Por Laura Vales
Tiraron
a matar contra los custodios. Con estas palabras, un alto funcionario de la
investigación ratificó a Página/12 que un grupo de desconocidos atentó contra la tumba
de Carlos Menem Junior en el cementerio islámico de La Matanza. Ocurrió el viernes a las
nueve y media de la noche y quienes intervienen en la pesquisa tienen toda la impresión
de que detrás del ataque estuvo la mano de policías bonaerenses. Zulema Yoma se
presentará en los tribunales de La Matanza para solicitar ser admitida en la causa como
querellante. Ayer el ministro del Interior Carlos Corach relativizó el episodio. No
fue un atentado sino algunos disparos contra el paredón del cementerio, sostuvo.
Pero los agredidos no dijeron lo mismo, y la impresión de los peritos es que se trató de
un ataque intencional. Zulema Yoma calificó de vergonzoso que nadie le haya
avisado lo sucedido. Sospecho que la orden de mantenerme al margen salió desde el
Ministerio del Interior, dijo a este diario.La tumba de Menem Junior tiene una
custodia mixta. En principio sólo estaba integrada por efectivos de la bonaerense. Poco
después de la muerte del hijo del presidente un llamado anónimo alertó sobre un
supuesto plan para robar su cuerpo y se reforzó la guardia con hombres de Gendarmería. Y
hace un año y medio, Zulema pidió que se sumara también a la Policía Federal. El
viernes a la noche un efectivo de cada fuerza montaba guardia en el cementerio islámico.
El primer disparo pasó a centímetros de la cabeza de Felipe Gauna, de Gendarmería.
Mientras los tres custodios se tiraban detrás de una camioneta para protegerse, otros
cuatro balazos fueron a dar a metros de la tumba. Los agredidos sólo alcanzaron a ver sus
fogonazos. Les habían disparado desde detrás de un paredón situado a unos 25 metros del
lugar donde está enterrado Menem Junior. El muro no da a la calle, sino que es una pared
interna que separa el cementerio islámico del de Villegas. El ataque ocurrió al fin de
una semana en la que la Justicia había advertido sobre manejos irregulares de policías
de la bonaerense en la investigación de una serie de robos a comerciantes del lugar.
Después, el diario local NCO publicó testimonios de vecinos que aseguraron que la
Comisaría 18ª cobraba cinco pesos para tomarles la denuncia cada vez que eran asaltados.
El viernes a la mañana se abrió de oficio una investigación sobre el punto. A la noche
ocurrió el atentado. La primera reacción de la Departamental de La Matanza fue minimizar
lo ocurrido, al punto que su titular, el comisario inspector Carlos Riesi, ni siquiera
concurrió al lugar a pesar del expreso pedido del fiscal a cargo del caso y el juez de
Garantías Raúl Alí. Fue un tiroteo de gente de la villa cercana,
sostuvieron entonces los bonaerenses, para quienes todo se había limitado a una bala
perdida proveniente de una barriada marginal ubicada a cinco cuadras del cementerio. Los
custodios, en cambio, estaban aterrados: los tres coincidieron en señalar que se habían
salvado de milagro. Veinticuatro horas más tarde alguien robó el automóvil del juez
Alí, un vehículo con chapa oficial de la Justicia. En realidad, a partir de que se
abrió el expediente sobre los supuestos manejos turbios en la Comisaría 18ª estamos
sufriendo una ola de violencia, deslizó a este diario una persona cercana a la
investigación. En los últimos tres días hubo ocho homicidios, una cifra calificada de
totalmente atípica y también aumentaron los robos con armas.La causa por el
atentado a la tumba de Menem Junior quedó a cargo del fiscal en lo criminal de La Matanza
Daniel Sueiro y el secretario Franco Fiumara.
UNA CAUSA A LA ESPERA DEL
VEREDICTO
Qué está probado y qué no
En mayo
del año pasado la Cámara Federal de Rosario ratificó el cierre de la investigación de
la muerte de Carlos Menem Junior, al considerar que se había tratado de un accidente.
Zulema Yoma, que está convencida de que su hijo fue asesinado, apeló la medida. Los
setenta cuerpos del expediente están ahora en la Cámara de Casación, que debe decidir
si decreta la nulidad de lo actuado y reabre la causa. Para la Justicia está probado que
el helicóptero en el que viajaban Menem Junior y Silvio Oltra volaba muy bajo, siguiendo
a un automóvil en el que iba una mujer. Por eso el hijo del Presidente no vio los cables
y el aparato se enredó y cayó a tierra. El juez de San Nicolás Carlos Villafuerte Ruzo
reunió 39 testimonios de personas que vieron a lo largo de la ruta a Rosario al
helicóptero volando a muy poca altura. Zulema Yoma cree que la mayoría de los testigos
fueron presionados. La Gendarmería realizó un peritaje sobre el 15 por ciento del
aparato el resto se perdió y encontró varios orificios de bala. Pero el juez
y la Cámara relativizaron el estudio porque esos fragmentos del helicóptero estuvieron
meses en un galpón sin custodia, por lo que cualquier persona pudo dispararles para
sembrar pruebas falsas. El tema es uno de los puntos claves del expediente, porque los
propios camaristas de Rosario que dispusieron su cierre admitieron que debería analizarse
cuándo se produjeron esos impactos, si antes o después de la caída del helicóptero.
Sin embargo, la Cámara nunca ordenó que se tomara esa medida y archivó la causa.
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