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MONSEÑOR
TOLEDO, LIBRE BAJO CAUCIÓN
“Trusso nos traicionó”

El ex secretario personal del cardenal Quarracino declaró durante seis horas y deslindó responsabilidades en la estafa del BCP. Tenía “plena confianza” en los Trusso, dijo, pero lo “traicionaron”.

Monseñor Toledo, junto al desaparecido cardenal Quarracino.
Ratificó ante la jueza la estrecha relación de ambos con los Trusso.

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t.gif (862 bytes)  Monseñor Roberto Marcial Toledo quedó anoche en libertad bajo caución juratoria, después de prestar declaración indagatoria durante seis horas ante la jueza penal Marcela Inés Garmendia. Toledo, ex secretario personal del cardenal Antonio Quarracino, permaneció detenido en una comisaría durante un día y medio y recién quedó libre cuando le dio su versión a la magistrada acerca del destino de 700 mil dólares que salieron de la cuenta que el Arzobispado tenía en el Banco Crédito Provincial (BCP) y que no constaban en los libros contables de la institución religiosa. La jueza tiene ahora cinco días para decidir la situación procesal del actual vicario general de Avellaneda. Hoy a la mañana, Garmendia indagará a Juan Miguel Trusso, el menor de la familia responsable del BCP, que anoche permanecía alojado en una comisaría de Berazategui. Ante la jueza platense, monseñor Toledo dio detalles de su relación con el fallecido cardenal Quarracino, y la de ambos con los Trusso, a la que calificó como “de plena confianza”. En ese contexto, cargó contra los dueños del ex BCP. “Nos traicionaron”, afirmó en las escalinatas de los Tribunales de La Plata no bien terminó de declarar.El prelado deslindó responsabilidades sobre las imputaciones. En ese sentido, apuntó que era Francisco Javier Trusso (h.), ex titular del BCP, “quien manejaba tanto la cuenta bancaria (del Arzobispado) como los actos de caridad. Todo estaba basado en la confianza”, relató. “Esto era correspondido con nuestra confianza, sin ningún tipo de límites, por lo que las firmas en los cheques eran corrientes, y después se nos indicaba de qué manera quedaba la constancia en los libros del banco”, agregó el sacerdote. “Me siento como un hijo al que le han pegado una cachetada a mi Santa Madre, la Iglesia”, se lamentó.La declaración de Toledo ante la juez volvió a dejar al descubierto el íntimo vínculo entre la Iglesia y la familia Trusso. Quarracino y sus secretarios, Toledo y el laico Norberto Silva, disfrutaron de los obsequios de los Trusso hasta la escandalosa caída del BCP. La familia les pagaba costosos paseos por Nueva York y se hacían cargo de los abultados cargos de las tarjetas de crédito de los religiosos. A cambio, la figura del cardenal les sirvió a los ex banqueros para acercarse a la llama del poder: Francisco Trusso fue embajador de Carlos Menem en el Vaticano y estuvo a punto de asumir en la Oficina de Etica Pública. Pero la fiesta terminó cuando se destapó el vaciamiento de la entidad financiera y estalló el mayor escándalo financiero de los últimos años.A diferencia de monseñor Toledo, el menor de los Trusso, Juan Miguel, pasó su segunda noche en la celda. Hoy a las 9, cuando lo trasladen al despacho de la magistrada, intentará convencerla de que no fue responsable de la quiebra del BCP. Garmendia tiene la sospecha de que desde el estudio jurídico del imputado se tejieron las maniobras fraudulentas que se investigan en el caso. Y, además, analiza una presunta estafa en la transferencia de las acciones de Inversora Recoleta al ex BCP. El también ex vicedirector de Caritas Buenos Aires está imputado, prima facie, por “administración fraudulenta, estafa y asociación ilícita”, delitos que, de comprobarse, no habilitarían una excarcelación. Según adelantó el abogado del ex banquero, Ramiro Pérez Duhalde, Trusso va a declarar que por él no pasaban las decisiones que se tomaban en el banco.

 


 

Recuperación automotriz aún con signos de debilidad
Terminales a marcha lenta

t.gif (862 bytes) El aumento de las exportaciones en octubre permitió un leve crecimiento de la producción automotriz. El mes pasado se fabricaron 32.103 vehículos, un 3,6 por ciento más que en el mes anterior. Pero el salto más destacado se dio en las ventas al exterior, en especial a Brasil, que en total sumaron 8875 unidades, 18,9 por ciento por encima de las de septiembre. De todos modos, las cifras continúan siendo sensiblemente inferiores a las del ‘98, con una baja del 19,7 por ciento en la producción y del 62,7 en las exportaciones. En cuanto a las ventas al mercado interno, no lograron sostener la recuperación de los últimos cinco meses, y en octubre descendieron el uno por ciento. Se colocaron 36.591 unidades, suficiente como para superar en 14,3 por ciento la magra performance que se registró hace un año, cuando ya se sentían plenamente los efectos de la recesión. Un factor que influyó en la caída de las ventas es la finalización del Plan Canje Plus, que fue reemplazado por otro programa con descuentos más bajos por la entrega de la unidad usada.Aun así, como en ese plan el descuento sólo alcanza a los vehículos de producción nacional, las ventas de estos superaron ampliamente a las de los importados. En octubre se colocaron 23.246 unidades fabricadas por las terminales locales, contra 13.345 importadas, tanto por esas mismas empresas –la mayoría– como por particulares.El ranking por marcas estuvo liderado por Renault, con una penetración de mercado del 20,9 por ciento. Le siguieron Fiat (17,1), Ford (16,6), Volkswagen (13,2), General Motors (10,3), Peugeot-Citröen (10,1), Toyota (2,8) y Mercedes Benz (1,9). En cuanto a los modelos más vendidos, el primer lugar lo ocupó el VW Gol, con 2533 unidades. Después se ubicaron el Chevrolet Corsa (2315), Fiat Uno (2053), Fiat Palio (2000), Renault Clio (1983), Ford Ka (1635), Fiat Duna (1520), Ford Fiesta (1236), Ford Escort (1211), VW Polo (1188), Renault Mègane (1049), Renault 19 (1038), Peugeot 306 (760), Chevrolet Astra (687) y Peugeot 206 (614).

 

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