Por L.V. Casinos clandestinos hay por
centenares en la Argentina. En todos los casos funcionan arreglando con la fuerza de
seguridad que tenga jurisdicción en la zona, normalmente la policía provincial, la
Federal o la Prefectura. El arreglo es inevitable porque para los capitalistas del juego
es imposible ocultar semejante movimiento de gente a los efectivos que tienen el control
sobre el lugar. Este es el diagnóstico en que coincidieron distintos comisarios,
tanto de la Policía Federal como de la Bonaerense, consultados sobre el tema. El
riesgo mayor para los que montan este tipo de negocios es la clausura y no tanto una
eventual condena judicial, porque saben que mientras no tengan reincidencias no van a
terminar presos, explicó un comisario de la provincia de Buenos Aires. Por
eso los arreglos, en la provincia, se hacen directamente con la comisaría jurisdiccional,
por un monto fijo más un porcentaje de la recaudación; pero además se necesita de
avales políticos, porque las municipalidades también tienen un control de su territorio
con sus propios inspectores, agregó la misma fuente. En la Federal, dos comisarios
retirados sumaron a este diario algunos datos precisos. La información es que ese
casino estaba en actividad hace por lo menos dos años, concordaron. Los federales
se cuidaron de subrayar que la prevención del delito en Puerto Madero es trabajo
exclusivo de los hombres de Prefectura, y que en 40 cuadras se hayan instalado nada
menos que tres casinos es directamente grosero, sobre todo para una fuerza que cuenta con
su pequeño aparato de inteligencia.En el mismo sentido, los consultados agregaron
que uno de los detenidos, sospechado de regentear el lugar, es hijo de un capitalista del
juego con experiencia en el tema de montar casinos ilegales. El hombre en cuestión, José
Barmaimon, ya habría sido apresado, en el 96, cuando estaba a punto de
inaugurar un local con dos mesas profesionales de ruleta, dos de black jack, una de punto
y banca y máquinas tragamonedas en Palermo. Aunque no hay parámetros precisos para
calcular los millonarios montos que ingresan al circuito del juego ilegal, los
especialistas estiman que en la Argentina la cifra ronda los 100 millones de dólares
mensuales. A nadie escapa que los controles actuales son insuficientes para frenar
esa sangría de fondos, sostuvo Daniel Amoroso, del Sindicato de Trabajadores de
Juegos de Azar, una de las entidades que ha presentado, sin éxito, un proyecto de ley
para que la ciudad de Buenos Aires cree su propio órgano de control. Nos
sorprendió la existencia de estos casinos, agregó Amoroso, pero más su
evidente nivel de organización y la zona en la que funcionaban; es claro que si la
investigación avanza debería detectar las complicidades tejidas para instalar esos
locales nada menos que en Puerto Madero.
PROHIBICION DEL GOBIERNO PORTEÑO
Freno a la timba flotante
¡Avería! En la batalla naval por el controvertido barco-casino frente a la
Ciudad de Buenos Aires, el Gobierno porteño pegó en varios cuadraditos de una vez: en
cumplimiento de un dictamen del procurador general de la Ciudad, notificó a Lotería
Nacional la prohibición e imposibilidad de desarrollar la actividad y previno
sobre la inmediata clausura, en caso de que el adjudicatario insista en la
apertura. El secretario de Gobierno porteño eligió una metáfora orientalista al
sostener que la flotabilidad del barco-casino es como la de los cadáveres en el
Ganges. Deberá notificarse en forma inmediata a Lotería Nacional, a la
Administración General de Puertos y a la Prefectura Naval respecto de la prohibición e
imposibilidad de desarrollar la actividad pretendida, que traería aparejada la inmediata
clausura, dice el dictamen con el que Ernesto Marcer, procurador general de la
Ciudad de Buenos Aires, respondió a la consulta formulada por la Secretaría de
Planeamiento Urbano de la ciudad. El dictamen se basa en que, de acuerdo con su
Constitución, la ciudad ejerce el control de las instalaciones del puerto de Buenos
Aires y la ciudad regula, administra y explota los juegos de azar, no siendo
admitida la privatización o concesión, salvo en lo que se refiera a agencias de
distribución y expendio. Enrique García Espil, secretario de Planeamiento Urbano
de la Ciudad, dijo a este diario que ya se envió copia del dictamen a la Lotería
Nacional, con indicación de comunicárselo al adjudicatario, si ya lo hubiera para la
licitación que ese organismo efectuó. El funcionario observó que según el
pliego de licitación, el único lugar donde el barco podría ser amarrado es en la costa
de la Ciudad de Buenos Aires. A principios de agosto, Lotería Nacional adjudicó a
la empresa Casino Buenos Aires dependiente de Circe Bussiness Corporation, que pese
a su nombre es española la explotación de la timba flotante con capacidad para
2000 pasajeros, que funcionaría en un barco traído de Nueva Orleáns, impulsado a
paletas, similar a los de las películas de fulleros en el Mississippi. Desde el
principio, el proyecto recibió la oposición del Gobierno porteño, y la Legislatura
emitió una declaración con apoyo de todos los bloques oponiéndose a la instalación de
casinos en la Ciudad.El secretario de Gobierno porteño, Enrique Mathov, dijo a este
diario que ese proyecto va a flotar pero como flotan los cadáveres en el Ganges: es
un cadáver ya.
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