Por Ariel Greco San Lorenzo derrotó
nuevamente a Boca por la Mercosur y por el mismo resultado del partido de ida. Ahora, la
semana próxima se definirán las posiciones finales del Grupo C: como San Pablo, líder,
le ganó a la Universidad Católica 2-0; en la fecha final, Boca deberá ganarles a los
chilenos para ser segundo, cualquiera sea el resultado de San Pablo-San Lorenzo. Lo de los
de Ruggeri también es complicado.
Boca empezó el partido con una estrategia manifiesta: empujar a San Lorenzo en su sector,
apretarlo y ahogar la salida de los de Ruggeri. Pero le salió mal. Porque los volantes se
adelantaron a campo rival y llegaron tarde en el anticipo, como Pereda, o no hubo achique
a sus espaldas y, si la perdían, se venía entonces la contra del rival, mucho más clara
y precisa. Es que San Lorenzo encontró la fórmula regalada: retrocedió, le hizo hombre
a Barijho y Palermo dejando a Córdoba libre, soltó a Morel -no había nadie por los
costados en Boca, que centralizaba y no bien recuperaba salía disparado con Franco
y Romagnoli, que anduvieron muy bien, y progresaba con el veloz Estévez, que superó a
Matellán y también ganó por el otro lado.
Así, mientras Boca avanzaba sin atacar, sin que apareciera La Paglia como conductor
duró sólo unos minutos y con Palermo trabajando mucho pero desde afuera, San
Lorenzo atacaba en serio y creaba situaciones cada vez que salía de contra. Buenas
habilitaciones de Franco, con toda la defensa boquense a contrapierna, no se concretaron
por poco hasta que la subida de Morel terminó en remate, rebote de Córdoba y nuevo
disparo al gol. En los últimos diez Boca tuvo un cabezazo de Palermo y un aparente penal
a La Paglia, pero no le alcanzó para emparejar un desarrollo que San Lorenzo siempre
controló.
En el segundo, Boca volvió a salir arrollador pero confuso. San Lorenzo se replegó aún
más y en este período sólo se defendió sin cuidar la pelota y cortando con muchos
fouls. Al cuarto de hora Bianchi llamó a los Bomberos y entraron Cagna, Riquelme y el
Mellizo Guillermo. De ahí en más, aunque Pereda se hizo echar, la diferencia no se notó
y Boca fue y fue. Hubo una de Basualdo, otra de Palermo, centros, cabezazos y protestas.
Pero Boca no supo cómo y San Lorenzo, resignado a defenderse de cualquier manera,
aguantó bien agrupado junto al seguro Campagnuolo. El domingo se jugará la segunda parte
del desafío, pero por el Apertura.
| El estatuto discrimina El titular del Instituto Nacional contra la Discriminación, Víctor Ramos,
admitió que el estatuto de Boca aprobado el 14 de abril es
discriminatorio y aseguró que apoyará la denuncia judicial presentada por Antonio
Alegre y Carlos Heller, quienes señalaron que el estatuto exige a quienes pretendan
ocupar cargos directivos un aval bancario por el 20 por ciento del patrimonio del club:
unos cuatro millones de pesos. Habría una diferenciación entre los socios, con lo
que algunos podrían acceder a un cargo político y otros no, manifestó Ramos,
quien además sostuvo: Si esto no se modifica, se estaría armando una situación de
una comisión directiva oligárquica. Tener patrimonio no quiere decir honestidad. |
|