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Desde adentro sentimos la explosión y la baja tensión. Salimos y nos
encontramos con una viejita que se había quemado, señaló Héctor Núñez, que
trabaja en Carlos Calvo 944. María López de Fuente había ido a pagar unas boletas a la
sucursal del Banco Nación ubicada en la esquina. A media cuadra del banco, saltó
la tapa del medidor y le quemó la pollera y el saco. Tenía el pelo chamuscado, y la cara
y la mano derecha coloradas, agregó Núñez. No es un medidor, es lógico que
pueda llamar a confusión, es una caja de conexión. Los cables de electricidad son
subterráneos, para llegar a la casa, suben a través de la pared y se conectan por esa
caja con la instalación eléctrica del cliente, explicó a Página/12 Martini.
No sé cómo no se quemó viva. Hasta unos papeles que llevaba en la mano se
quemaron, comentó Claudia Yaber, de la agencia de lotería. López de Fuente fue
trasladada al Hospital Español y por la tarde denunció lo ocurrido ante la comisaría
16. La pared que rodea la caja de conexión de Carlos Calvo 954 quedó tiznada de negro. Es la pared de una casa abandonada, que hasta hace poco estaba tomada, dicen los vecinos. De todas formas, la responsabilidad de la mantención de la caja corre por cuenta de Edesur, admitió Martini.
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