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FIN DE CICLO EN LA GALERIA DE ALIANZA
Supuestos y presupuestos

Después de dos buenas temporadas,  cambia de rumbo uno de los lugares que dio cuenta del arte de los '90.

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Por Fabián Lebenglik
t.gif (862 bytes)  Durante 1998 y 1999 la sede central de la Alianza Francesa de Buenos Aires, en Córdoba al 900, ha ofrecido una serie de muy buenas muestras, gracias a la gestión de la curadora independiente Sonia Becce, que obtuvo, en este breve lapso, un gran reconocimiento público en el ámbito de las artes visuales. El ciclo, que llevó a la galería de la Alianza a ser uno de los mejores lugares de exhibición porteños, incluyó artistas locales e internacionales, generó fuertes polémicas y hasta sufrió un episodio de censura. Hasta fin de año, como síntesis de ambas temporadas, se presenta un breve resumen entre panorámico y sinóptico, con una colgada distinta de las habituales --visualmente más "limpias"--, que propone un recorrido en todas direcciones con obras representativas y yuxtapuestas de los artistas que mostraron sus trabajos durante este bienio.

Luego de las refacciones edilicias de hace más de dos años a la sede de la avenida Córdoba, el Servicio Cultural de la Embajada de Francia, junto con la dirección de la Alianza convocaron ana29fo10.jpg (10634 bytes) Becce, para que se hiciera cargo del espacio. "Me llamaron -–cuenta la curadora, entrevistada por Página/12-– para que presentara una propuesta de galería de arte institucional que estuviese a la altura de la movida de las demás delegaciones culturales europeas. Así lo hice y les interesó. Mi propuesta fue presentar la obra de artistas jóvenes y la de los no tanto, en un ambiente institucional, jerarquizando aquellos trabajos que tuviesen dificultad para ser mostrados en galerías comerciales por inviables, disparatados o no comerciales. También puse como condición que se hiciesen catálogos cuidados, que se pagase parte de la producción a los artistas y que se pagasen honorarios a los que escribieran los textos de presentación de los catálogos. Los prologuistas no sólo provinieron del ámbito de las artes plásticas sino también de la poesía, la literatura o el teatro. Para todo esto tuve completa libertad de acción tanto por parte de la Alianza como de la embajada."

El resultado fue un espacio con personalidad, sin prejuicios, de gran calidad, y que funcionó en sincronía estética con otros grandes centros urbanos del mundo, a pesar de que la sala propiamente dicha, ubicada en el primer piso, es, desde el punto de vista de la funcionalidad arquitectónica, un amplio hall de distribución y paso hacia las aulas y el auditorio.

La galería de la Alianza, durante este tiempo en el que convocó a un curador "externo", dio cabida a muy buenos artistas, más allá de las técnicas, los géneros y las tradiciones. "Además de las muestras -–explica Becce-–, también se organizaron conciertos de grupos alternativos de música electrónica o de nuevos grupos que estaban en pleno ascenso, así como se dio lugar a disc jockeys que hacían su propia música y a verdaderas puestas en escena de diseñadores de moda como Sergio De Loof o Prisl." El espacio funcionó no sólo como lugar que exhibía la obra de los artistas sino también como un sitio en el que simbólicamente se los contenía.

El filón de donde Becce se abasteció, en parte, para programar las muestras de su espacio fue el de la beca Kuitca, de la que a su vez ella misma ha sido una de las principales organizadoras. Actuales o ex becarios -–que luego adquirieron peso propio-– como Mónica Van Asperen, Jane Brodie, Daniel Joglar, Ruy Krygier, Alfredo Londaibere, Graciela Hasper, Alejandra Seeber, Manuel Esnoz o Adriana Miranda, fueron de la partida. A ellos se agregó otra buena artista joven, Ana Casanova, que integra el taller del pintor Tulio de Sagastizábal.

También presentaron sendas muestras los fotógrafos consagrados (aunque jóvenes, que a su vez han generado discípulos y escuela) como Alejandro Kuropatwa, elegido para abrir el ciclo a comienzos de la temporada pasada, y Alberto Goldenstein, con quien sucedió un episodio de censura que provino de las propias autoridades de la Alianza. Este diario se ocupó ampliamente del tema, cuando ocurrió, a mitad de año.

El capítulo internacional del ciclo lo integraron el polaco Xavery Wolski, que simultáneamente exhibió obra en la galería de Diana Lowenstein, y los reconocidos artistas franceses de trayectoria internacional Bernard Faucon y Orlan. Esta última, con sus cirugías plásticas, generó una fuerte polémica sobre los "límites" del arte, la concepción de la moda y los ideales de belleza corporal.

