Página/12

El Exxel posee el 51 por ciento de Norte y Tía. El restante 49 por ciento está en poder de Promodés. Estaba previsto que ambos socios se sentaran a la mesa de negociaciones la próxima semana. El objetivo: determinar si los franceses harían uso de la opción para adquirir el dos por ciento del paquete, necesario para tomar el control de la cadena. O bien realizarían una oferta para retener la totalidad de las acciones. En las oficinas del Exxel, en la avenida Del Libertador al 600, sabían que Carrefour y sus socios de Promodés estaban negociando en París. Pero no se imaginaron que el acuerdo llegaría tan rápido. "La fusión entre Carrefour y nuestros socios demorará cualquier nuevo acuerdo. Es momento de ser cautos y esperar a que pasen los días para conocer los detalles de la operación", comentaron anoche voceros del Exxel a Página/12.

En la city dan por seguro que el Exxel terminará desprendiéndose de Norte/Tía. Entre los analistas son mayoría los que creen que, en vez de vender sólo el 2 por ciento, Juan Navarro preferirá salir del negocio. Y, para reforzar la hipótesis, los financistas recuerdan que el Exxel posee el control de todas las compañías que fue adquiriendo, salvo en el caso de las Bodegas López.

Promodés ingresó como socio del Exxel en Supermercados Norte hace justo un año, cuando pagó 420 millones de dólares por el 49 por ciento del paquete accionario. A principios del '99, juntos adquirieron Casa Tía en 630 millones y, más tarde, compraron las cadenas Unimarc en 60 millones y la norteña Lozano en 73 millones. Hace un año, Norte fue valuada en 1200 millones de dólares. Pero ahora, tras las incorporaciones de las nuevas cadenas y la fusión con Carrefour, ese monto podría ascender a 2500 millones, según calcularon analistas del sector consultados por este diario.

La unión de Carrefour con Promodés revolucionó el negocio minorista. Con sus 4000 millones de dólares de facturación, la flamante cadena se va a posicionar como la segunda empresa argentina en nivel de ventas, apenas detrás de YPF y por encima del grupo Techint, el mayor conglomerado industrial del país. Con respecto a las demás cadenas, el grupo Carrefour-Norte-Tía saca una gruesa ventaja. Disco, en manos de la holandesa Ahold, se ubica en segundo puesto con 1951 millones de facturación, la mitad de lo que saca Carrefour-Norte-Tía. Coto, en tercer puesto, vende por 1223 millones.

La operación oficializada ayer en la ciudad de París repercutirá en los consumidores. Este año, los súper e hipermercados facturarán por unos 13.000 millones de dólares. Aproximadamente siete de cada diez pesos corresponden a alimentos y bebidas. Lejos, con el 15 por ciento, aparece el rubro "Artículos de limpieza y perfumería". A su vez, dentro del sector "alimentos", los productos de almacén son los que llevan la delantera, con unos 3300 millones anuales. En bebidas venden 1700 millones anuales.

La concentración y extranjerización del sector ha venido avanzando a paso firme en los últimos años. Además de la absorción de Casa Tía, Unimarc y Lozano por parte de Norte, de la mano de los holandeses de Ahold, Disco --que pertenecía a la familia Peirano-- adquirió las cadenas Su Supermercado, VEA y Libertad. La única cadena importante que permanece en manos locales es Coto.

Según los especialistas, la mayor concentración del negocio minorista afectará no sólo a los super.jpg (30922 bytes)

proveedores sino también a los consumidores. Al respecto, las empresas que les venden a los supermercados fueron teniendo cada vez menos poder frente a las monstruosas cadenas. Y algunos expertos temen que, ante la menor competencia, el público termine perdiendo en cuanto a precios y variedad de productos.

De todos modos, los analistas calculan que éste no será el último paso en el proceso de concentración del sector. En el mundo se siguen tejiendo alianzas y fusiones, como las que busca Wal Mart para tratar de recuperar posiciones. Ahold, por su parte, también está lanzada a la búsqueda de nuevas adquisiciones. El negocio es tentador y, por lo tanto, reservado para pocos.

Opinan especialistas en supermercadismo

*Roberto Dvoskin, economista

"Menos competencia"

"La fusión entre Carrefour y Norte-Tía va a perjudicar a los proveedores, ya que van a tener que negociar con una cadena mucho más poderosa. Quienes tengan capacidad de negociación podrán reducir sus precios y seguir abasteciendo a la nueva compañía. Otros, en cambio, se verán obligados a ajustar sus costos, vía salarios, para poder seguir vendiendo. Lamentablemente, en estos casos, serán los empleados quienes terminen pagando los platos rotos. Sin dudas, los más perjudicados serán los proveedores locales ya que las multinacionales, como Coca Cola o Danone, concretan acuerdos a nivel internacional y en cada país se ajustan a esos pactos. Desde el punto de vista de los consumidores, la operación no traerá grandes cambios. Supongo que tanto Carrefour como Norte mantendrán sus marcas --ambas están muy posicionadas-- y apuntan a segmentos claramente distintos: Norte apuesta a la proximidad y al servicio, mientras Carrefour, a los precios más bajos. Tengo la impresión de que todavía no se ha llegado a la cúspide de la concentración potencial en el sector. Cada vez habrá menos libre competencia".

