Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


El Frepaso quiere evitar la interna de la Capital

Los comicios para elegir candidatos a diputados están convocados para el 22 de agosto. Pero ya existe una decisión de suspenderlos, negociación mediante con el disidente Eduardo Jozami.

na06fo01.jpg (4907 bytes)

Por José Natanson
t.gif (862 bytes)  Los dirigentes del Frepaso de la Capital Federal están decididos a evitar uno de los virus políticos que más aqueja a sus socios radicales: el de la interna crónica. Por eso, luego de la escasa convocatoria de la disputa Aníbal Ibarra-Dante Caputo, los frepasistas porteños iniciaron gestiones para llegar a un acuerdo con Eduardo Jozami, quien decidió pelear por un lugar en la lista de diputados nacionales en las internas del 22 de agosto. Aunque todavía no hubo ningún avance concreto, lo cierto es que la conducción del distrito no pierde la esperanza de evitar los comicios, que generarían desgaste político y que absorberían una cuota importante de recursos.
El legislador porteño Eduardo Jozami comenzó hace ya varios meses a cuestionar públicamente algunas políticas del Frepaso, como la decisión de modificar el Código de Convivencia Urbano, en lo que constituyó un abierto desafío a la conducción de Carlos “Chacho” Alvarez. Estas críticas lo llevaron a lanzar, en abril de este año, una línea interna –la Corriente Participación Popular– y su candidatura para diputado, que se definirá en las internas del 22de agosto.
“Yo no me meto”, suele decir Alvarez. De todos modos, el jefe del Frepaso conoce mejor que nadie el desgaste que generaría una interna minúscula en pleno año electoral. En diálogo con Página/12, uno de sus principales lugartenientes lo graficó: “La verdad es que la gente no está pendiente de la disputa con Jozami. No es un tema que se discuta en la mesa de la familia argentina. Este es el riesgo de las internas: cuando va mucha gente se traducen como una ‘fiesta de la democracia’; cuando no va nadie, parece una pelea absurda por los puestos”.
Con este diagnóstico, los hombres de más confianza de Alvarez –como Alberto Flamarique– intentaron sondear a Jozami. Hasta el momento, las negociaciones resultaron infructuosas. Pero, de todos modos, están dispuestos a garantizarle el lugar que disputa, aunque no saben con exactitud si el legislador porteño se conformará con esta candidatura o si prefiere pelear por más.
Cerca de Jozami explican que la disputa no es sólo por espacios de poder y aseguran que también tiene un costado ideológico. Es que, cuando decidió lanzarse, Jozami acusó a las autoridades partidarias de limitar la participación de las minorías y de vaciar el discurso opositor para “contentar a algunos sectores del establishment”.
–Todavía no hubo ningún ofrecimiento. Nosotros seguimos en la misma –respondió uno de los hombres de Jozami consultado por este diario.
De las doce bancas en juego, la Alianza tiene posibilidades ciertas de que ingresen ocho diputados que, a su vez, deberán repartirse en partes iguales entre radicales y frepasistas. Para obtener el cuarto lugar dentro de los candidatos de su partido (el octavo en la lista) Jozami debería cosechar el 25 por ciento de los votos. En caso de que lo consiga, la lista estaría quedaría conformada de la siguiente manera: el socialista Alfredo Bravo en el primer lugar, Alessandro en el segundo; y en el tercero podría anotarse Nilda Garré, Irma Parentella o Raúl Zaffaroni. Para adjudicarse un lugar, Jozami deberá obtener más del 25 por ciento de los votos en los comicios del 22 de agosto.

 

Confirman desdoblamiento
La próxima semana y a través de un comunicado sería la fecha y la forma en que Fernando de la Rúa confirmaría que no convocará a las elecciones porteñas junto a las presidenciales de octubre. Sin convocatoria anticipada, los comicios en los que se votará al próximo jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires quedarán para mayo o junio del 2000.
Los delarruistas están convencidos de que no pagarán ningún costo político por el desdoblamiento. Como argumento, sostienen que en las conversaciones que la semana pasada inició el secretario de Gobierno, Enrique Mathov, con una docena de los partidos con personería en la ciudad, sólo el justicialismo se mostró a favor del llamado unificado en octubre.
Ayer, De la Rúa incluso se animó a sacar pecho cuando le recordaron que Domingo Cavallo había dicho que no convocaría a elecciones en octubre porque tenía miedo. “Eso de que tengo miedo es una pavada”, respondió el candidato presidencial. Y repitió la excusa “oficial” sobre que necesita que se apruebe la ley electoral en la Capital para firmar el llamado.

 

PRINCIPAL