Por Julio Nudler Evaluar la gestión del
Instituto Nacional del Agua y del Ambiente (INA) no es sencillo, como descubrieron los
expertos de la Auditoría General de la Nación. Su dictamen, concluido el 31 de mayo
último, realiza 28 recomendaciones, que corresponden a otras tantas fallas descubiertas
en la operación del organismo. Esas fallas pueden no ser sólo indicadores de ineficacia
e ineficiencia, sino también indicios de prácticas corruptas por la falta de
transparencia que implican, pero la AGN, dependiente del Parlamento, no tiene entre sus
propósitos establecer fraudes ni otros ilícitos. Por tanto, sus informes se detienen un
paso antes de extraer esas conclusiones. En todo caso, de la lectura del documento surge
claramente la impresión de un desmanejo generalizado y una notoria ineficacia en esta
repartición que depende de la secretaría de María Julia Alsogaray. Por lo demás, la
Auditoría resolvió ampliar la investigación, para escarbar en algunas
incompatibilidades como el presunto autocontrato del titular del Instituto, Mario
Naón De Marco, a una empresa suya y en la falta de presentación de las
declaraciones juradas de bienes, que constituyen en sí mismas faltas graves y pueden
determinar la cesantía del funcionario en infracción.
El grueso dictamen señala que no se ha podido observar (en el INA) una
planificación que tienda a relacionar los objetivos institucionales con las metas
definidas presupuestariamente, ni con las actividades llevadas a cabo por el
Instituto. Además, la Coordinación de Gestión Técnica, dependiente de la
Presidencia (es decir, De Marco), que recopila datos recibidos de los centros sobre los
proyectos y elabora la memoria del Instituto, no tiene asignada la competencia para
realizar el seguimiento y evaluación de las actividades. Es más: El INA no
cuenta con un sistema de control de gestión que permita el análisis y evaluación del
rendimiento de la organización como un todo...
Otra comprobación sugestiva es que el INA no cuenta con información sistematizada
para la determinación de costos. En los proyectos externos la valoración de cada uno de
los servicios y productos no se realiza en forma sistematizada. De esta manera no es
posible determinar el cálculo de los márgenes de utilidad que se generan por cada
proyecto. Tampoco es fácil enterarse de lo ocurrido con tales proyectos, porque
no se encuentra sistematizada la confección de expedientes... La información de
los proyectos relevados se halla archivada en distintas áreas, sin que exista una guía o
referencia única que permita conocer todo lo actuado y la sucesión cronológica de los
hechos relevantes en cada uno...
El desorden (¿espontáneo o fabricado?) llega a niveles extremos. Como ejemplo, los
auditores citan un proyecto celebrado entre el INA y una empresa, que se puso a
consideración del gerente de Programas y Proyectos cuando ya lo habían aprobado el
presidente del Instituto y el director del Laboratorio de Hidráulica. Por otra parte,
el convenio final del proyecto mencionado establece un cronograma de pagos y aportes
sin que conste un presupuesto aprobado por el INA. Asimismo, falta la intervención de la
Asesoría Legal y el Departamento Administrativo en la revisión y visado del
convenio. Para abundar, la AGN comprobó que en el INA no existen manuales de normas
y procedimientos para áreas relevantes del Instituto.
Respecto de la gerencia de Programas y Proyectos, los auditores no pudieron realizar un
análisis en profundidad de los recursos generados por el organismo porque esos recursos
no están sistematizados, lo que no permite tener una visión de la totalidad de lo
presupuestado, recaudado y cómo fueron ejecutados. Por de pronto, el INA no cumple
con la obligación de que la referida gerencia elabore y controle el régimen arancelario
por los servicios que el Instituto presta a terceros.
Del extenso y crítico informe de los auditores surgen falencias e irregularidades a todo
lo ancho del INA. Como ejemplos para diferentes áreas pueden citarse los siguientes:
Dirección de
Control de la Contaminación. El INA sólo lo efectúa en algunos recursos hídricos.
