Si no
soy candidato a presidente no lo seré tampoco a gobernador, dijo Adolfo Rodríguez
Saá en abril de este año, cuando todavía no había renunciado a competir en la interna
presidencial del PJ. Pero el puntano no cumplió con su palabra y aunque a fines de mayo
desistió de ocupar el sillón de Rivadavia en el 2001, ayer se dio el gusto batir su
propio record: al abrigo de la Constitución provincial, que habilita la reelección
indefinida, Rodríguez Saá se convirtió por quinta vez consecutiva en gobernador en San
Luis. Al cierre de esta edición, el PJ tenía el 53,61 por ciento de los votos, mientras
el candidato de la Alianza, Walter Ceballos, alcanzaba el 45,84 por ciento. En la capital
provincial la Alianza se alzó con el 53 por ciento de los votos, mientras que el PJ
obtuvo el 45,5 por ciento. Aunque la mayoría de las mesas estaban anoche escrutadas, la
Alianza desconoció absolutamente el triunfo de Rodríguez Saá. Con 685 mesas
escrutadas de un total de 891, el PJ lograba anoche 71.983 votos (el 53,61 %) contra
61.548 de la Alianza (el 45,84), mientras el Modín sólo obtenía 732 sufragios (el 0,55
%). En la capital puntana, donde sólo faltaban contar los votos de 10 de las 355 mesas,
la Alianza tenía 41.289 votos (el 53 %), el PJ 34.910 (45,50 %) y el Modín 555. A la
noche, Adolfo Rodríguez Saá salió al balcón de la Casa de Gobierno provincial para
saludar a los simpatizantes del PJ, luego de que el vicegobernador, Mario Raúl Merlo,
asegurara que el triunfo justicialista era irreversible. El flamante
gobernador se adjudicó la victoria de la gobernación, pero reconoció la derrota en la
Capital.A esas horas, el aliancista Walter Ceballos se negaba a aceptar la derrota.
Nadie puede salir a adjudicarse el triunfo decía cerca de las diez de la
noche, pese a que la mayoría de las mesas ya estaban escrutadas por la Junta Electoral.
El oficialismo ha montado un aparato publicitario que apunta a instalar datos que no
son reales, insistía Ceballos. El candidato a vicegobernador por Alianza
UCR-Frepaso, Juan José Laborda Ibarra, dijo más tarde que la Alianza desconoce
absolutamente que (Adolfo) Rodríguez Saá haya ganado y sostuvo que la demora en la
entrega de los datos de la Secretaría Electoral respondía a una maniobra para
colocar en la tapa de los medios un resultado falso.Ayer, en San Luis, votaron el
ochenta y tres por ciento de los ciudadanos habilitados para hacerlo: 190.000 lo hicieron
en la provincia, y 75.000 en la Capital, de acuerdo con los datos de la Junta Electoral.
Además de gobernador y vice, los puntanos eligieron ayer dos diputados nacionales, cinco
senadores, 21 legisladores provinciales y a las autoridades de 39 municipios. El candidato
del PJ, Eduardo Duhalde, llamó por teléfono a Rodríguez Saá para felicitarlo por el
triunfo. Electo en 1983 por un período de cuatro años, Rodríguez Saá promovió la
reforma constitucional y fue reelecto por holgadas mayorías en 1987, 1991 y 1995. Esta
vez, el puntano no ganó tan cómodamente como acostumbra, pero se hizo dueño de un
título inédito en Argentina: se convirtió en el único dirigente al frente de un
Ejecutivo provincial que gobernó cinco períodos continuados.El único funcionario
electivo que puede compararse con él es Carlos Menem, quien gobernó La Rioja desde 1983
hasta 1989. Con una diferencia: después de diez años de mandato, el actual presidente
tiene una imagen negativa para la mayoría de la gente, mientras que el puntano, pese a
los diversos escándalos que protagonizó ver recuadro, conserva un alto grado
de popularidad en la provincia que gobierna.
Un gobernador a prueba de os
Rodríguez Saá es un candidato con traje antiflama. El escándalo más resonante y
dudoso, ocurrió el 21 de octubre de 1993. Según denunció el gobernador, esa noche,
mientras estaba en el Motel Y no C con su amante, La Turca Esther
Sessín, entraron dos personas que lo golpearon y lo maniataron. Siempre según la
versión de Rodríguez Saá, lo obligaron a trasladarse a la casa de uno de los hombres,
donde lo obligaron a desnudarse y adoptar posiciones eróticas junto a una
mujer, mientras era filmado. El episodio nunca quedó claro.Pero eso no es todo. En su
provincia, Rodríguez Saá ejerce el poder de un modo muy particular. En marzo de 1998, el
Colegio de Abogados de Villa Mercedes, la segunda ciudad de la provincia, organizó un
velorio para simbolizar la muerte de la Justicia, muerte que había provocado el
gobernador apodado El último emperador por sus detractores con
diversas medidas. Entre ellas, cesantías de secretarios, control ideológico, control del
Jurado de Enjuiciamiento, sometimiento del Poder Judicial, denegación de Justicia,
supresión de la matrícula, disolución del Colegio de Abogados.A lo anterior, hay que
sumar que el mandatario provincial maneja el canal estatal y que su hermana dirige el
único diario importante de la provincia. Su patrimonio también es una incógnita. Los
bienes del gobernador declarados hace quince años, cuando asumió la gobernación, eran
dos modestos automóviles y una casita. A principios de 1998 habitaba una mansión en el
centro de San Luis y poseía otra en las afueras de la ciudad, cuya valuación conjunta
ronda los dos millones y medio de pesos. A esto hay que sumarle negocios inmobiliarios,
empresas constructoras y propiedades en la Capital Federal. |
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