![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
|
Por Mónica E. Gutiérrez ![]() En el penal de Córdoba
Rivera presenció el asesinato de dos presos ya que el resto fue fusilado Sobre la muerte de Moukarzel, un médico que había sido estaqueado en el patio del penal, Rivera aportó que "estaba sufriendo un broncoespasmo, producto del enfriamiento, y eso le producía una gran fatiga, que terminó en un paro. Hubieran podido reanimarlo, pero lo abandonaron". Según Rivera, "el teniente Alsina, responsable de este crimen, fue sancionado administrativamente por Menéndez, lo que haría que esto no estuviera contemplado en la obediencia debida. Y aún si pensamos en el indulto, lo que se indultó fueron los homicidios y no el abandono de persona". Rivera contó a Página/12 que después de setiembre del '76, cuando fue trasladado a Sierra Chica, volvió varias veces al penal de Córdoba, donde grupos de presos eran llevados como rehenes, en los períodos en que las autoridades militares visitaban el Tercer Cuerpo. "Se nos avisaba que éramos rehenes, y nos daban una tabla de equivalencias: si le pasaba algo a Videla nos mataban a todos, si le ocurría algo a un oficial superior mataban a quince de nosotros, si era un oficial jefe a diez, si era un oficial subalterno cinco, si era un suboficial tres y si era un soldado a uno." Rivera tuvo contacto con dos capellanes del Tercer Cuerpo. "Nos insistían en que teníamos que arrepentirnos y confesarles lo que sabíamos de afuera", recordó. Rivera aseguró que uno de los curas, Sabas Gallardo, les planteó que "la tortura dignificaba, y que para la Iglesia 48 horas de tortura no era pecado para el torturador, porque eso permitía salvar vidas. Que después de dos días ya se podía considerar pecado porque era demasiado para obtener datos válidos por vía de la delación". Según su relato, tanto Sabas Gallardo como otro cura de apellido Mac Kinnon, iban a la cárcel vestidos de paracaidistas. Rivera estuvo detenido entre 1974 y 1983, de los que le quedaron secuelas físicas: sufrió hemiplejia a causa de las golpizas y recién a los dos años pudo volver a caminar. A sus 45 años, vive con su mujer y su pequeño hijo de 7 meses en Trelew.
|