LA ALIANZA ESTUDIA CREAR NUEVOS MINISTERIOS Para que nadie quede afuera
Fernando de la Rúa
ya cuenta con varios proyectos para crearuna estructura similar a la chilena, que tiene 21
ministerios.Gallo y Stuhlman rediseñan el Gabinete. Chacho ya dio su O.K.
Nicolás Gallo es uno de los hombres de
máxima confianza de Fernando De la Rúa.Ampliar el número de ministerios es una idea
largamente hablada entre los integrantes de la fórmula aliancista.
Por José Natanson
Fernando de la Rúa dio
instrucciones a un puñado de hombres de confianza para que estudien la mejor manera de
concretar un rediseño integral del Gabinete en los primeros días de un eventual gobierno
de la Alianza. Cada vez más seguro de sus chances, el candidato quiere reformular el
Poder Ejecutivo y construir una estructura más horizontal y descentralizada. Tomando el
modelo de Chile, secretarías como Agricultura y Medio Ambiente podrían convertirse en
ministerios y algunas carteras como Economía e Interior podrían dividirse en dos o tres
organismos distintos. Carlos “Chacho” Alvarez ya le dio el okey a la idea. Un
par de meses atrás, Luis Stuhlman, el principal asesor de imagen de De la Rúa, le
comentó la idea al candidato de la Alianza, quien le pidió que comenzara a estudiar las
ventajas de modificar la estructura del gobierno en base a modelos importados. Ex
secretario de la Función Pública durante la gestión de Raúl Alfonsín, Stuhlman dio
los primeros pasos en el nuevo esquema y lo derivó –también por orden del jefe
radical– a Nicolás Gallo, que trabaja en este y otros temas en la fundación de
Eduardo de la Rúa, primo del candidato. Allí también tiene su despacho el economista
Fernando de Santibáñez, otro de los hombres de confianza de De la Rúa.Alvarez está de
acuerdo con el proyecto. Durante las largas charlas que mantienen en la jefatura de
gobierno y en los intervalos de las giras, los jefes de la Alianza llegaron a la
conclusión de que la ingeniería del Gabinete actual es desastrosa. Como ejemplo señalan
que hoy existen 16 secretarías que dependen directamente de Presidencia, que a su vez se
ramifican en 40 subsecretarías, todas bajo la órbita de Carlos Menem. La idea es copiar
el esquema de países como Chile, en donde el gobierno de la Concertación –una
alianza entre el socialismo y la Democracia Cristiana– cuenta con 21 ministerios. El
sistema brasileño es similar: el Ejecutivo se divide en 24 carteras que funcionan en una
serie de edificios idénticos, ubicados en la “esplanada dos ministérios” de
Brasilia.La construcción de un gabinete descentralizado tiene varias ventajas, según
sostuvo ante Página/12 uno de los encargados de estudiar el tema:u Simplificaría las
funciones de las distintas dependencias, evitaría la superposición de áreas y
ahorraría gastos superfluos. u La elevación de algunas secretarías al rango de
ministerios contribuiría a apaciguar a algunos sectores. La Unión Industrial Argentina,
por ejemplo, reclama desde hace tiempo una cartera dedicada exclusivamente a la
producción. u Al abrir nuevos ministerios, el nuevo esquema permitiría armonizar la
relación entre los socios de la Alianza, que acordaron integrar un futuro gobierno de
forma equilibrada, y permitiría sumar independientes a la gestión de De la Rúa.
