Por Carlos Stroker Carlos Ruckauf estaba tan
confiado en su triunfo para gobernador de la provincia de Buenos Aires, que hace más de
un mes decidió realizar una serie de consultas con ex deportistas y periodistas
deportivos para discutir la importancia de seguir con los Juegos Deportivos Bonaerenses,
que tienen un presupuesto mayor que la Secretaría de Deportes de la Nación. Casi todos
los consultados le dieron el sí al electo mandatario provincial. Ruckauf decidirá esta
semana si asiste el próximo sábado al inicio de las rondas finales de la edición
99 de los Juegos, que se llevarán a cabo en Mar del Plata, mientras medita de qué
manera impulsar su continuidad.Los Juegos Deportivos Bonaerenses tiene un presupuesto
anual de 27 millones de dólares, mientras que la secretaría nacional tiene asignado un
presupuesto de 23 millones. Ruckauf deberá definir si el sábado estará en Mar del
Plata: allí habrá mucho chicos y padres de los distintos distritos y Ruckauf sabe que el
deporte es una buena manera de hacer política. El gobernador electo aún no sabe si la
dirección de los Juegos seguirá bajo el mando del mayor retirado Víctor Groupierre o si
colocará a otro funcionario en su lugar. Si bien Ruckauf postuló en su campaña
política que la prioridad pasará por la seguridad de los bonaerenses, el deporte
ocupará un lugar importante en su plan de gobierno. Los Juegos Deportivos Bonaerenses
dependen del Instituto del Deporte de la provincia, que además de tener que controlar los
27 millones destinados únicamente a los Juegos, tiene un presupuesto fijado en 3 millones
de dólares. Hoy, el titular de los Juegos es Groupierre, un esgrimista que llegó a ese
lugar de la mano del ex ministro de Gobierno provincial (y ex secretario de Deportes
menemista) Fernando Galmarini. Para Eduardo Duhalde, esos Juegos eran muy importantes,
tanto como los que creó hace dos años, los Juegos de la Tercera Edad, que también se
mantendrán debido a que Ruckauf quiere darles continuidad y una importancia similar a la
de los Juegos. El Instituto del Deporte de la provincia depende del Ministerio de Gobierno
y fue por eso que Galmarini decidió nombrar a Groupierre al frente del Instituto.Ruckauf
aún no sabe si seguirá Groupierre, pero tiene casi decidido que si lo reemplaza, el
cargo sea ocupado por un político y no un deportista conocido. Así como designará al
cavallista Ricardo Gutiérrez al frente del Ministerio de Economía provincial, es
factible que el reelecto intendente de Merlo, Raúl Otacé, sea su ministro de Gobierno. Y
si es así, Angel Romero tiene chances de ocupar la titularidad del Instituto deportivo.
Es que Romero está al frente de la Dirección de Deportes de Merlo desde hace 12 años.Es
conocida la historia que vincula a Ruckauf con el deporte. Hincha de Racing, la última
vez en que habló en forma pública de su equipo favorito fue cuando como
vicepresidente de la nación y titular de la Cámara de Senadores decidió impulsar
una ley para evitar el remate de Racing. En aquella ocasión, llegó a tener el apoyo de
su principal rival en las elecciones del domingo, Graciela Fernández Meijide, también
hincha de Racing, y también el de Carlos Chacho Alvarez, vicepresidente
electo y, además, hincha del equipo de Avellaneda.Más allá de este detalle, en la
intimidad de Ruckauf se habla de la importancia política de mantener los Juegos. Lo que
resta definir es saber si Groupierre seguirá al frente del mismo. El sábado próximo
empiezan las finales y es posible que Ruckauf se haga una corrida a Mar del Plata para
verlos. Eduardo Duhalde aún no decidió si viajará a la costa. Quizá vayan los dos.
LA OPINION DE LOS PUMAS, QUE ARRIBAN HOY AL
PAIS
Somos lo mejor de la historia
A
partir de ahora, cuando se hable de Los Pumas del 99, se tiene que hablar de los
más grandes de la historia; ya no más de los del 65 ó los del 80; creo que
hicimos méritos para ello, sostuvo ayer el pilar Mauricio Reggiardo, uno de los
quince titulares de Los Pumas que cumplieron la destacada actuación en el Mundial de
Gales, en el que terminaron octavos. La mayoría de los integrantes del seleccionado
arribarán hoy al país. El plantel no llegará completo a Buenos Aires ya que varios
rugbiers que actúan en el exterior se quedarán en Europa, como el mismo Reggiardo,
Roberto Grau, Omar Hassan, Miguel Ruiz o Martín Scelzo. Otros integrantes del plantel,
como Diego Albanese, Gonzalo Longo, Agustín Canalda e Ignacio Corletto, demorarán por
algunos días su vuelta porque aprovecharán para hacer un poco de turismo. Agustín
Pichot y Eduardo Simone, flamantes incorporaciones de Bristol, viajarán a la Argentina
por un corto tiempo y después regresarán a Inglaterra.El apertura Gonzalo Quesada
todavía puede adjudicarse el balón de oro que se le entrega al goleador del Mundial. El
pateador de Los Pumas marcó 102 tantos y lidera la tabla, delante del sudafricano Jannie
de Beer con 76. Luego se encolumnan rugbiers que ya no están en competencia: el inglés
Jonny Wilkinson (69 tantos), el samoano Silao Leaega (62), el galés Neil Jenkins (57) y
otro inglés, Paul Grayson (54). El australiano Matthew Burke, aún en competencia, anotó
52 tantos.Estamos entre los 8 mejores equipos del mundo y eso no es irreal. Lo
merecimos, porque jugamos buenos partidos, destacó Reggiardo, para recordar que
salvo nosotros, los jugadores, muy pocos creían que este equipo pudiera llegar tan
lejos. Algunos pensaban que podíamos pasar a la segunda ronda, pero de ahí a que
entráramos en los cuartos de final, creo que no.Reggiardo sostuvo que este
equipo tiene muchas agallas y que la garra fue reconocida después de cada
partido. Inclusive el capitán del seleccionado francés llegó hasta el vestuario
después del partido para saludarnos y nos dijo que el nuestro era un equipo de locos, que
no podía creer cómo jugábamos y que se notaba mucho la solidaridad que hay en el
grupo, confió. Respecto del futuro, Reggiardo opinó que es fundamental que
los dirigentes den un paso importante, que va más allá de la profesionalización del
rugby en la Argentina: que ayuden al jugador, que se dediquen al juego y que terminen con
los problemas políticos internos, las discusiones y los conflictos a nivel dirigencial y
técnico, enfatizó.
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