Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


Ahora, Menotti y Bilardo se pelean en la política

na28fo01.jpg (11895 bytes)

Cesar Menotti

Ambos campeones mundiales. Enemigos irreconciliables, las diferencias ideológicas ahora se dirimen en su mejor campo. Los dos aspiran a ser secretario de Deporte si Eduardo Duhalde es presidente. na28fo02.jpg (10921 bytes)

Carlos Bilardo

Por Gustavo Veiga

t.gif (862 bytes) La vieja antinomia nunca superada volvió a tomar vuelo en las vidas de César Luis Menotti y Carlos Salvador Bilardo. Esta vez, ambos directores técnicos escogieron un nuevo escenario para dirimir sus fatigosas disputas. Ya no se trata del fútbol y su ambiente, sino de la política y una candidatura. La conducción de la Secretaría de Deportes es el cargo para el cual son mencionados si Eduardo Duhalde gana las elecciones del 24 de octubre. El Flaco, aunque niegue sus aspiraciones, trabaja con un equipo de colaboradores en sus oficinas de la calle Paraguay. Un ex subsecretario de Estado del área deportiva suele viajar desde Santa Fe a las reuniones que organiza Menotti. La tarea política que desarrolla el Narigón es más orgánica y se da en el marco de una comisión que encabeza el mayor (R) Víctor Sergio Groupierre, actual titular del Instituto Bonaerense del Deporte.
Aunque el entrenador de Independiente haya tomado cierta distancia de sus declaraciones públicas a favor de Duhalde –llegó a compararlo con el Che Guevara–, no olvida visitar de vez en cuando la quinta de San Vicente que posee el gobernador bonaerense. Tampoco dejó de frecuentar a quien es su padrino político, el duhaldista de la primera hora Hugo Toledo. La relación de Bilardo con el candidato justicialista a presidente de la Nación es más añeja. El ex técnico fue el primer personaje que brindó su imagen a los Torneos Juveniles Bonaerenses, un gesto que Duhalde no olvida.
Groupierre dialogó con Página/12 desde Azul –allí estaba por razones inherentes a su cargo– y dijo sobre la difundida candidatura de Bilardo: “El trabaja con nosotros sin ser candidato. Integra los equipos técnicos del peronismo. Colabora en un programa del gobierno bonaerense para el área de deportes y no quiere involucrarse en ningún cargo. Le digo lo que hablo en forma permanente con él”. Respecto a la comentada aspiración de Menotti para acceder al mismo puesto, el funcionario agregó: “De ese tema no tengo ningún conocimiento oficial. Menotti no forma parte de los equipos técnicos y, es más, no pertenece al justicialismo. Eso fue lo que dijo en un reportaje que le hizo Jorge Guinzburg para la revista Viva la semana pasada”.
Si se toman en cuenta las palabras de Groupierre, el ex técnico del seleccionado nacional campeón del mundo en México ‘86 tendría más chances que Menotti para ocupar una función importante en un eventual gobierno del PJ después de octubre. Pero en política, hacer lucubraciones de ese tipo puede resultar temerario. Y sobre todo, por lo que acotó el militar retirado en otro tramo de la charla: “Candidatos hay muchos, se anotan de todos lados. Incluso yo no me inhibo de serlo. Pero el gobernador Duhalde, si accede a la Presidencia de la Nación, será el único que tome la decisión en su momento”.
La disputa entre Menotti y Bilardo cobraría otra dimensión si prospera el proyecto duhaldista de modificar la Ley de Ministerios para crear una nueva cartera de Deportes. Por lo pronto, esa idea está incluida en la plataforma justicialista que, además, propone financiar la actividad deportiva con recursos como una lotería. Esta iniciativa nada tendría que ver con un proyecto de ley del motonauta Daniel Scioli para reemplazar al desmantelado Prode, considerado “inviable” por Groupierre. El funcionario calificó a ésta y otras propuestas legislativas similares como “inconsultas”.
Si Bilardo y Menotti no llegaran a ocupar el máximo cargo al que puede aspirarse en la política deportiva nacional, además de Groupierre, en el entorno duhaldista se le atribuyen chances a Guillermo Vilas. El ex tenista mantiene lazos orgánicos con el Instituto Bonaerense del Deporte a través de las clínicas de tenis y la detección de talentos que realiza en la provincia y que le demandan al Estado una importante inversión. De cualquier modo, los dos directores técnicos trabajan en sus respectivos proyectos, mantienen lazos más o menos estrechos con Duhalde y se puede inferir que uno tratará de impedirle al otro ocupar espacios que desearía cubrir. En la vida, el fútbol y la política, Menotti y Bilardo son irreconciliables. Aunque debe puntualizarse que los dos coquetean hace tiempo con Eduardo Duhalde. Y, tratándose de ellos, esa curiosa coincidencia no resulta un dato menor.

 

Frío, frío en la Alianza

Si Eduardo Duhalde tiene a mano varios candidatos a manejar el deporte que complican su elección, Fernando De la Rúa observa el horizonte mucho más diáfano. Acaso porque en el radicalismo y, por extensión en la Alianza, el deporte no atrajo hasta ahora a figuras de la envergadura de Bilardo, Menotti y Vilas. El nombre para la Secretaría de Deportes que se escucha con más fuerza es el de Ricardo Nosiglia, hermano del “Coti”.
Menor que el ex ministro del Interior durante la presidencia de Raúl Alfonsín, ocupa en la actualidad la Subsecretaría de Deportes del gobierno porteño. Además, mantiene la conducción del área deportiva en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Cuentan que Ricardo Nosiglia, un hombre que se ha dedicado también a manejar una imprenta –en su comercio se hicieron los volantes que apoyaban a Osvaldo Otero cuando hizo campaña para presidir a Racing–, es un personaje de curiosos modales.
En una oportunidad recibió en su despacho al titular de la Federación Internacional de Tenis (FIT), calzado en ojotas. Y durante una visita del Círculo de Periodistas Deportivos (CPD) de Buenos Aires, atendió a su conducción con los pies sobre el escritorio y fumando un habano. Alguna vez, el diputado nacional por la UCR, Enrique Benedetti, se quejó de la falta de referentes deportivos en su partido: “Teníamos a Gatti, aunque después se fue al peronismo”, dijo con cierta desazón.

 

PRINCIPAL