Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


REPORTAJE A MIGUEL ABDON SAGUIER, PRIMERA VICTIMA POLITICA DE LA CRISIS CON PARAGUAY“
Permitimos que Menem se sienta víctima”

El ex canciller, que debió renunciar cuando Argentina rechazó el pedido de extradición de Oviedo, critica la actitud de funcionarios de su gobierno. Pero sostiene que el gobierno de Menem agravió al suyo al no dejar actuar a la Justicia en el caso Oviedo.

na05fo01.jpg (8373 bytes)

Por Santiago Rodríguez
t.gif (862 bytes)  Miguel Abdón Saguier fue canciller de Paraguay hasta la semana pasada. Su cabeza fue la primera que rodó en Asunción después de que la Argentina rechazara el pedido de extradición de Lino Oviedo: la familia del asesinado vicepresidente Luis María Argaña –encabezada por su hijo Nelson– lo acusó de “blando” y exigió su remoción. Nelson es el ministro de Defensa paraguayo y fue quien calificó a Carlos Menem como un “sinvergüenza” por no entregar el ex general golpista. “Con sus declaraciones le permitió a Menem posicionarse como víctima y desplazar del escenario el tema Oviedo”, lo criticó ayer Saguier, aunque aclaró que también “Argentina nos agravia en el momento en que no remitió el pedido de extradición al ámbito judicial”. En diálogo con Página/12 reprochó además al sector que le disputa la hegemonía del Partido Liberal Radical Auténtico haber aprovechado su desplazamiento para ocupar un lugar en el gobierno de coalición de Paraguay. –¿Qué evaluación hace del conflicto planteado entre Argentina y Paraguay?–Que es negativo para dos países que tienen intereses en común que deben ser armonizados. Atendiendo al propósito tanto político como de desarrollo económico y social al que ambos pueblos aspiramos, deberíamos resolver esta cuestión.–¿Por qué se llegó a esta crisis?–Por la forma en que se desarrolló el asilo de Oviedo. Sin poner en duda la buena intención expresada por el gobierno de Menem, al conceder el asilo, discrepamos en términos diplomáticos. Pedimos vigilancia e internación e hicieron caso omiso a todas nuestras solicitudes. Con respecto a la extradición entendíamos que debía ser dilucidada en el ámbito judicial en el que se manejan criterios de legalidad y reciprocidad, pero lamentablemente el gobierno argentino confundió el refugio con el asilo y aplicó las normas correspondientes al refugiado. –¿Qué opina de las declaraciones de funcionarios y legisladores paraguayos contra Menem?–Es una torpeza calumniar e injuriar y no contribuye al propósito de ambos gobiernos. –Pero anteayer sugirió también que tendrían la intencionalidad de impedir el regreso de Oviedo a Asunción...–No dije eso. Me referí concretamente a miembros del gobierno y no del Congreso y dije que Menem utiliza el agravio que en este caso se le hizo para posicionarse como víctima frente a una ciudadanía argentina que es francamente crítica al asilo que le concedió a Oviedo. –¿O sea que sus reproches no valen para el senador Luis Mauro, quien declaró que Oviedo planea dar un golpe en Paraguay y que Menem lo sabe?–Mauro no integra el gobierno, sino que es un parlamentario. Lo que diga es su responsabilidad. –¿Usted se refería concretamente a Nelson Argaña?–Efectivamente, porque con sus declaraciones le permitió a Menem posicionarse como víctima y desplazar del escenario el tema Oviedo.–¿Quiere decir que el hijo del asesinado vicepresidente Luis María Argaña no desea que Oviedo regrese a Asunción?–Ha de querer, pero así no lo va a lograr. El posicionamiento del gobierno argentino era bastante frágil frente a una opinión generalizada en contra del asilo de Oviedo. –¿Entonces Argaña se equivocó en la forma de encarar el tema?–Creo que es una torpeza agraviar o insultar, sobre todo cuando el hecho en sí mismo es bastante contundente. –¿Cuál es el poder real de la familia Argaña dentro del gobierno paraguayo?–Muy importante, sobre todo al interior del Partido Colorado. –¿Ellos forzaron su salida de la Cancillería? –Eso es lo que me dijo el Presidente de la República, Luis González Macchi: que fueron la viuda de Argaña y su hijo Nelson los que habían presionado para que fuera apartado. –¿Por qué razón?–Supongo que consideraban que mi postura era blanda frente al rechazo de Argentina a la extradición de Oviedo. –¿Y usted qué argumenta en su defensa?–Que nosotros siempre fuimos firmes en el plano argumental y de la razón. Jamás puede haber firmeza en el plano del agravio o del insulto. –¿Cómo se entiende que a usted se lo calificara de “blando” y en su reemplazo se designara a José Félix Fernández Estigarribia, un dirigente de su mismo partido pero alineado con Domingo Laíno en el sector que fue proclive a acordar con Oviedo?–Hay un poco de incongruencia. Fíjese que Laíno, en los días en que se resolvió promover el juicio político de (Raúl) Cubas Grau, se entrevistó con él y lo proclamó como un gran demócrata, tras lo cual fue a Montevideo a hacer lobby a favor de Oviedo ante el presidente de Uruguay, José María Sanguinetti. Así es que el día del asesinato de Argaña, Laíno fue al hospital donde estaban sus restos y los seguidores de Argaña le impidieron llegar. –¿Coincide con los funcionarios paraguayos que sostienen que Menem apuesta a la ruptura de la coalición gobernante en ese país?–No. Si acá hay una ruptura es por el incumplimiento de los compromisos asumidos por el Partido Colorado con el Partido Liberal. Menem tiene sus propios problemas en la Argentina, está próximo a las elecciones... –¿Cómo se sale de esta crisis entre Argentina y Paraguay?–Hay que operar primero a nivel de embajadores y cancilleres para acercar posiciones y después intentar un diálogo al más alto nivel. Por eso fue una cosa precipitada promover una entrevista entre presidentes sin antes cumplir esos pasos. –¿Y a qué atribuye el apresuramiento?–No sabría decirle.–La salida al conflicto no parece sencilla porque el ministro del Interior paraguayo, Walter Bower, sostuvo ayer que también hubo agravios de Argentina hacia Paraguay...–Bueno..., Argentina nos agravia en el momento en que no remitió el pedido de extradición al ámbito judicial. –¿Paraguay quiere a Oviedo de vuelta en Asunción?–Es importante esclarecer los hechos y establecer las responsabilidades; de otra manera estaríamos contribuyendo a la impunidad y la impunidad no le hace bien a ninguna democracia.

 

PRINCIPAL