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El gobierno porteño habilitará cuatro combis que atenderán denuncias de abusos y estafas por parte de los clientes. También se publicará la lista de las empresas infractoras. |
Por Alejandra Dandan
Una vieja financiera reciclada de Esmeralda y Corrientes será el lugar donde en dos meses funcionará el centro. Estará a dos cuadras de una oficina similar que depende de la Provincia de Buenos Aires --ubicada en Florida y Corrientes--. porque "existen problemas comunes entre el área bonaerense y la Ciudad", explicó el secretario de Industria, Rafael Kohanoff, a Página/12. Allí serán centralizadas la Dirección de Defensa del Consumidor y la de de Educación de los Consumidores. Además se estudia con la Subsecretaría de Descentralización porteña la posibilidad de que los 17 centros de gestión atiendan trámites menores. Oscar Bruni, subsecretario de Defensa del Consumidor y Calidad Alimentaria indica que "atenderán las mediaciones vecinales que muchas veces llegan al Centro y también problemas de los barrios: una señora a la que un comerciante de la zona le vendió un producto fallado o en mal estado". Cada barrio, así, tendrá una oficina de Defensa del Consumidor. Esto permitirá reforzar lo que Bruni llama política de prevención. "La primera medida --dice para explicarlo-- serán los móviles del consumidor. Así como las empresas ponen sus coquetas camionetas como propaganda, nosotros nos vamos a instalar en las puertas de las empresas para que el consumidor pueda descargar su bronca y la denuncie." Las defensorías del consumidor comenzaron a funcionar en 1997. En el '98 ingresaron 4254 denuncias, de las que sólo 1458 consiguieron acuerdo entre denunciante y denunciado. Las empresas sancionadas en ese ciclo fueron 28. El Centro acelerará el trámite de los expedientes aún sin respuestas, más las 1595 denuncias ingresadas hasta el 27 de mayo de este año. De acuerdo con los datos reunidos hasta el momento, el sector generador de más reclamos son los bancos y tarjetas de crédito, con el 14,60 por ciento. Siguen los sistemas de plan de ahorro para compra de automotores, con el 14,50 por ciento; después los tiempos compartidos, con el 9,7, y en el cuarto lugar telefonía celular, con el 6,8 por ciento. Los problemas repetidos entre los bancos son de intereses, desaparición de tarjetas en bocas de cajeros que la empresa no reconoce y denuncias por robo no reconocidas por las entidades. En cuanto a los planes de ahorro, las denuncias son porque no entregan el producto, el color o la marca de acuerdo con lo pautado. "En este rubro estamos estudiando el modo de operar de estas concesionarias --adelanta Bruni--, porque se repiten los nombres y queremos elevar a la Procuración General una denuncia penal." Este segmento es distinto, sin embargo, al de los tiempos compartidos. Existe ahí "una coacción moral sobre la ingenuidad de la gente. Tratarla de convencer diciendo que ganó este premio o aquél, es fascista", dice el funcionario. El gobierno estudia además la publicación de una revista mensual de difusión de empresas denunciadas. "En países de Europa --dice Bruni--, circula desde hace años una revista de ese tipo, y nosotros estamos pensando en hacer una semejante." El nuevo programa está pensado para los 5.500.000 consumidores que potencialmente tiene la ciudad, entre sus habitantes y quienes transitan o trabajan en ella. Para reforzar el sistema, junto con el centro funcionará un Consejo Consultivo ad honorem, integrado por ONGs que representan a los consumidores y la Defensoría del Pueblo.
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En
dos meses, cuatro combis asumirán el rol de consultorios móviles para consumidores.
Todos los analizados tendrán idéntico síntoma: serán porteños hartos de abusos o
estafas. Los vehículos, que dependerán del gobierno porteño, se estacionarán frente a
las empresas con mayor acumulación de denuncias, entre ellas, bancos, concesionarias de
autos por planes de ahorro, tiempos compartidos y empresas de telefonía celular. Estarán
equipados con computadoras para recibir denuncias en la calle y su presencia significará
un nuevo tipo de escrache. Los móviles forman parte de un programa mayor que incluye la
puesta en marcha, en ese período, del primer Centro de Atención a los Consumidores de la
Ciudad de Buenos Aires y la publicación de un mensuario con la lista de empresas
denunciadas.