los nazis han tenido siempre por esa ave y que es el mismo nombre que tenía la casa de descanso de Hitler en la montaña. En el refugio, apartados del mundo, los Buela incluso tratan de convencer a algunos turistas: "No queremos matar ni a los judíos ni a los negros. Los negros que se queden en Africa y los judíos que acá no vengan", concluyen. Seguramente hoy Erika tendrá que declarar ante el magistrado y habrá que ver si Héctor continúa prófugo.

 


 

UN JOVEN FUE ATACADO POR SKINHEADS EN EL SUBTE
“Vos sos comunista como Cortázar”

t.gif (862 bytes) Como todos los días, Rodrigo Avelleira viajaba en subte hasta su trabajo, leía el diario y escuchaba música. Pero la presencia de El libro de Manuel, de Julio Cortázar, entre sus piernas, desató la furia de un grupo de skinheads, que también iba en el vagón. “Vos sos comunista como el puto que escribió eso.” Con esa frase, dice, se presentaron. Y después vinieron golpes, patadas, gritos y todo tipo de insultos, hasta que logró bajarse del subte. El episodio ocurrió el lunes pero se conoció ayer, cuando Rodrigo decidió contar su historia a los medios. No hizo la denuncia porque tiene miedo y desconfía: “La Justicia fue prescindiendo de los ciudadanos y de nuestros problemas y yo de a poco empiezo a prescindir de ella”. La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) y el Instituto Nacional de Lucha Contra la Discriminación (Inadi), repudiaron el hecho y anunciaron que se presentarán en forma conjunta ante la Justicia para denunciar el ataque.
Eran las 9 de la mañana del pasado feriado. La línea D de subte estaba despoblada, había sólo dos personas en el vagón. Rodrigo, de 26 años, iba a trabajar a un shopping de Martínez. “En la estación Palermo entró gente. Me llamó la atención el ver una bota característica de los skinheads parada adelante de mí. Levanté la cabeza del diario y vi que era uno de ellos”, relató Avelleira a Página/12. “El me estaba observando. Después se sentó a mi lado –explicó–. Me sacó el auricular de la oreja y me dijo `vos sos comunista como el puto de Cortázar’. Yo no le contesté, entonces me tiró el libro al piso. Cuando quise agarrarlo, me patearon. Ahí vi que eran unos diez desparramados por todo el vagón.”
Después vinieron los golpes, las patadas y las risas del grupo, que hacía gala de conocer las obras del escritor argentino. “Nicaragua dulcemente violenta, me dijeron, y me tiraron hacia el fondo del vagón. ¿Querés jugar a la rayuela?, me preguntaban. Cuando llegué al libro me pisaron la mano. Y me dieron un golpe tremendo en la espalda.” Una pesada bota skinhead se retorció sobre el libro y una mano le levantó la cabeza para que recibiera de lleno un escupitajo. “Ahora esta bota militar está sobre tu puto comunismo. Ese puto murió de cáncer, y nosotros somos tu cáncer. Vamos a liberar a Videla y Massera.” Las frases retumbaron en la cabeza amasijada de Rodrigo, que logró bajarse en la estación Carranza. “Ahí vomité de asco y de miedo”, dijo. Y tomó el próximo tren.
El caso se conoció ayer, porque Rodrigo no quiso presentar la denuncia. “No confío en la Justicia ni en la policía”, dijo. Y se refirió a lo ocurrido hace cuatro años, cuando un grupo de skinheads atacó a Claudio Alejandro Salgueiro. Después del juicio oral, en el que los atacantes fueron condenados a tres años de prisión, un fallo de la Cámara de Casación los dejó libres.
En ese sentido, Rogelio Cichowolski, titular de la DAIA, dijo que después de ese fallo “no es casual que estos grupos vuelvan a sus irracionales metodologías”. Por eso, expresó su confianza en que los jueces que intervengan en esta nueva causa “se expidan condenando este tipo de hechos, que nos retrotraen a un pasado lamentable”. Por su parte, Simón Lázara, vicepresidente de la APDH, dijo que “los skinheads son un peligro para la sociedad por su actitud de defensa de la violencia y porque actúan como fuerza de choque. Este es el momento para que todos nos unamos para detener esta barbarie”.

 

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