La
intervención norteamericana en el ejército colombiano avanza a todo vapor. Washington
está aportando tecnología militar de avanzada a las fuerzas armadas de Colombia, lo que
le ha permitido colocar en una difícil situación a la guerrilla de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias (FARC), según dijo ayer un importante diario local. Asimismo, informes
castrenses citados por diarios de Bogotá indicaron que Estados Unidos tiene
especial interés en capturar a un jefe guerrillero acusado de asesinar a tres
ciudadanos de ese país. El diario El Tiempo, de la capital colombiana, afirmó que
tecnología militar de avanzada proporcionada por Estados Unidos puso en jaque en
los últimos días la estructura de las FARC, la mayor guerrilla del país. Según
un informe militar al que accedió El Tiempo, esta nueva estrategia militar fue utilizada
en el enfrentamiento del martes pasado en la población de Hato Corozal, 300 kilómetros
al nordeste de Bogotá, donde murieron 47 guerrilleros. El Tiempo explica que los asesores
militares de Estados Unidos para Colombia tienen un especial y claro interés en
perseguir al jefe rebelde Germán Briceño, alias Grannobles, hermano del comandante
del aparato militar de las FARC, Jorge Briceño, conocido como Mono Jojoy. Germán
Briceño está sindicado de haber sido el asesino, en marzo pasado, de los estadounidenses
Mark Rich, Dave Mankins y Richard Tenenoffk, quienes eran misioneros en una
aldea kuna en Panamá, cerca de la frontera con Colombia, cuando fueron tomados por un
grupo armado el 31 de enero de 1993. Por su parte, el diario El Espectador destacó
una nueva estrategia de las tropas regulares, la cual está encaminada a la ofensiva
y a acorralar a los guerrilleros que toman las poblaciones o que pretenden
atacarlas. El analista Vicente Torrijos dijo que no debe descartarse un salto
cualitativo hacia la tecnificación de la guerra, pero las FARC pueden estar preparadas
para esto. Incluso tienen dinero como para comprar misiles, dijo. Mientras tanto, la
empresa estadounidense de electricidad Reliant Energy dijo que espera una solución
pacífica de la ocupación guerrillera de su planta hidroeléctrica de Anchicayá, al
sudoeste de Colombia. Nos complace que hasta el momento todo esté tranquilo y
esperamos una solución pacífica al problema, dijo Sandy Fruhman, portavoz de la
empresa con sede en Houston. Guerrilleros de las FARC ocuparon sin utilizar la violencia
las instalaciones de la hidroeléctrica, localizada en una extensa zona rural, distante
tres horas por carretera de Cali, capital del departamento del Valle. La toma de la planta
fue en apoyo según las FARC a los sindicatos que realizaron una huelga
general. Y el ejército dijo ayer que se abstendría de intervenir para evitar un baño de
sangre. |