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 ”El
Ejército, la Fuerza Aérea y la Policía contrarrestaron el fin de semana la más grande
y demencial ofensiva guerrillera de los últimos 40 años.” Así resumió un alto
jefe militar colombiano el resultado de los combates que se registraron en 10 de los 32
departamentos del país desde el fin de semana. Un comunicado del ejército informó que
en estos dos días murieron 202 guerrilleros y 48 militares y policías. Sin embargo, la
policía reconoció que desaparecieron 37 agentes de policía de la población de Puerto
Rico, en el distrito de Caquetá, presuntamente secuestrados por la guerrilla. Luego del
gran ataque de las FARC cerca de Bogotá ocurrido el jueves, en el que murieron más de
100 personas, el presidente Andrés Pastrana recibe cada vez más críticas por las
concesiones a la guerrilla y demandas por un alto el fuego antes de las negociaciones que
tienen fecha para el 20 de julio.En el terreno político, el ex candidato presidencial liberal Horacio Serpa, que perdió en los comicios del año pasado contra Pastrana, criticó la laxitud del presidente frente a las FARC. Tanto Serpa como el ex presidente liberal Alfonso López Michelsen (1974-1978), quien también dirigió recientemente sus dardos contra el gobierno, eran considerados hasta ahora como dirigentes moderados y hasta impulsores del proceso de paz. Con este endurecimiento de posiciones, la oposición liberal, que cuenta con la mayoría en el Congreso, podría volver a frenar los poderes especiales que reclama Pastrana para negociar con la guerrilla. También la Iglesia Católica está presionando al gobierno. En primer lugar, quiere un cese del fuego como condición de cualquier negociación. Y en segundo lugar, como expresó un grupo de obispos católicos, para que incluya a los narcotraficantes en las iniciativas de paz, “porque constituyen la base económica de los demás grupos armados”, de acuerdo a monseñor Nel Beltrán, obispo de Sincelejo (norte del país). En el marco de esta ebullición política, el ejército salió ayer a manifestar su satisfacción por lo que considera un éxito militar. El llamado Operativo Independencia, dirigido en uno de sus frentes por el comandante del ejército, el general Jorge Mora, neutralizó un vasto plan de las FARC que, “con todos sus recursos disponibles, movieron entre 12.000 y 15.000 hombres tratando de ocupar una serie de localidades y cometiendo ataques terroristas, pero sus planes fueron neutralizados en un 98 por ciento”, según el comandante de las Fuerzas Armadas, general Fernando Tapias. “Pretendían incomunicar por carretera al país, atacar unidades del Ejército y la Policía y mostrarse fuertes de cara a la negociación de paz”, completó. Los combates más violentos tuvieron lugar en los departamentos de Meta, Casanare y Caquetá. Desde fuera de Colombia, Cuba y Estados Unidos, cuyos gobiernos están en vínculo directo con Pastrana, salieron a apuntalar simbólicamente el proceso de paz. El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, afirmó en Caracas que su país propicia y aspira a la paz en Colombia, aunque se negó a comentar la reciente escalada ofensiva de la principal guerrilla que opera en el país. Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, James Foley, llamó a las FARC “a cesar los ataques e iniciar negociaciones de paz sustanciales”.
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