Por Ariel Greco
Había pica,
tal vez por los entredichos de la semana, y se notó en la pierna fuerte que proliferó a
lo largo del primer tiempo: ir con todo, dejar la suela arriba, barrer para enganchar.
Pero eso no fue todo. Porque también pusieron en el buen sentido, lo que hizo emotivo el
trámite en un partido raro, como todo aquel que comienza con un gol "desde los
vestuarios". Y así fue: el aparente más débil de la historia, esos pibes al
cuadrado de San Lorenzo (los pibes titulares más los menores suplentes) hicieron un gol
antes del minuto con desborde por derecha y cabezazo sabio de Ervitti de pique al suelo y
condicionaron todo el desarrollo. Vélez tuvo que correr de atrás. Sin embargo,
durante el primer tiempo no hubo diferencias ostensibles en cuanto al juego, aunque sí en
la red. Bassedas --que anduvo muy bien-- predominó en el medio juego (el pibe Verón
estuvo un rato perdido) y con el apoyo de Eduardo Domínguez por izquierda tuvo
progresión coherente. Sin embargo, no concretó: ni Darío ni Obolo, que tuvo dos
oportunidades claras, supieron cómo doblegar al auspicioso debutante Ramírez. En cambio,
del otro lado, cuando la tuvo Romagnoli, de gran actuación --como pidiéndole a Ruggeri
que no lo borre ante Palmeiras--, San Lorenzo llegó con peligro. En ese sentido, en la
bisagra del período hubo una segunda jugada clave: la expulsión de Cubero por
infracción sin pelota a Filomeno, el mismo que en gran jugada y mejor definición
sentenciaría el período inicial definiendo --tras el sombrero a Méndez-- con toque
picado sobre Chilavert. En los últimos minutos San Lorenzo se floreó, hubo toque y hasta
Romagnoli pudo haber puesto el 3-0, pero su volea dio en el palo del maltratado Chilavert.
El segundo tiempo no agregó nada a lo visto. Ni Vélez pudo quebrar la
defensa ordenada de un San Lorenzo con un hombre más; ni los de Ruggeri se empeñaron en
aumentar la ventaja, lateralizando el juego. Las emociones estuvieron sobre todo en la
virulencia de algunos choques --menudearon las tarjetas-- en el festejo coreado de la
tribuna de los cuervos por el toque.
En un torneo que resultó extraordinario para este joven equipo de San Lorenzo, no es
poco el dato de que anoche, con esos tres puntos, ya están en la Copa Libertadores del
año próximo faltando dos fechas.
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