“Es ideal para un gobierno de coalición”, sostuvo uno de los responsables de la
iniciativa. Uno de los puntos centrales del proyecto es el desmembramiento de Economía en
tres ministerios: uno de Finanzas –en el que podría designarse a un técnico con
buena llegada al stablishment como Ricardo López Murphy–, otro de Obras Públicas
–el candidato más firme es Gallo-y un tercero de Producción. A este esquema podría
sumarse la elevación al rango ministerial de la Secretaría de Agricultura, que hoy
depende de Economía.Se trata de una ingeniería compleja, con la que no todos están de
acuerdo. El jefe de economistas de la Alianza, José Luis Machinea, se opone a un
desmembramiento de la cartera. “El que decide no soy yo, pero si me preguntan por el
tema no estoy de acuerdo”, señaló el economista ante una consulta de este
diario.Otra posible modificación es la del Ministerio del Interior, que podría dividirse
en dos carteras: una política y otra dedicada a exclusivamente a la seguridad. Además,
actuales secretarias que dependen de Presidencia, como Medio Ambiente, podrían ser
elevadas al rango de ministerios. Los dirigentes ministeriables, cuyo número crece en
simultáneo con el ascenso de la Alianza en las encuestas, dependen de la modificación de
la actual estructura para ocupar un sillón cerca de De la Rúa. De todas formas, algunos
candidatos siguen firmes: Machinea como titular de Economía (o de alguna de sus partes);
Rodolfo Terragno como jefe de Gabinete y Adalberto Rodríguez Giavarini como canciller. El
mecanismo para concretar la modificación –una reforma de la Ley de Ministerios–
torna vital el apoyo de los legisladores del PJ. De todos modos, en la Alianza recuerdan
que tradicionalmente esta norma es prerrogativa del gobierno que asume. El dato, sumado a
la espuma de un triunfo que imaginan rotundo, los convenció de que el proyecto es
realizable. Durante el reportaje que concedió a Página/12 el sábado pasado, De la Rúa
confirmó la existencia del proyecto. “Estamos trabajando sobre la estructura ideal
del gobierno. Hace falta una refundación del Estado. Estamos recogiendo información, hay
muchos programas superpuestos y áreas superfluas.” –¿Está pensando en un
modelo de Gabinete distinto en cuanto a su estructura? –le preguntó este
diario.–Sí. Converso mucho con Chacho sobre cómo afrontaremos la tarea y para eso
es importante pensar en la estructura. No debe haber estructuras rígidas ni tomar lo que
está, que ha creado muchos problemas.
Planeamientoestratégico
Esta no es la única modificación que la Alianza quiere implementar si
triunfa el 24 de octubre. Otra de las iniciativas es la jerarquización de la Secretaría
de Planeamiento Estratégico que hoy conduce Jorge Castro, un menemista furioso, autor de
proyectos faraónicos como el pedido de incorporación de la Argentina a la OTAN. Una idea
de Carlos “Chacho” Alvarez es convertir la secretaría en un foro de debate que
fije medidas de largo plazo, en donde se sentarían a discutir los representantes de los
sindicatos, las organizaciones empresariales, las ONG y los partidos políticos. Allí se
centralizaría el diseño de políticas de Estado. “No queremos que un tipo que leyó
dos libros se levante un día e invente algún disparate. Como el mandato es corto, las
políticas de consenso son muy importantes”, explicó uno de los responsables de la
iniciativa.
Fernando de la Rúa dio
instrucciones a un puñado de hombres de confianza para que estudien la mejor manera de
concretar un rediseño integral del Gabinete en los primeros días de un eventual gobierno
de la Alianza. Cada vez más seguro de sus chances, el candidato quiere reformular el
Poder Ejecutivo y construir una estructura más horizontal y descentralizada. Tomando el
modelo de Chile, secretarías como Agricultura y Medio Ambiente podrían convertirse en
ministerios y algunas carteras como Economía e Interior podrían dividirse en dos o tres
organismos distintos. Carlos “Chacho” Alvarez ya le dio el okey a la idea. Un
par de meses atrás, Luis Stuhlman, el principal asesor de imagen de De la Rúa, le
comentó la idea al candidato de la Alianza, quien le pidió que comenzara a estudiar las
ventajas de modificar la estructura del gobierno en base a modelos importados. Ex
secretario de la Función Pública durante la gestión de Raúl Alfonsín, Stuhlman dio