Las causas del golpe de timón por el cual a fin de año se termina esta etapa de la galería de la Alianza, según relata Sonia Becce, fueron "un serio problema presupuestario y la decisión política de dar otro rumbo a la galería, manejándola desde adentro, con otro presupuesto. Hubo algo así como una decisión por la que parecía innecesario mantener una galería con "catálogos tan caros", y también la presunción de que tendrán la misma afluencia de público y prensa que hubo durante mi gestión" (Córdoba 946, hasta fin de año).

 

Inauguran en la semana

* "Digital", Chino Soria, hoy, en Filo, San Martín 975.
* Primera feria de arte internacional de obras por docena, sólo por hoy, en la galería Diana Lowenstein, de 12 a 21 hs., Avenida Alvear 1595.
* Muestra colectiva de fotografía, hoy, en J. C. Naón, Guido 1785.
* Libros de artistas IV, mañana, en el Museo Sívori, Infanta Isabel 555.
* Gabriela Gachasin, Marta Gaer, Monserrat Montenegro y Débora Ovando, pinturas y dibujos, mañana, en el bar El taller, Serrano 1595.
* Isabel Derderian, pinturas y objetos, mañana, en el Centro Cultural General San Martín, Sarmiento 1551.
* Isabel Pérez Quesada, pinturas, el jueves 16, en la SAAP, Viamonte 458.

Escultores activos

En el marco de Escultura 2000, en Parque Avellaneda (Lacarra y Directorio), donde un grupo de escultores locales y extranjeros están realizando sus obras a la vista del público hasta el 22 de diciembre, se llevan a cabo una serie de actividades: mañana a las 17.30 habrá una demostración de modelado con torno y a las 19 una conferencia sobre escultura argentina contemporánea. El viernes 17, a las 19, una muestra de fotos y video; a las 21 proyección de la película Vincent y Theo. El sábado 18, a las 21, proyección de El sol del membrillo, de Víctor Erice. El domingo 19, a las 21, se proyectará Camille Claudel, sobre la vida de Rodin.

Pasando revista

A modo de una revisión somera de los últimos treinta años en el arte y la cultura, la revista ARTinf acaba de publicar un número doble, de cien páginas, en el que recupera artículos completos o fragmentarios escritos por una larga serie de prestigiosos colaboradores de la revista, tanto argentinos como internacionales, a lo largo de tres décadas, no sólo en campo de la plástica, sino también de la literatura, la música, el cine, el teatro, la ciencia y la cultura en general. En este número se pone el acento sobre el arte argentino y se ofrecen secciones como "Poética teórica", "Miradas retrospectivas", "Escenarios", "Movimientos y tendencias", "Pensamiento y técnica", fotografía, video y arte objetual, multimedia, instalaciones, etc.



OPINION

Una triple debilidad

Por Rafael Cippolini *

t.gif (862 bytes) Me encanta la idea del curador como fan, diletante involucrado con el misterio de la obra que elige para contemplar. Junto a una tradición acostumbrada a la explicación certera, a hacer del sentido un cautivo, hay otra que nos recuerda que la palabra "teoría", etimológicamente, viene de "contemplación", o sea, simplemente del vacío con el cual la imagen pone en peligro a las palabras. Mi gusto es invitar al espectador a convertirse él mismo en curador: a que realice su propia teoría. En otras palabras, el catálogo de Parsimonia no es un "manual de instrucciones" sino más bien una práctica del empowerment, es decir, un arte de delegar. ¿Acaso delegar es síntoma de debilidad? ¿Una tercera debilidad?

La nota del 7 de diciembre considera Parsimonia como una manifestación epigónica de las muestras del Rojas. Lo cierto es que resulta tan epigonal como podrían serlo las obras con las que el pintor madí Carmelo Arden Quin ilustró su charla en la Galería Ruth Benzacar el 3 de diciembre último. Es sabido que en artes plásticas, como en literatura o arquitectura, los criterios de cronología y herencia están entre paréntesis. En cuanto a la aseveración de que esta muestra me convierte, como curador, en "un lujo vano", sólo puedo decir que las mismas palabras "lujo" y "vano" a esta altura de los tiempos son parte de un inventario que el arte absorbe, expulsa y reabsorbe cada 24 horas.

* Ensayista. Curador de la muestra "Parsimonia", que se exhibe en la galería Ruth Benzacar. Esta opinión es una respuesta a la nota "Una doble debilidad", de Fabián Lebenglik, aparecida el martes pasado.

 

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