Página/12 en Holanda
Por Eduardo Febbro Desde La Haya Dos semanas después de haber
inculpado al presidente yugoslavo Slobodan Milosevic y a cuatro de sus colaboradores por
crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, el Tribunal Penal
Internacional para la ex Yugoslavia, TPIY, aborda ahora la fase más crítica de su
misión: encontrar las pruebas de los incontables crímenes cometidos por los serbios en
la provincia de Kosovo y preparar los legajos de nuevas inculpaciones. A todos aquellos
que, como el intelectual francés Régis Debray, dudaron de la veracidad de los
testimonios y pruebas recogidos por las ONG, los soldados de la fuerza internacional de
paz que está ocupando la provincia (KFOR) y el TPIY responden hoy de manera categórica:
los primeros encontraron decenas de fosas comunes en la región de Rebar, centro de
Kosovo, de Dákovica y Prizren, al sur de la provincia: cuerpos torturados, familias
enteras quemadas vivas, fosas con cientos de cadáveres. Los segundos, es decir los
miembros del TPIY que llegaron a la zona casi junto a la KFOR, confirman la macabra
contabilidad de la limpieza étnica: Hemos encontrado pruebas terroríficas de las
atrocidades perpetradas por las fuerzas especiales serbias, dijo David Gowan, jefe
del equipo británico encargado de los crímenes de guerra.
Christian Chartier, portavoz del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia,
afirma que actualmente hay un puñado de miembros de la Fiscalía del TPIY que
viajaron a Kosovo a fin de poner a punto la logística de la investigación. Su
misión consiste en corroborar la masa de testimonios de los refugiados kosovares sobre
las ejecuciones sumarias de que fueron víctimas los albanokosovares. Para ello, el fiscal
estableció una lista de lugares prioritarios que se basa esencialmente en el
acta de acusación por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad con que se
inculpó a Milosevic y a los otros cuatro colaboradores del régimen. Racak, Bela Crkva,
Velika Krusa, Krushe Mahde son algunos de los pueblos que figuran en el documento.
Chartier explica que el TPIY trabaja en tres tiempos: primero, mientras la seguridad
no esté garantizada, la KFOR avanza, desactiva las minas en el terreno, nos señala los
lugares donde los crímenes fueron cometidos y nosotros vamos luego a recoger los
elementos. Esta etapa podría concluir la próxima semana. Luego pensamos profundizar la
búsqueda de pruebas. Por último, vamos a agrupar los testimonios. En total, algo
más de 100 miembros del TPIY, oriundos de varios países de Europa, van a desplegarse en
la región con la misión de juntar el máximo de pruebas materiales posibles. El tiempo
de que disponen es limitado. La urgencia está impuesta por la necesidad de
preservar de toda intervención humana la integridad de los lugares
encontrados. Es una de las condiciones para que los investigadores del
tribunal puedan determinar cómo murieron las víctimas, en qué posición, con qué
armas. El fiscal adjunto Grahan Blewit asegura que nuestros investigadores deben
llegar lo más pronto posible para proteger tanto las pruebas como a los testigos de los
crímenes. El retorno de los refugiados, el invierno, las intemperies, así como
cualquier otra mano humana, pueden modificar notablemente las realidad de los
actos cometidos.
abiertamente con el TPIY.
Las razones son muchas para explicar por qué los países occidentales cooperan como nunca
con el Tribunal. Es una cuestión de realismo y necesidad política, admite en
el anonimato un miembro del TPIY: Se trata de restarle legitimidad y poder al
presidente Slobodan Milosevic por todos los medios. París, Londres, Washington y
Bonn no escatimaron esfuerzos durante las últimas semanas en proporcionarle al TPIY fotos
de reconocimiento aéreo, tomas satelitales y bandas de audio que permitieronsituar
con exactitud la cadena de mando de las fuerzas serbias que operaban en Kosovo. Esa
contribución facilitó la identificación de los responsables de las matanzas. De allí
que el acta de acusación contra Milosevic contenga tantos detalles precisos sobre los
lugares y las personas implicadas en las torturas y crímenes. Varios miembros del
Tribunal evocan la posibilidad de extender la acusación contra Milosevic,
convirtiéndola en genocidio si se consigue probar fehacientemente que hubo
una intención deliberada de destruir a los albaneses de Kosovo. De hecho,
como lo confirma el fiscal adjunto Grahan Blewit, recién estamos al principio de la
investigación. Uno de los motivos por los cuales la fiscal del TPIY, Louise Arbour,
decidió hacer pública la inculpación de Slobodan Milosevic consistió en bloquear todo
intento de negociar con el mandatario cualquier garantía de impunidad. La Justicia
internacional cuenta con muchas cartas bajo la mesa, sobre todo porque, tal
como lo autorizan sus estatutos, el TPIY puede inculpar a los sospechosos sin hacer
público el acto. A este respecto, según un informe elaborado por la FIDH
Federación Internacional de los Derechos Humanos . a partir del trabajo efectuado
con los desplazados de Kosovo, las responsabilidades de los dirigentes serbios tocan
campos no mencionados hasta ahora. El informe, además de nombrar a personajes como
Zelijko Raznatovic, alias Arkan, incluye en la lista de criminales al líder
ultranacionalista serbio Vojislav Seselj. El mismo que acaba de retirar sus ministros del
gobierno de Milosevic dejando al partido del presidente y el de su mujer, Mira Markovic,
solos en el poder y minoritarios en el Parlamento.
| Dos serbios detenidos Dos serbios acusados de ser criminales de guerra fueron detenidos ayer por
soldados norteamericanos en un control de carretera en los alrededores de Urosovac. Los
dos fueron detenidos en un automóvil en que desplazaban en horas del mediodía local, y
un oficial que rehusó ser identificado dijo que los dos llevaban armas. El auto fue
revisado, se están verificando las identidades de los dos detenidos y el ejército
norteamericano ya dispone de información al respecto. Si se confirma que esas dos
personas son criminales de guerra buscados, se trataría de la primera detención de este
tipo desde el despliegue el sábado pasado de la Fuerza de Paz multinacional (KFOR) en
Kosovo. |
|