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Por Felipe Yapur  Sin duda,
uno de los distritos del justicialismo más afectados por la derrota del 24 de octubre es
el porteño. Los dos grandes sectores que lo integran, el menemismo y el duhaldismo,
sufren las consecuencias de la debacle electoral y, curiosamente, coinciden a la hora de
buscar una alternativa que les permita recuperar terreno en los próximos comicios, donde
se elegirá el nuevo jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires. El salvador para ambos
grupos es un viejo conocido de ellos: el líder del partido Acción por la República,
Domingo Cavallo.En el duhaldismo aseguran que el cavallismo es el sector que más posibilidades tiene de cerrar trato con el PJ. El grupo que integran Alberto Iribarne, Jorge Argüello, Alberto Fernández y Roberto Digón mantuvieron varios encuentros con el ex ministro durante las últimas dos semanas. El principal gestor de esas reuniones fue Fernández, viejo conocido del ex ministro, ya que durante la gestión de Cavallo supo ocupar la jefatura de la Superintendencia de Seguros. Hasta el momento este sector se adjudica tener mejores chances de cerrar un acuerdo con el economista. Y aseguran que a Cavallo no le disgusta tener como compañero de fórmula a Iribarne, el ex jefe de campaña de Duhalde. "El Mingo todavía lo está pensando. No sabe si es el momento adecuado de firmar un acuerdo, pero lo que sí sabe es que con Iribarne y con el duhaldismo puede convocar a todo el peronismo y pelearle la Capital a la Alianza", confió a este diario un entusiasmado Fernández. Pero no todos coinciden con ese razonamiento dentro del duhaldismo. "Tenemos que renovar el PJ y no podemos perder esa oportunidad. Además, si hay un distrito donde lo innovador paga es en la Capital Federal. Entonces, por qué seguir creyendo que lo único que puede salvar al justicialismo es un cargo administrativo o un puesto en la Legislatura. Es preciso construir", dice Jorge Telerman, ex vocero del ex candidato presidencial, para quien es preciso aprovechar el rol de oposición. Lo que no niega el ex candidato a diputado nacional es su preferencia por cerrar un acuerdo con el líder de Nueva Dirigencia, Gustavo Beliz. Pero hace una aclaración: "Lo hago porque creo que Gustavo puede y debe retornar al PJ". En la vereda menemista, el grupo que lidera el todavía ministro de Justicia, Raúl Granillo Ocampo, está dividido. El mismo sabe que su candidatura no tiene no sólo el beneplácito del electorado sino que tampoco la bendición de su líder, el también todavía presidente Carlos Menem. Es por ello que le ofreció personalmente a Cavallo abdicar a su candidatura. Eso sí, tuvo la delicadeza de ofrecerse como candidato a vicejefe de Gobierno. Pero esa no es la única estrategia del menemismo. Otro hombre de este grupo, Miguel Angel Toma, le acercó a Cavallo otra propuesta. El PJ porteño apoyará a Cavallo a cambio de que éste elija a un justicialista para la vicejefatura. Tanto Toma como Granillo aún no recibieron una respuesta. Pero dentro del menemismo también están los que todavía creen en milagros. Este sector está encabezado por Pacho O'Donnell, quien tiene la peregrina idea de que él y Daniel Scioli pueden competir contra la candidatura de Aníbal Ibarra. Sostienen que pueden enfrentar y hasta ganarle a la Alianza con la candidatura del ex motonauta.
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