Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


ALICIA CASTRO REVELA COMO TRABAJA LAPA
“Una cultura de la presión”

La dirigente gremial y diputada aliancista asegura que la empresa LAPA “privilegia el lucro por sobre los otros valores, incluido el de la seguridad”.

na04fo01.jpg (12119 bytes)

t.gif (862 bytes)  Una vez le dijeron: “¿Y a usted de qué le sirve ser premonitora?”. Ahora Alicia Castro repite esa pregunta y responde: “Veníamos diciendo lo que iba a pasar. Desgraciadamente no nos equivocamos”. Página/12 estuvo con la titular del gremio de Aeronavegantes y diputada de la Alianza en la sede sindical. Le molesta ahora aquella ironía. Alicia Castro se tapa los ojos. No habla, no lo hará por un rato porque está llorando. Dice que Verónica Tantos, la comisario de a bordo que murió el martes en el avión de LAPA, “estaba muy enojada con la empresa”. Y asegura que “la empresa ejerce una cultura de presión sobre los tripulantes, que tienen la sensación de que esta presión podría haber influido en los pilotos que tomaron la determinación del vuelo”. La diputada denuncia deficiencias en el consorcio de Eduardo Eurnekian, en el ORSNA, el órgano dirigido por Rodolfo Barra, y las empresas: “El cruce de esas deficiencias puede ser explosivo”.Alicia Castro hace su propio prólogo. Cita la gestión de Domingo Cavallo en la renegociación del contrato de Aerolíneas Argentinas con Iberia. Año 1994.Y dice que Cavallo le permitió a Iberia que en vez de renovar la flota, comprometida por pliego, pudiese traer su flota de descarte. Una de esos aviones se accidentó en Fray Bentos. “Cuando nosotros sugerimos que escuchen a los gremios –explica–, porque éramos los únicos que decíamos lo que iba a pasar, y que desgraciadamente pasó, Tomás Liendo me respondió: Y a usted de qué le sirve ser premonitora.”–¿Volvió a pasar ahora también porque el avión era viejo?–Las empresas en estos años tendieron a reemplazar al personal de planta permanente con contratados. Se redujeron los tripulantes de cabina por avión y de puerta de salida de emergencia. Esto en caso de evacuación hace la diferencia entre la vida y la muerte.–¿Cuántos debería haber para garantizar las medias de seguridad?–Las empresas presionaron para que las normas cambien y en lugar de exigir un tripulante por puerta de emergencia, ahora se considera por cantidad de asientos. Nosotros reclamábamos como mínimo cuatro. En el avión de LAPA había tres, una está muerta. Verónica Tantos estaba muy preocupada por las cuestiones de seguridad y estaba muy enojada con la empresa LAPA.–¿Por qué?–Por lo que relatan las delegadas, en LAPA hay una cultura de presión sobre los tripulantes, privilegiando el afán de lucro por sobre todos los otros valores.–¿Seguridad entre ellos?–Nosotros hemos remitido a la DNA muchísimos informes con irregularidades que hemos ido detectando. Muchas de ellos nunca fueron remitidos. La gente que trabaja allí tiene la sensación de que esta presión podría haber influido en los pilotos. Pero es muy difícil hacer una definición categórica de esto porque los pilotos no son suicidas. –Usted habla de una cultura empresaria de presión, y también dice que los pilotos no son suicidas. También existen informes que prueban que los aviones salen una y otra vez con las mismas fallas. ¿El piloto no las conoce o existe la posibilidad de que la empresa presione tanto como para estimular la salidas así?–Yo no creo que vuelen arriesgando la vida, francamente. Si no significaría enfermedad mental y ellos tienen exámenes psicológicos rigurosos. De todos modos esto habría que preguntárselos a los pilotos.–Se lo pregunto a usted.–Creo que la cultura de la empresa puede influirlos inconscientemente, no creo que conscientemente ningún piloto quiera suicidarse. Nadie puede pensar que (Gustavo) Weigel quería suicidarse. La decisión de los pilotos de volar puede deberse a la tercerización del mantenimiento que deja a las naves en una discontinuidad en las rutinas de chequeo. –La tercerización, por los informes de los técnicos, obedece a la reducción de costos y esto se vincula directamente a la guerra de tarifas. –Los usuarios se alegran razonablemente cuando las tarifas Buenos Aires-Córdoba salen 30 pesos. A mí me da terror.–Algo se baja. ¿Qué?–No compiten por personal mejor entrenado o tratado. Ni por más tripulantes de cabina, casi exclusivamente en base a bajar las tarifas. –¿Qué es lo que deja una empresa para mantener estos precios?