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DUHALDE HIZO CAMPAÑA EN SANTA FE DE LA MANO DEL LOLE
“¿El petiso quién es?”

Reutemann y el gobernador caminaron por la peatonal y hablaron a los empresarios.Algo de tensión y explicaciones por la fórmula.

Duhalde compró (caro) zapatos argentinos para su mujer Chiche.

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Por Felipe Yapur Desde Santa Fe

t.gif (862 bytes) Levantada la veda que Carlos Reutemann le había impuesto y realizadas las paces con el ex piloto de Fórmula 1, el candidato presidencial del PJ, Eduardo Duhalde, hizo pie en la capital de Santa Fe para realizar un corto día de campaña electoral nacional. Ambos se mostraron juntos, caminaron por la peatonal, posaron para las fotos y participaron de un encuentro con empresarios y productores. Pero no todo fue como esperaba el bonaerense. El santafesino, fiel a su estilo parco, dijo sin estridencias que apoya al candidato justicialista y aclaró que la campaña en Santa Fe es de exclusiva responsabilidad del actual gobernador, Jorge Obeid. El otro detalle que opacó la jornada fue, sin duda, la ausencia de Ramón Ortega que terminó avivando los rumores que hablan de un cambio en la fórmula presidencial.
Duhalde y Reutemann tuvieron que desmentir la especie del probable reemplazo de uno de los integrantes de la fórmula peronista. El bonaerense repitió, intentando imitar una de las mejores sonrisas de Carlos Ruckauf, que “todo se trata de un chiste”. El Lole, en cambio, tuvo que esforzarse un poco más. Justamente ayer se conocieron en esta ciudad unas declaraciones suyas en las que sostenían que la fórmula no se cambió por falta de tiempo. Para pasar el mal trago, y demostrar así su acercamiento con el bonaerense, el santafesino aclaró que “estas versiones me hacen daño y responden a personas que únicamente piensan en destruir”. Pero el gobernador electo, tal vez dudando de que su aclaración haya sido efectiva, buscó ser un poco más claro y expresó: “El peor resultado que le puede caber al menemismo es colocarle la banda a alguien que no sea justicialista”. La frase sonó como una develación, sin querer, de quienes pueden estar impulsando el cambio de fórmula.
–Usted dice que apoya a Duhalde, pero dice que la responsabilidad de la campaña recae en Obeid. ¿No es ésta una forma de sacarle el cuerpo a su participación? –preguntó Página/12
–No es sacarle el cuerpo. Acá hay un Partido Justicialista, un congreso provincial y todos decidieron que es el gobernador Obeid, que tiene mandato hasta el 10 de diciembre, es quien tiene que conducir la campaña de octubre. Pero si me necesitan, lo acompaño con gusto, no tengo ningún problema –respondió un molesto Reutemann.
No todo fue tirantez entre Lole y Duhalde. Por la mañana el gobernador electo pasó a buscar al bonaerense, quien esperaba con ansiedad a Ortega. Pero el tucumano nunca llegó: oficialmente se dijo que el avión que lo traía no pudo aterrizar por malas condiciones climáticas. Fue así que, ya sin Ortega, Duhalde caminó junto al Lole las siete cuadras que lo separaban de la Bolsa de Comercio.
Durante el trayecto por la peatonal San Martín, la gente se acercó preferentemente a besar a Reutemann, quien se esforzaba por invitar a sus admiradores a saludar también a Duhalde. La gente le hacía caso al ex corredor de Fórmula 1 y le expresaba su simpatía al bonaerense. El detalle lo marcaron dos chicos de unos 10 años. Uno de ellos divisó al Lole y le dio la voz de alarma a su amigo: “¡Mirá, es el Lole!”, dijo el primero. El otro nene, asombrado también, respondió: “¡Sííí! ¡Qué bueno! ¿Pero quién es el petiso?”. El que sí sabía quién era Duhalde fue un lustrín. Este se acercó al candidato, le extendió la mano, le sonrió y cuando Duhalde le iba a hacer un comentario, le dijo: “¿No tiene algo para darme, jefe?”. El bonaerense metió su mano en el bolsillo y de allí salió un billete de diez pesos. El lustrín, feliz, se quedó en un costado y le mostró su premio a otros chiquilines que lo acompañaban. Uno de ellos se quejó por no tener el mismo trofeo. El lustrín, sin dejar de mirar el billete, le dio un consejo: “Si no mangás no conseguís, chabón”. Poco después, Duhalde, Reutemann y Obeid llegaron al edificio de la Bolsa de Comercio. Allí el bonaerense prometió a los productores de Santa Fe apoyar su tarea subsidiando algunos productos como la soja. Pero también invitó al sector productivo a concientizar a la gente para que comprara producción argentina. Tal vez por ello Duhalde se dirigió luego hasta una casa de venta de calzados. La vidriera tenía un cartel que invitaba justamente a comprar productos nacionales. Duhalde encaró hacia el comercio, Obeid lo acompañó mientras Lole ya era historia –se había esfumado entre la multitud–. Cuando el candidato entró, la dueña de casa le mostró sus mejores zapatos de mujer. Al candidato le gustó y decidió comprarlos. La propietaria quiso obsequiárselos ya que imaginaba que la destinataria del calzado era Hilda “Chiche” Duhalde. El bonaerense insistió y convenció a la mujer. Preguntó el precio, ella dijo 130 pesos, Duhalde la miró sorprendido, pero no dijo nada. Otra vez metió su mano en su bolsillo pero esta vez no encontró nada. Un colaborador, con un rápido movimiento, le acercó el dinero y allí terminó la caminata.