los primeros pasos en el nuevo esquema y lo derivó –también por orden del jefe
radical– a Nicolás Gallo, que trabaja en este y otros temas en la fundación de
Eduardo de la Rúa, primo del candidato. Allí también tiene su despacho el economista
Fernando de Santibáñez, otro de los hombres de confianza de De la Rúa.Alvarez está de
acuerdo con el proyecto. Durante las largas charlas que mantienen en la jefatura de
gobierno y en los intervalos de las giras, los jefes de la Alianza llegaron a la
conclusión de que la ingeniería del Gabinete actual es desastrosa. Como ejemplo señalan
que hoy existen 16 secretarías que dependen directamente de Presidencia, que a su vez se
ramifican en 40 subsecretarías, todas bajo la órbita de Carlos Menem. La idea es copiar
el esquema de países como Chile, en donde el gobierno de la Concertación –una
alianza entre el socialismo y la Democracia Cristiana– cuenta con 21 ministerios. El
sistema brasileño es similar: el Ejecutivo se divide en 24 carteras que funcionan en una
serie de edificios idénticos, ubicados en la “esplanada dos ministérios” de
Brasilia.La construcción de un gabinete descentralizado tiene varias ventajas, según
sostuvo ante Página/12 uno de los encargados de estudiar el tema:u Simplificaría las
funciones de las distintas dependencias, evitaría la superposición de áreas y
ahorraría gastos superfluos. u La elevación de algunas secretarías al rango de
ministerios contribuiría a apaciguar a algunos sectores. La Unión Industrial Argentina,
por ejemplo, reclama desde hace tiempo una cartera dedicada exclusivamente a la
producción. u Al abrir nuevos ministerios, el nuevo esquema permitiría armonizar la
relación entre los socios de la Alianza, que acordaron integrar un futuro gobierno de
forma equilibrada, y permitiría sumar independientes a la gestión de De la Rúa.
“Es ideal para un gobierno de coalición”, sostuvo uno de los responsables de la
iniciativa. Uno de los puntos centrales del proyecto es el desmembramiento de Economía en
tres ministerios: uno de Finanzas –en el que podría designarse a un técnico con
buena llegada al stablishment como Ricardo López Murphy–, otro de Obras Públicas
–el candidato más firme es Gallo-y un tercero de Producción. A este esquema podría
sumarse la elevación al rango ministerial de la Secretaría de Agricultura, que hoy
depende de Economía.Se trata de una ingeniería compleja, con la que no todos están de
acuerdo. El jefe de economistas de la Alianza, José Luis Machinea, se opone a un
desmembramiento de la cartera. “El que decide no soy yo, pero si me preguntan por el
tema no estoy de acuerdo”, señaló el economista ante una consulta de este
diario.Otra posible modificación es la del Ministerio del Interior, que podría dividirse
en dos carteras: una política y otra dedicada a exclusivamente a la seguridad. Además,
actuales secretarias que dependen de Presidencia, como Medio Ambiente, podrían ser
elevadas al rango de ministerios. Los dirigentes ministeriables, cuyo número crece en
simultáneo con el ascenso de la Alianza en las encuestas, dependen de la modificación de
la actual estructura para ocupar un sillón cerca de De la Rúa. De todas formas, algunos
candidatos siguen firmes: Machinea como titular de Economía (o de alguna de sus partes);
Rodolfo Terragno como jefe de Gabinete y Adalberto Rodríguez Giavarini como canciller. El
mecanismo para concretar la modificación –una reforma de la Ley de Ministerios–
torna vital el apoyo de los legisladores del PJ. De todos modos, en la Alianza recuerdan
que tradicionalmente esta norma es prerrogativa del gobierno que asume. El dato, sumado a
la espuma de un triunfo que imaginan rotundo, los convenció de que el proyecto es
realizable. Durante el reportaje que concedió a Página/12 el sábado pasado, De la Rúa
confirmó la existencia del proyecto. “Estamos trabajando sobre la estructura ideal
del gobierno. Hace falta una refundación del Estado. Estamos recogiendo información, hay
muchos programas superpuestos y áreas superfluas.” –¿Está pensando en un
modelo de Gabinete distinto en cuanto a su estructura? –le preguntó este
diario.–Sí. Converso mucho con Chacho sobre cómo afrontaremos la tarea y para eso
es importante pensar en la estructura. No debe haber estructuras rígidas ni tomar lo que
está, que ha creado muchos problemas.