–Hay empresas en Estados Unidos cuya tarifa es más cara, pero ofrecen seguridad. Las que tienen mejor fama, imponen estándares. Si hay más pequeñas por debajo, el pasajero es libre de elegir. Acá no se le ha dado libertad. No le dio una opción al pasajero, que se enteró cuando subió al avión.–¿De quién es la responsabilidad del control de la nave caída?–Depende de la Fuerza Aérea y de la DNA controlar el estado de las naves. Pero la FA tiene una falta crónica de presupuesto. Para esto hay que recordar que el pliego para la privatización tenía siete sentencias judiciales en contra, incluso la oposición del Congreso. Menem decretó la privatización y no ganaba el mejor sino el que ofrecía el mayor canon.–El caso del consorcio liderado por Eurnekian. –Aeropuertos Argentina 2000 ofreció 171 millones de pesos por año. Entre el pliego y el contrato existieron 50 diferencias sustanciales. Se dijo que el concesionario es libre de fijar el cuadro tarifario con lo cual impuso tasas.–A las empresas de aviones.–Y a los pasajeros también. Antes, esas tasas las cobraba FA para control de seguridad y reequipamiento. Eran 120 millones de pesos anuales. Ahora las tasas son privadas. Lo único que recauda la FA es la tasa a las empresas, de apoyo al vuelo: en total poco más de 80 millones, sólo puede pagar sueldos. Esos sueldos son tan bajos que la FA nos explicó en la Comisión de Trasporte que su personal más idóneo se pasa a la actividad privada. Y ahora nos encontramos con operadores de torre que no hablan el inglés y esto también pondría potencialmente en riesgo la seguridad.–¿Ese control final de las naves es responsabilidad de ellos?–El control de las naves sí, el de los Aeropuertos está compartido con el concesionario de Aeropuertos. Y un aeródromo no es un shopping como lo concibe Eduardo Eurnekian o Rodolfo Barra que está al frente del ORSNA. Las normas internacionales (OACI) indican que un aeródromo deben tener calles de redaje, locales de oficina, centros comerciales, aduana, migraciones, control de drogas y sanidad.–¿Cuáles son las irregularidades en los aeropuertos?–La estación de servicio construida en la época de Grosso. No se ha extendido ninguna pista, creo que sólo Anillaco, un pueblo de mil personas. Y el complejo de viviendas en Ezeiza. Existe una avidez desaforada. El consorcio exige más de las empresas de aviación sin prestarles mayores servicios por ese peaje. Aumentó las tasas hasta un 278 por ciento y al pasajero se las dobló. Sin ningún servicio más. No sólo el usuario es afectado por la duplicación de su tasa, sino también porque las empresas aéreas que se vieron tan afectadas por la suba de tasas terminan no pagándole la tasa de protección a FA. Por eso la FA dice que va a suspender los vuelos a todas las empresas que no hayan pagado las tasas.–¿Esas presupuestos bajo para la FA implica falta de control?–El canon de 170 millones debería destinarse a mejorar la situación aeroportuaria. Ningún peso del canon, a un año de la privatización, fue para la actividad aeronáutica. Ninguno llegó. El primer semestre, Barra autorizó un descuento de 25 millones de pesos. Entregó primero los tres aeropuertos rentables: Baires, Ezeiza y Córdoba. El resto de los aeropuertos deficitarios se los dejó cargando al Estado hasta el límite del plazo. Esto costó a la FA 90 millones. Yo no pude encontrar el expediente por el cual Aeropuertos Argentina 2000 ha depositado algo másque los 18 millones que conozco. Sé que existía muy buena disposición del doctor Barra para descontarle la casi totalidad del resto de esos 18 millones. La connivencia implicó que Barra se pronunciara a favor del proyecto del consorcio para dejar no trasladar el Aeroparque. Dijeron que se basaron en la gente: una encuesta a 362 personas. El año pasado pedimos, cuando se trató el presupuesto, que se reasignara presupuesto a FA y no se atendió.–¿Le parece sincera una justificación de falta de dinero de FA? –A mí me deja de parecer creíble cuando fallan los controles. Estoy segura de que falta presupuesto. No justifica que el avión de Fray Bentos no tuviera una alarma obligatoria. En cuanto a equipamiento es materialmente imposible adquirirlo sin dinero.–Una cosa es no tener presupuesto para equipos y otra es no responder denuncias.–Creo que es una combinación. Hay improvisación, falta de idoneidad, falta de control: una combinación explosiva.–¿En quiénes?–En la combinación del ORSNA, el consorcio y las empresas todas. También del secretario de Trasporte, Armando Canosa, que debe controlar esto.

 

PRINCIPAL