Otros están fuera de toda vigilancia. Por otra parte, las industrias deben presentar una
declaración jurada anual, pero los plazos son más que laxos. Se menta el caso de una
empresa que no presentó su declaración correspondiente a 1995, y a la que recién en
abril de 1997 se le notificó una multa. Durante 1998 fueron inspeccionadas apenas 72
plantas fabriles sobre un universo de 5000 empadronadas, cada una de las cuales debería
haber sido visitada dos veces en el año, con toma de muestras en cada caso y cobro de un
derecho especial cuando la concentración de contaminantes fuera muy alta. El INA sólo
les cobró en 1998 a 12 establecimientos ese derecho, como resultado, no respecto del
medio ambiente sino de las también poquísimas inspecciones efectuadas en 1997. Por lo
demás, no existe un banco de datos de contaminación hídrica, como tampoco del aire y
del suelo.
Situación
presupuestaria. La Auditoría halló que no se realiza un presupuesto preliminar del
Instituto, que no hay apertura en subprogramas, actividades y tareas, y, como
tampoco se elabora un presupuesto de requerimientos sectorizados de las necesidades de
cada centro, éstos no pueden autocontrolarse. Más aún: Las áreas sustantivas del
Instituto señala el documento no conocen los montos que les corresponden por
el presupuesto anual aprobado, y los gastos incurridos para llevar a cabo los
proyectos externos no se imputaron correctamente en el presupuesto.
Eficacia. La
AGN encontró imposible el desarrollo de indicadores y la extracción de conclusiones por
carencia de información. Un ejemplo ilustra la situación: En la meta
análisis químicos especiales, la cantidad programada era de 1100; como
cantidad ejecutada se indica que fueron 900, mientras que en la columna de desvíos se
informa cero en lugar de 200 análisis. Tampoco se indican las causas de los
desvíos.
Economía. Se
comprobó que no existe en el Instituto un mecanismo de asignación de costos a los
distintos centros de responsabilidad, que permita la valorización de cada uno de los
servicios y/o productos, así como la producción terminal.
Otras voces |
Alfredo Leuco
(periodista)María Julia, Pico
y Alderete son símbolos de la forma de recaudar fondos negros de los políticos. La
Justicia va a probar que se enriquecieron, por lo menos, súbitamente. A mi entender,
María Julia es el icono del menemismo, la contracara a de Eva Perón, la ejecutora de la
revolución neoconservadora que inició Menem. Ellos simbolizan lo que ha sido la
impunidad en esta década infame. No sé si van a terminar presos, pero les está yendo
muy bien en esa candidatura. Que queden o no entre rejas va a depender de la voluntad
política que tenga el próximo gobierno. No porque éste vaya a influir en la Justicia
sino porque desde el Parlamento se pueden presentar las pruebas y poner en marcha las
investigaciones.
Nelson Castro
(periodista)
Creo que Alderete, Pico y María Julia son símbolo de
un tipo de funcionarios que no queremos más, que deben ser investigados. Funcionarios
que, al margen de la responsabilidades judiciales, han tenido responsabilidades
políticas, como ocurre en el caso de Naón. Sin duda que todas estas gestiones deberán
ser investigadas por una Justicia que actúe sin presiones políticas, pero con total y
absoluta independencia. No sé quién va a ocupar el próximo gobierno, pero esa
investigación es una de las cosas que la sociedad les está pidiendo. Como dice la
Constitución, si así no lo hicieren, se lo reclamaremos.
Luis Majul
(periodista)
Entre los políticos que consulto circulan dos
hipótesis: la primera, que María Julia y Alderete son los personajes ideales para que
Menem los deje caer, dando una señal a la Alianza para que apruebe un paquete de medidas.
La segunda hipótesis es que esto se convierta en una bola de nieve que arrastre a mucha
gente del entorno de Menem. Creo que las dos son posibles. También estoy seguro de que,
si gana la Alianza y estos casos no se investigan, puede pasar algo parecido a lo que le
ocurrió a Raúl Alfonsín cuando intentó clausurar la revisión de la represión ilegal
en la época de la dictadura promulgando las leyes de Obediencia Debida y Punto Final: el
juicio fue continuado por otras vías. Si De la Rúa decidiera no investigar a los
funcionarios sospechados de corrupción, no va a lograr impedir que efectivamente se los
investigue, porque entran en juego factores como la opinión pública, los jueces y los
fiscales, que pueden resolver hacerlo por su cuenta.
