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LA BONAERENSE YA TIENE A SUS NUEVOS JEFES
La Maldita Policía, parte II

El ministro de Seguridad de la provincia, Osvaldo Lorenzo, nombró en algunos puestos clave de la Policía a ex hombres fuertes, o sus allegados, de la peor época de la Bonaerense.

Cabezas: Como jefe de Seguridad de San Martín estará Oscar Viglianco, el comisario de triste actuación como investigador del asesinato de José Luis Cabezas.

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El ministro Osvaldo Lorenzo puso ayer en funciones a la nueva cúpula de la Policía de la provincia.
Entre los premiados, muchos resaltan por su pasado cercano a los caciques desplazados a partir de 1996.


Por Laura Vales

t.gif (862 bytes) Algunos de los hombres fuertes de la Maldita Policía, de conocidos vínculos con poderosos ex comisarios como Mario “Chorizo” Rodríguez, Mario Naldi o “Coco” Rossi, volvieron a puestos claves dentro de la policía bonaerense. Ayer el ministro de Justicia y Seguridad provincial, Osvaldo Lorenzo, anunció formalmente la integración de la nueva cúpula de la fuerza; también dio a conocer quienes serán los jefes de las 18 Departamentales de Seguridad e Investigaciones de todo el territorio bonaerense. Entre los nombres de los premiados, muchos resaltan por su pasado estrechamente cercano a los caciques policiales desplazados a partir de 1996.
Entre ellos está por ejemplo Víctor Herrera, uno de los uniformados que participó en el operativo que terminó en la masacre de Andreani y a quien los propios bonaerenses definen como hombre del riñón de Mario “Chorizo” Rodríguez. Herrera es, desde ayer, el flamante titular de la Departamental de Investigaciones de San Martín, “una de las zonas poderosas económicamente del conurbano”, recordaron a este diario varios comisarios consultados.
En el mismo distrito, pero como jefe de Seguridad y con poder sobre todas las comisarías de San Martín, estará Oscar Viglianco, el comisario de triste actuación como investigador del asesinato de José Luis Cabezas. Viglianco fue quien ubicó el arma con la que supuestamente se disparó contra el fotógrafo –un Colt secuestrado en la casa del uruguayo Martínez Maidana–, y llevó ese revólver hasta el juzgado de Dolores con el particular método de calzarlo en su cintura.
Ayer Viglianco recibió la noticia de que deberá enfrentar un nuevo mal trago por un episodio anterior de su carrera policial. Uno de sus antiguos subordinados en la comisaría 9ª de Quilmes acaba de revelar que efectivos de esa dependencia tenían negocios en común con dos ladrones que asesinaron, en 1996, a la joven Leticia Bellstedt. Viglianco era entonces el responsable de esa comisaría, y fue acusado tras la muerte de la muchacha de haber cambiado el proyectil que terminó con su vida. Los abogados de la familia Bellstedt sospecharon desde un principio que en la comisaría de Quilmes se había desviado la investigación para encubrir a los delincuentes, quienes habrían actuado bajo su protección. Ahora, el oficial que trabajó a las órdenes de Viglianco confirmó esta sospecha y todo indica que está dispuesto a contar lo que sabe ante la Justicia.
Los cambios en la Bonaerense comenzaron por su cúpula, de donde fueron relevados a cargos de menor operatividad los hombres de confianza del anterior ministro León Arslanian. El comisario mayor Luis Parravicini, de a quien se atribuyen buenos vínculos con Alberto Pierri y el ministro de Gobierno, José María Díaz Bancalari, es el nuevo director de Seguridad, y Santiago Allende asumirá la dirección General de Investigaciones.
Por debajo de Parravicini y Allende están los jefes de las 18 Departamentales de Seguridad e Investigaciones, lugares claves dentro de la estructura de la fuerza. De Seguridad dependen todas las comisarías, y su función es prevenir y reprimir el delito. En el área de Investigaciones se trabaja junto a los fiscales en el esclarecimiento de casos judiciales. En el listado de hombres cercanos a los jefes desplazados de la Maldita Policía también figuran los comisarios Amadeo D’Angelo –muy amigo de Mario Rodríguez– y Claudio Smith –dueño de un carrera meteórica y uno de los preferidos de Mario Naldi–. Smith, que se hará cargo de la Departamental de Investigaciones de Lomas de Zamora, llevará con él a Roberto Mantel, uno de los antiguos laderos de Juan José Ribelli, hoy procesado como partícipe necesario del atentado contra la AMIA. Mantel fue uno de los efectivos que participó de la Masacre de Wilde. Los investigadores del caso AMIA, por otra parte, no ocultan sus sospechas sobre el rol que el viejo amigo de Ribelli pudo tener en una maniobra para desviar la investigación sobre la voladura de la mutual judía. Mantel no es el único de los policías con buenos vínculos con Ribelli que acaban de ser beneficiados con el reacomodamiento de la segunda línea policial. El comisario Oscar Troncoso, designado como jefe de la Departamental de Investigaciones de Dolores, también mantenía con él una estrecha comunicación.
Su voz, precisamente, es una de las que quedaron grabadas en las escuchas a los celulares de Ribelli ordenadas por el juez federal Juan José Galeano. Ahora esas conversaciones son el centro de un expediente sobre 94 delitos comunes –extorsiones, coimas y arreglos con delincuentes– que amenaza con complicar a la antigua cúpula de la policía bonaerense durante la gestión de Pedro Klodczyk.

 

Nene, no me salgas a robar

El ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Osvaldo Lorenzo, volvió ayer a sorprender con sus declaraciones: instó a las “madres, padres y amigos de quienes están inclinados hacia la delincuencia” a convencerlos a “apartarse de esta vida”. Días atrás, había señalado al divorcio como una de las causas del aumento de la inseguridad, junto con la droga y el alcohol.
El flamante secretario de Seguridad, Héctor Lufrano, en tanto, anunció que se estudia la posibilidad de reincorporar a las filas policiales entre 800 y 1000 hombres que desde hace dos meses están en disponibilidad por causas administrativas.
“Vamos a ver todos los sumarios y a analizar cuáles son las faltas leves para que se pueda llegar a reincorporar personal lo más rápidamente posible”, señaló Lufrano, tras asumir ayer en el cargo. “Es toda gente que tiene apenas una sanción de 20 días y que, lamentablemente, desde hace dos meses están a disponibilidad. De manera que hay que apurar los legajos”, dijo el flamante secretario, y aclaró que “se trata de faltas de carácter administrativo y no del tipo penal”.
Luego de poner en funciones a Lufrano y dar a conocer las designaciones de los nuevos titulares de las 18 Delegaciones Departamentales de Investigación (DDI) en las que está dividida la provincia, Lorenzo pidió también “la colaboración de la sociedad, para que se acerque a las comisarías y den la mano necesaria”, al tiempo que expresó que “cada vecino tiene que convertirse en un gendarme de la seguridad”. “Yo estoy del lado de la vida, no me gusta la sangre ni de un lado ni del otro, y si estamos haciendo prevención y se atreven a delinquir no puedo prevenir las consecuencias”, advirtió el ministro.

 

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