 


 

LAS OPERACIONES CONTRA DUHALDE
Un reto del Presidente

t.gif (862 bytes) Durante la reunión de gabinete de ayer, Carlos Menem exhortó a sus ministros a frenar las versiones que indicaban un cambio en la fórmula del PJ con la renuncia de Eduardo Duhalde y su reemplazo por Carlos Reutemann. Por la mañana, el secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan, repitió la actitud que habían adoptado el resto de los funcionarios menemistas: desmintió la especie y, de paso, la amplificó.
“Es una vergüenza. Algún día, de la misma manera que a los políticos nos exigen la autocrítica, creo que sería bueno que en el periodismo también lo hicieran”, afirmó Kohan. Y añadió: “Generar este tipo de situaciones en base a supuestas altas fuentes no solamente es poco serio, sino creo que conspira contra la seriedad de la profesión”.
En una reunión que mantuvieron por la mañana, antes del gabinete, seis dirigentes claves del menemismo conversaron sobre el tema: Kohan, Eduardo Bauzá, César Arias, Carlos Corach, Eduardo Menem y Jorge Rodríguez. “El PJ mantendrá el perfil dispuesto por el Presidente: colaborar en lo que pida Duhalde, pero no interferir en su campaña”, fue el mensaje unánime que difundieron el término del encuentro. La propuesta de Arias de distribuir un comunicado desmintiendo la versión fue frenada por Bauzá con el razonable argumento de que sólo contribuiría a darle aire al tema.
Más tarde, en la reunión de gabinete, Menem exhortó a sus ministros para que detengan las operaciones que mencionaban que Duhalde estaría preparando una renuncia como consecuencia de los escasos apoyos que su postulación genera dentro del PJ. A pesar del reto del Presidente, en el duhaldismo continúan desconfiando del menemismo ya que –según aseguran– es cerca de Menem en donde se originó la versión.
En otro tramo del encuentro, Jorge Domínguez se refirió al fallo de la Corte Suprema de Justicia que beneficia a unos 18 mil militares retirados –quienes reclamaron una equiparación de ingresos con el personal en actividad– y admitió que el Estado no está en condiciones de hacer frente a ese pago en el próximo presupuesto.

 

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