Joaquín Morales Solá
(periodista)
María Julia, Alderete y Pico me parecen símbolo de
arbitrariedad y ostentación. No sé si van a terminar presos, pero creo que a María
Julia por lo menos se le vienen tiempos muy difíciles, cada vez peores. Esta semana fue
terrible, porque tuvo que dar explicaciones de todo tipo, cuando antes hubiera solucionado
todo en media hora. Creo que, si gana, Fernando de la Rúa va a investigar a estos
funcionarios, sobre todo si quiere diferenciarse del gobierno anterior. |
Naón me dijo que estaba tranquilo
y yo no tenía por qué indagar más
María Julia Alsogaray dijo a los
diputados que se conformó con la respuesta de De Marco Naón cuando le dijo que él
estaba tranquilo con su actuación. La Alianza la acusó de no tener ánimo de
investigar y afirmó que es responsabilidad del ministro o el secretario lo que pasa
por debajo. |

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Silvia
Vázquez, de la Alianza, y Mabel Müller, del PJ, en la interpelación de Diputados.
La Alianza buscó probar la culpa de María Julia. El PJ no la defendió
demasiado. |
Por Adrián H. Mouján
@Al señor De Marco Naón le hice una pregunta general: ¿Estás tranquilo con
tu actuación?. El me dijo que sí. Y yo me conformé con su respuesta; no tenía
por qué indagar más. Con esta afirmación, fría y sin la menor alteración en su
tono de voz, María Julia Alsogaray intentó evitar que los diputados de la oposición
pudieran demostrar su responsabilidad en el caso de enriquecimiento ilícito y
malversación de fondos públicos por el que se investiga a Mario De Marco Naón, titular
del Instituto Nacional del Agua y el Ambiente (INA).
En su presentación en la Comisión de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados,
María Julia contó con la ayuda de los legisladores del PJ, que casi no preguntaron.
Cuando el clima se tornaba desfavorable a la funcionaria incluso buscaron que los
diputados opositores cayeran en polémicas secundarias, y a veces hasta lo lograron.
La Alianza buscó probar que Alsogaray tiene responsabilidad política y administrativa en
el escándalo que gira en torno al crecimiento del patrimonio de De Marco Naón.
Yo recibí una denuncia anónima a fines de julio, en donde se detallaban una serie
de denuncias contra el señor Naón y el auditor del INA, que incluían el tema de su
patrimonio, de su casamiento en Alaska, y de las contrataciones directas por parte del
INA. Como no contenía documentación, la elevé inmediatamente a la Sigen (Sindicatura
General de la Nación), fue el argumento que María Julia repitió toda la tarde.
¿Pero usted no cree que debía iniciar una investigación sobre Naón y el auditor
y suspenderlos o sancionarlos, además de iniciar un sumario interno?, fue la
pregunta reiterada que le hicieron los aliancistas Silvia Vázquez, Rafael Flores, Darío
Alessandro, Nilda Garré y Héctor Polino, y que no encontró eco en la funcionaria.
Precisamente Polino fue el primero en acusar a María Julia de no tener ánimo de
investigar. Acababa de escuchar una largo discurso de introducción de María Julia,
quien sabiendo que existía un pedido de Eduardo Duhalde para que renunciara les recordó
a los justicialistas presentes que ella depende directamente del presidente Carlos Menem.
En esa presentación, María Julia dijo que no podía dejarse llevar por lo que los
medios publican. Reconoció haber recibido una denuncia anónima sobre la actuación
de Naón al frente del INA, y cometió un olvido que luego subsanó el aliancista
bonaerense Jorge Giles.
