Los rebeldes islámicos continúan en sus posiciones a pesar de lo que dice Moscú. Chechenia movilizará 15.000 efectivos.
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"Hoy, la bandera rusa ondeará sobre Tando". Las palabras ayer del general Vladimir Kulakov, comandante de las tropas del ministerio del Interior ruso en Daguestán, traicionaban la urgencia que comienza a sentir el comando ruso. Los islamistas en Tando, quienes ya habían resistido varios asaltos, fueron sometidos a intensos bombardeos aéreos y de artillería antes del ataque. Los rusos llegaron hasta las afueras de la aldea, y la agencia rusa Itar--Tass afirmó que los 100 defensores estaban "cercados". Corresponsales extranjeros afirmaron haber visto a varios rusos heridos, y se teme que las bajas hayan sido numerosas. Asimismo, los militares rusos proclamaron que controlaban "un 100 por ciento" del puerto de Jarami. Según ellos, Jarami era "el principal paso para el abastecimiento de unidades blindadas, por lo que los islamistas no podrán traer más unidades blindadas". Pero Movladi Ugudov, un portavoz de los guerrilleros, aseveró que la localidad no tenía ningún valor estratégico, y que no había estado defendida cuando la ocuparon los rusos. El objetivo de los guerrilleros es fundar en Daguestán una "república islámica soberana". El número de bajas de la guerrilla permanece oscuro. Moscú informó que son entre 500 y 700, de un total de 2.000 combatientes. Pero el líder de la guerrilla, el checheno Shamil Basáyev, desmintió estas cifras, y dijo que sus unidades sólo sufrieron 20 bajas. Agregó que este saldo es menor que el número de civiles muertos bajo los bombardeos de la artillería rusa. Las bajas rusas ascenderían a 45 muertos, 180 heridos, y ocho desaparecidos.
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