Por Pedro Lipcovich
En su lejana
galaxia, la inteligencia extraterrestre meneará su cabeza inconcebible y borrará para
siempre de su agenda al planeta Tierra. Así será si tiene la mala suerte de que su
mensaje llegue justo el mes que viene al Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR),
integrante de la red internacional de rastreo de esas inteligencias: su director anunció
que en setiembre la institución, dependiente del Conicet, deberá cesar sus actividades
por falta de fondos. El IAR, que cuenta con el mayor radiotelescopio de América latina,
sostiene 20 proyectos internacionales, pero su presupuesto se redujo a la mitad en los
últimos años. El presidente del Conicet respondió que éste es un año muy
difícil y las inversiones en astronomía son muy costosas aunque dijo que la
posibilidad de que el instituto cierre por falta de fondos no está ni por asomo en
nuestra mente. Marcelo Arnald, director del Instituto Argentino de Radioastronomía
(IAR), anunció que desde mediados de setiembre, el IAR no podrá pagar la luz ni el
gas ni el teléfono, por lo cual deberá cesar sus actividades. Según Arnald, el
punto de partida de esta crisis tuvo lugar en 1995: Entonces el presupuesto, que
hasta 1994 había sido de 150.000 dólares anuales excluyendo sueldos, se redujo a
70.000. El actual director asumió su cargo a fines de 1997: Para 1998
conseguimos que el presupuesto inicial, de 68.000 dólares, llegara a los 90.000, y las
autoridades del Conicet se comprometieron verbalmente a que en 1999 llegaría a los
140.000: esto no se cumplió.Este año, esta dirección tomó la decisión de
trabajar sobre la base del presupuesto necesario para que el IAR desarrolle bien sus
actividades, y no con los presupuestos de supervivencia que se le habían otorgado en
años anteriores, explicó Arnald. Así, la plata alcanza hasta setiembre. El
director del IAR comentó que, cuando el presupuesto bajó a la mitad, se resintió
el mantenimiento del instrumental: otras instituciones necesitaban nuestros aparatos y no
los encontraban disponibles por falta de piezas clave. La ciencia requiere un mínimo de
inversión por debajo de la cual no tiene sentido trabajar. Un observatorio similar al
nuestro, en Canadá, tiene un presupuesto de 178.000 dólares
estadounidenses.Además de participar en el plan Search for Extraterrestrial Life
and Intelligence coordinado por la Planetary Society, que fundó el célebre
astrónomo Carl Sagan, el IAR lleva adelante 20 proyectos, entre ellos la
investigación de cómo se forman las estrellas y qué sucede cuando un astro estalla para
morir como supernova. Muchas de estas investigaciones se hacen en colaboración con
equipos de otros países como Chile, Brasil, Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña,
España y Alemania. Hace poco terminamos un trabajo, único en el hemisferio
austral, de análisis de emisiones de hidrógeno en el espacio interestelar: los
resultados están en una base de datos disponible para la comunidad científica
internacional, lo cual, por reciprocidad, nos da acceso a otros datos, comentó
Arnald.Los radiotelescopios, en lugar de captar luz como los telescopios ópticos, reciben
ondas de radio: el IAR en el parque Pereyra Iraola, cerca de La Plata, con sus
dos antenas de 30 metros de diámetro, es el mayor de América latina, a excepción del
norteamericano de Arecibo, en Puerto Rico, cuya antena de 305 metros es la más grande del
mundo.Consultado por Página/12, el presidente del Conicet, Armando Bertranou, destacó su
propósito de no confrontar con el doctor Arnald, que merece mi respeto
profesional. En cuanto a la caída en el presupuesto del IAR, observó que
todos los institutos del Conicet tenían un presupuesto más alto, y hoy intentamos
recuperar ese nivel. Si bien el presupuesto global del Conicet se mantuvo en
los últimos años alrededor de los 200 millones de dólares, hemos aumentado la cantidad
de investigadores y becarios, lo cual redujo la proporción destinada a los
institutos. Bertranou señaló nuestra intención de fortalecer la actividad
en astronomía: estamos creando un instituto de astrofísica en la Universidad de La Plata
y participamos en el proyecto internacional Géminis para construir un gran telescopio en
Chile. Pero estamos atrasados con la cuota de 600.000 dólares anuales para el Géminis.
Este es un año muy difícil y las inversiones en astrofísica y astronomía son muy
costosas. En cuanto a la posibilidad de que el IAR cierre en setiembre, no
está ni por asomo en nuestra mente que eso pueda ocurrir, dijo el presidente del
Conicet. |