Por Mariana Carbajal Un maestro de
sexto grado de una escuela municipal porteña fue acusado ante la Justicia de presunto
abuso deshonesto y corrupción de menores, luego de que algunos padres de sus
alumnos denunciaran que durante el horario escolar les enseñaba a sus hijos, con
explicaciones prácticas, a masturbarse y que los tenía amenazados para que no se lo
contaran a sus padres. El docente fue separado preventivamente de su cargo por la
Secretaría de Educación y se le inició un sumario administrativo. De comprobarse
la denuncia, sobreviene inmediatamente la exoneración, con lo cual no podrá volver a
dictar clases en su vida, anunció el secretario de Educación, Mario Giannoni. Al
borde del llanto, el acusado, de 25 años, enfrentó ayer a la prensa. Negó haber
exhibido sus genitales a los chicos, aunque reconoció que en su descripción incluyó
un gesto obsceno. Me preguntaron qué era la masturbación, en una
ocasión en que estuvieron los chicos solos y lo expliqué. Cometí el error de ponerme a
la altura de ellos. Estoy totalmente arrepentido, admitió Julio Barnils.El episodio
ocurrió en la Escuela Nº 24 Presidente Ortiz, ubicada en Bahía Blanca 2535, del barrio
porteño de Villa del Parque, donde Barnils estaba al frente del sexto grado del turno
tarde desde marzo. Hasta la semana pasada, cuando fue suspendido, también era profesor de
inglés en la Nº 14 Simón Bolívar, de Tinogasta 5768. Los hechos fueron denunciados el
viernes en la comisaría 45ª. La causa quedó en manos de la jueza Nº 2 de Menores,
Silvia Sassano, quien en los próximos días podría tomar declaración a todos los
alumnos del grado. Los primeros comentarios llegaron a la escuela el miércoles 3. El
lunes último la directora, Virginia Valmaggia, convocó a una reunión a todos los padres
de los chicos de sexto. Cada uno relató lo que su hijo le había contado,
señaló ayer a Página/12 una madre. El mío me dijo que había visto a tres
compañeros masturbándose junto con el profesor, en un recreo, dentro del aula. Lo mismo
habían visto en distintas oportunidades otros chicos y una nena. Una madre agregó que a
su hijo el docente le agarró el pito para mostrarle cómo masturbarse. Otra dijo que su
hijo y otros dos habían ido a la salida de la escuela a su casa y él les había mostrado
revistas y videos pornográficos. Otras contaron que un día durante una excursión se
había quedado en el micro y se había masturbado con cuatro o cinco alumnos, cuando los
otros ya habían bajado, agregó la misma madre, mientras esperaba que su hijo, de
11 años, saliera de la escuela. La directora quedó perpleja con los relatos.
Barnils me dijo que los chicos le preguntaron qué era masturbarse y que él
respondió, indicó Valmaggia. No es una actitud compatible con un
docente, opinó la directora ante este diario. Los hechos habrían sucedido a mitad
de año. Los chicos no hablaron antes porque el maestro los tenía amenazados con
bajarles las notas o incluso suicidarse si hablaban, agregó la misma madre, que
junto con otras madres y padres se congregó por la mañana en la puerta del colegio para
denunciar al profesor ante los medios.El acusado, en tanto, negó haber dado una clase
práctica para enseñarles a sus alumnos qué era la masturbación, aunque sí reconoció
haber realizado un gesto obsceno, del cual dijo estar completamente
arrepentido. También negó haberles mostrado videos porno. Barnils recibió a la
prensa en su casa, a unas veinte cuadras de la escuela Nº 24. Apesadumbrado y con los
ojos vidriosos, hizo su mea culpa. Me preguntaron qué era la masturbación, en una
ocasión en la que estuvieron los chicos solos, los varones, porque habían quedado las
chicas en la clase de plástica, y lo expliqué. Cometí el error de ponerme a la altura
de ellos. Expliqué casi usando los mismo términos que ellos usarían. Mi error estuvo
ahí, en explicarlo tal vez fuera del año, porque la reproducción humana era un tema de
séptimo grado y de una manera que no es la de un docente. Mientras la causa penal
continúa su curso, la Secretaría de Educación le inició un sumario administrativo y lo
separó preventivamente de las dos escuelas donde ejercía su profesión. De comprobarse
los hechos, Barnils sería exonerado y no podría volver a ejercer la docencia, según
anunció ayer el secretario Giannoni. Si cometí un error voy a tratar de hacer lo
que esté a mi alcance para poder superarme, ya que siempre me dediqué a esto (la
enseñanza escolar) y quiero con todas las fuerzas seguir dedicándome porque creo que es
para lo que nací, señaló Barnils. Los delitos que se le imputan están
contemplados en los artículos 125 y 127 del Código Penal, que fija penas de entre 4 y 15
años de prisión para la corrupción contra menores de 12 años, y entre 6 meses y 4
años para el caso de abuso deshonesto.
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