Según Giles, en esa denuncia anónima había un memorandum interno del INA firmado por De
Marco Naón en el cual el funcionario indicaba que el 20 por ciento del dinero que
ingresara al organismo por contrataciones directas debía ser girado a una cuenta
particular. Sí, es verdad, la recuerdo y también se la envié a la Sigen,
contestó la secretaria de Recursos Naturales. Esta situación la obligó a explicar a
qué se referían las denuncias:
u la fastuosa boda de Naón en Alaska
u las pepitas de oro que repartió como souvenirs
u la información sobre las propiedades y los caballos de carrera que adquirió el auditor
del INA en San Luis
Y así y todo, decidió no investigar le dijo Giles.
El INA es un organismo descentralizado y no me compete a mí iniciar una
investigación porque no está dentro de la responsabilidad de mi área -respondió María
Julia.
El diputado de Acción por la República (AR) Guillermo Francos intentó romper con la
estrategia al preguntarle a María Julia si creía, cuando le solicitó a Menem que
firmara el decreto que designaba a Naón como titular del INA, que su subalterno era
idóneo.
No existe razón alguna para pensar que (Naón) no era idóneo para el cargo
contestó la secretaria.
Inmediatamente la justicialista bonaerense Norma Godoy le dio una gran mano a María Julia
al sacar del arcón de los recuerdos el escándalo IBMBanco Nación, que afectó a Aldo
Dadone, colaborador del titular de AR, Domingo Cavallo. Francos evitó la emboscada, pero
Mary Sánchez cuestionó a las legisladoras justicialistas su comportamiento. Las
mujeres debemos honrar los cargos que ocupamos, pero cuando defendemos el cupo de esta
manera, me da vergüenza, dijo la dirigente frepasista. ¿Vos, que le pegaste
una cachetada a (Jorge) Matzkin en el recinto, venís a decir a eso?, le enrostró
la ultramenemista Elsa Melonio, recordando un sonado episodio que ocurrió cuando el
actual viceministro de Interior era el jefe de la bancada justicialista.
Luego de sacar la reunión del bache en el que había caído, la Alianza, encabezada por
Alessandro, Garré y Flores, sustentó su posición acerca de la responsabilidad de María
Julia. El diputado porteño del Frepaso citó a Roberto Dromi, el ex ministro de Obras
Públicas de Menem, y al propio jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez, quienes, en un ensayo
el primero, y en una causa judicial el otro, dejaron en claro que es responsabilidad del
ministro o el secretario de Estado todo lo que sucede en un organismo, aunque sea
autárquico, que dependa de su área.
Es indudable la responsabilidad política y administrativa de la secretaria de
Recursos Naturales, afirmó Alessandro, mientras que Nilda Garré le dijo a María
Julia: Si, como usted dice, no controla al INA, ¿cómo conoce los recursos que
maneja si éstos ni siquiera están sistematizados por el organismo?. Allí Francos
preguntó: Si una provincia se ve afectada por una crisis hídrica, ¿quién le da
las ordenes al INA?. Yo fijo las políticas, dijo María Julia,
olvidándose de su estrategia.
Luego Mary Sánchez le preguntó sobre la actual situación de Naón. Pidió una
licencia por tiempo indefinido hasta tanto se esclarezca su situación, precisó
María Julia.
O sea que ni siquiera lo suspendió; aceptó la licencia en lugar de aplicarle una
sanción.
Me amparé en el derecho de presunción de inocencia.
¿La suspensión de Naón es con o sin goce de haberes? insistió Sánchez.
No sé, tendría que consultarlo bien fue la frágil explicación de
Alsogaray.
Paso al costado de Bagnasco El juez federal Adolfo Bagnasco se declaró incompetente en la causa en la
que se investiga el presunto enriquecimiento ilícito del titular del Instituto Nacional
del Agua (INA), Mario de Marco Naón. El magistrado remitió el expediente al juez Rodolfo
Canicoba Corral, porque fue quien había tomado intervención primero en el caso. Bagnasco
había hecho ya varios allanamientos en la sede del INA y en dos departamentos de Naón
ubicados en Barrio Norte, en los que se obtuvieron elementos que acercan la investigación
a la propia secretaria de Medio Ambiente, María Julia Alsogaray. La pesquisa también
podría tocar al auditor del INA, Guillermo González Rueda, quien integra junto con Naón
el directorio de Servicios y Transportes S.A. |
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