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Por Cecilia Bembibre ¿Es lógico dedicar una señal al tiempo? Cuando The Weather Channel fue creado en Estados Unidos, hace diecisiete años, muchas personas cuestionaban la necesidad de tener un canal del tiempo 24 horas. Había mucho sarcasmo en relación a las percepciones meteorológicas, nadie creía que si se anunciaba lluvia efectivamente iba a llover. En Latinoamérica estamos pasando por los mismos dolores de crecimiento. Hace poco más de dos años que lanzamos el canal y es una región donde los cambios en el tiempo no son tan severos Hay mucha percepción negativa sobre el canal, que a la gente no le interesa, que no lo ve... ¿Por eso modificaron la programación inicial? Sí. Obtuvimos información a partir de la cantidad de correo electrónico que recibimos de televidentes argentinos, que nos cuentan cómo utilizan el canal, piden información educativa sobre el tiempo. Cuando comenzamos dábamos mucha información meteorológica, sin darnos cuenta de que el público lano era conocedor de la terminología e información del tiempo. ¿La cobertura deportiva es parte de ese cambio? La programación incluye, además de deportes, otras áreas de información. Cubrimos todos los deportes que consideramos importantes para Latinoamérica: durante la Copa América, informamos tres días antes de cada partido las condiciones del tiempo. Cubrimos las pistas de esquí durante la temporada, dando datos sobre la calidad de la nieve. Como complemento, hay espacio para informes para el agro, para viajeros y sobre finanzas. ¿Quiénes ven The Weather Channel? Hay tres tipos de personas que nos ven. El que nos ve diariamente porque es un fanático que vive para la meteorología. Hay un usuario que busca la información porque tiene alguna actividad al aire libre al día siguiente, o el agricultor que lo necesita para su negocio. Finalmente aquel que lo busca cuando hay tiempo severo, en caso de huracán, inundación o sequía. En relación al descreimiento que mencionaba, acerca del pronóstico, ¿qué porcentaje de efectividad tienen los que da el canal? Depende de las ciudades, hay algunas que son más difíciles que otras. Buenos Aires es bastante fácil de pronosticar, mientras que Mendoza, al estar al pie de la cordillera, es muy difícil. Normalmente acertamos un 97% de las veces. Y en los pronósticos de temperaturas hay un margen de error de más o menos 1.5 grados. En todo caso, tenemos un sistema de control que llamamos el club de amigos del Weather Channel, que nosavisan cuando aparecen errores en pantalla por fallas técnicas. Son personas en cada país de Latinoamérica que envían un correo electrónico cuando hay que corregir algún dato.
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