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VENEZUELA ALEGA “RAZONES PRAGMATICAS”
...y la de su vecino

En medio de la conmoción por el secuestro de un obispo, Caracas insiste en hablar con las FARC colombianas sin autorización de Bogotá.

El obispo de Tibú, monseñor José de Jesús Quintero, en 1997.
Ese año fue secuestrado por el Ejército de Liberación Nacional.

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t.gif (862 bytes)  Los vecinos de Colombia no disimulan sus temores. El canciller venezolano José Rangel insistió ayer en que el gobierno de su país es soberano para dialogar con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), e insinuó que la fragmentación del poder en Colombia convierte a la guerrilla en un interlocutor válido. Perú y Ecuador también reconocieron que temen que el conflicto colombiano desborde las fronteras y anunciaron que tomarán las medidas necesarias, mientras circulan rumores de que las FARC mantienen a sus rehenes en territorio panameño. En Colombia los últimos combates entre la guerrilla y el ejército dejaron un saldo de por lo menos 20 muertos, entre ellos el ex gobernador del departamento de Magdalena. Y aún no hay pistas sobre el secuestro del obispo de Tibú, monseñor José de Jesús Quintero, adjudicado a las FARC.
“¿Quién fue a San Antonio de Caguán y se reunió con los líderes guerrilleros, y quién ordenó el despeje de 40.000 km2 y le dio el control de ese territorio a la guerrilla?”, desafió el canciller Rangel, en evidente referencia al presidente colombiano Andrés Pastrana, que acusó al gobierno venezolano de intentar abrir un diálogo con las FARC sin su autorización. Rangel desmintió que las conversaciones otorguen a las FARC la condición de fuerza beligerante con status jurídico, y las justificó al decir que las FARC son un factor de poder tal que existen “dos fronteras, una con Venezuela y otra dentro de Colombia”.
“El presidente Chávez no tiene ningún nexo con la guerrilla colombiana. Nosotros tenemos razones pragmáticas porque nos interesa preservar la seguridad interna del país”, señaló Rangel, que fue avalado por el presidente Hugo Chávez. “La única intención que tengo es contribuir con el proceso de paz porque creo que ya basta, eso da tristeza”, disparó. “Si él (por el presidente colombiano Andrés Pastrana) no lo autoriza yo jamás iré (a Colombia), pero eso no significa que yo no pueda invitar a los jefes guerrilleros aquí. Sería un intento, si me convenzo de que no vale la pena no se perdería nada”, completó.
Perú también salió a defender su decisión de tomar “todas las previsiones” para contener la expansión de la “seria amenaza” colombiana. El presidente Alberto Fujimori señaló que “la crisis en Colombia continúa y parece que se va a desbordar. Hay una preocupación en el Perú y en toda la región para que esa situación no se torne en algo descontrolado”. El canciller ecuatoriano Benjamín Ortiz relativizó el peligro de un inminente derrame, pero reconoció que la preocupación de Quito por una posible conexión económica entre los poblados limítrofes ecuatorianos y la guerrilla colombiana llevó al gobierno a aumentar la vigilancia en la zona.
Y en Panamá, fuentes periodísticas aseguraron que el brigadier del ejército colombiano, Martín Carreno, declaró que las FARC mantienen en cautiverio a sus rehenes en las localidades panameñas de El Darién y Kuna Yala. El asesor de la cancillería de Panamá, Adolfo Ahumada, dijo que no tiene información, y aclaró que Panamá “no debe inmiscuirse en el conflicto colombiano, pero sí debemos resguardar nuestras fronteras”.
Por su parte, el gobierno colombiano admitió ayer que no tiene datos sobre el obispo de la localidad de Tibú, cercana a Venezuela. Según el ejército, monseñor José de Jesús Quintero fue secuestrado el domingo por la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, formada por las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), que ya había secuestrado al religioso en 1997. A 10 años del asesinato del político Luis Galán –cuya defensa de la extradición de narcotraficantes a Estados Unidos desencadenó una ola de ofensivas militares lanzadas por el líder narco Pablo Escobar-, ayer se encontró el cadáver del ex gobernador del departamento de Magdalena, Carlos Caballero, secuestrado en febrero. Un portavoz del gobierno del departamento de Bolívar anunció que desde la madrugada de ayer un comando de infantería de la Marina combate con guerrilleros del ELN en los Montes de María, mientras que un choque entre grupos armados en la localidad de Zambrano dejó 13 campesinos muertos.

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