*Héctor Pessah, consultor

"Daña a proveedores"

"La fusión perjudicará tanto a proveedores como a consumidores. Ante la falta de competencia, el público va a consumir lo que más le convenga comercialmente a los supermercados. Va a terminar sucediendo lo mismo que en los servicios públicos, donde los usuarios tienen una fuerza muy limitada frente a los grandes monstruos. Pero el escenario desesperanzador salpica también a los proveedores. La unión de Carrefour con Norte y Tía profundizará la tendencia que marca que los supermercados imponen cada vez más sus criterios por encima de las empresas productoras. Molinos, por ejemplo, fue claramente perjudicada por la aparición de las grandes cadenas. Creo que las compañías locales, proveedoras de los súper, podrán mantenerse en pie sólo si son capaces de subsistir cada vez con menores ganancias. Ninguna empresa argentina está en condiciones de hacerle frente a las cadenas. El Gobierno debería tomar nota de este proceso concentrador y apurar la puesta en marcha de la Ley de Defensa de la Competencia. De lo contrario, se perderán más puestos de trabajo".

LA HIPERCADENA DEBERA VENDER ACTIVOS PARA NO VIOLAR LA LEY
La competencia bajo la lupa

Por David Cufré

La megacadena de supermercados que surgirá de la fusión Carrefour-Norte-Tía sería "mutilada", siguiendo las restricciones impuestas por la nueva ley de Defensa de la Competencia, adelantaron a Página/12 funcionarios vinculados al tema. En conjunto, esas empresas detentan el 30 por ciento del mercado y facturan 4 mil millones de dólares anuales, parámetros que exceden largamente los topes establecidos por la norma para habilitar la intervención del Tribunal de Defensa de la Competencia. Por lo tanto, el organismo deberá dictaminar si acepta o no la fusión. La opción más probable, según pudo averiguar este diario, es que se convalide la unión de las cadenas, pero ordenándoles desprenderse de algunos activos, a fin de disminuir su posición dominante al 25 por ciento del mercado.

Sin embargo, Carrefour y Norte-Tía tienen una opción para esquivar el pedido de autorización de la fusión al Tribunal. El salvoconducto está en que concreten la asociación en los próximos días, antes de que la ley sea promulgada por el Ejecutivo. El Congreso aprobó la norma el último miércoles. Ahora falta la publicación en el Boletín Oficial. Los diputados Rodolfo Gabrielli (PJ) y José Gabriel Dumón (Alianza), quienes trabajaron activamente en la redacción de la ley, reconocieron a Página/12 que pedirán la rápida promulgación de la norma para que se aplique al caso Carrefour-Norte-Tía.

Los riesgos para la competencia que puede entrañar el liderazgo de esas cadenas unidas --con el 30,3 por ciento del mercado, frente al 15,5 de Disco y el 10,3 de Coto-- son dos. El primero es su posibilidad de imponer condiciones a los proveedores, tanto en los plazos de pago, como en la no aceptación de algunos productos o demás exigencias comerciales. Para un proveedor, no acceder a las góndolas de la mayor cadena del país puede resultar letal. El segundo riesgo es que la nueva empresa, en base a su poderío económico, se expanda de tal modo que fuerce a salir del mercado a otras cadenas.

La nueva ley de Defensa de la Competencia, justamente, busca desalentar que la concentración alcance grados nocivos. Es por ello que cuando una fusión involucra montos superiores a los 200 millones de dólares de ventas en el país, o la empresa a crearse pasara a tener más del 25 por ciento de su mercado, el Tribunal de Defensa de la Competencia debe autorizar la operación. El organismo puede dar el visto bueno, rechazar la operación, o fijar condiciones para que se lleve a cabo. Por ejemplo, ordenar que vendan activos a las empresas a fusionarse, como seguramente ocurrirá en el caso de Carrefour-Norte-Tía. Además, el Tribunal tiene atribuciones para actuar de oficio, en caso de suponer que alguna empresa está abusando de su posición dominante o se den acuerdos entre compañías supuestamente competidoras para desplazar a otras. Esto también podría ocurrir si finalmente Carrefour y Norte-Tía no se fusionan, pero en los hechos se comportan como una única empresa. De ser así, podrían ser pasibles de multas de hasta 150 millones de dólares.