Por Laura Vales
Sin un papel ni una
carpeta. Con computadoras de menos y los discos rígidos de las que quedaron borrados.
Así encontraron las nuevas autoridades del PAMI los dos pisos donde Víctor Alderete
tomó las decisiones centrales de su gestión: absolutamente vaciados. Ayer el Gobierno
intervino la obra social de los jubilados la que maneja el tercer presupuesto del
país y carga con el estigma de haber funcionado como botín de guerra del partido en el
poder con dos promesas centrales: avanzar contra la corrupción y restablecer las
prestaciones cortadas. El PAMI está desquiciado, sintetizó Cecilia Felgueras
en su primer conferencia de prensa como flamante interventora.
El equipo multipartidario que quedó al frente del Instituto está integrado por
Felgueras, el médico sanitarista del Frepaso Angel Tognetto y el economista del PJ
Horacio Rodríguez Larreta. Y su asunción fue mucho más complicada que lo que se admite
oficialmente. Ante la abierta oposición a ser intervenidos de los directores que
acompañaron toda la gestión de Alderete, sólo un acuerdo con la CGT evitó que las
nuevas autoridades fueran recibidas con una manifestación de protesta (ver aparte). Aún
así no se descartó ninguna precaución: la intervención entró al PAMI cinco horas
antes de lo previsto. La noche anterior, en una reunión con Fernando de la Rúa, se
había tomado la decisión de anticipar su llegada para evitar cualquier tipo de
conflicto.
Los tres interventores junto a 41 técnicos y 25 integrantes de la Sindicatura General de
la Nación entraron al edificio de Perú y Diagonal Sur a las nueve y media de la mañana.
Dos horas más tarde, en una conferencia de prensa en la que también estuvieron el
ministro de Justicia Ricardo Gil Lavedra y el de Salud Héctor Lombardo se anunciaron las
medidas centrales a tomar:
u Se investigará el monto real del déficit del PAMI estimado en 1.800
millones y su origen para distinguir las deudas legítimas de las ilegítimas.
u Se revisarán los contratos vigentes y se definirá una nuevo sistema contractual a
aplicar desde el primero de enero.
u Habrá un sistema de control que pasará por la Sindicatura General, la Auditoría
General de la Nación y la oficina anticorrupción.
u Hoy se mantendrán conversaciones con todos los ministros de Salud y Acción Social del
país para que no se interrumpan las prestaciones. Y en dos semanas se intervendrán las
76 delegaciones del PAMI en el interior.
u Dentro de 15 días se dará a conocer un primer informe sobre la situación de la obra
social y es probable que para entonces se eleven a la Justicia las primeras denuncias.
Una de las principales preocupaciones es la decisión que tome la Corte Suprema sobre la
virtual privatización de los servicios de salud del PAMI. Como se recordará, Alderete
impulsó una licitación para que tres gerenciadoras se hagan cargo de administrar la
mayor parte de las prestaciones de la obra social. La Justicia frenó la puesta en marcha
del sistema, y el caso espera ahora una definición en la Corte, que si avalara el sistema
montado por Alderete, puede condicionar toda la política de salud de la actual gestión.
La idea de la Alianza es eliminar progresivamente a las gerenciadoras, que en algunos
casos se quedan con el 15 por ciento de los presupuestos sólo por intermediar entre el
PAMI y los sanatorios y clínicas.
Uno de los técnicos recién desembarcados en la obra social explicó el panorama
encontrado en la primera jornada: el primer objetivo es hacernos una idea de cuál
es la situación y por eso buscamos a los gerentes, pero la mayor parte de ellos ni
siquiera apareció. En general ni siquiera hay informes de cada área, aunque los
subgerentes nos aseguraron que los elevaron hace varias semanas. Hay muchas computadoras
convertidas encarcasas, sin un sólo programa y pisos que parecen recién amueblados
porque no dejaron un sólo documento.
De todas maneras se comenzaron a analizar algunos contratos y sobre todo a recibir
llamados de prestadores que están en conflicto por falta de pago. A los
bioquímicos, por ejemplo, les deben tres meses de pago, a pesar de que el PAMI entregó
el dinero que les corresponde a la gerenciadora que los subcontrató, y algo parecido pasa
con los radiólogos, que aseguran que fueron obligados a rescindir sus convenios directos
para pasar a depender de intermediarias. La impresión es que esta es una situación
generalizada y que hay muchas servicios que se cortaron no porque falte dinero sino porque
los fondos fueron retenidos.
FELGUERAS HABLO CON DAER Y CALMO A
LA CGT
La llamada que paró la crisis
Por Diego Schurman
Ya estaban preparados los micros y los manifestantes. Pero una
comunicación de último momento entre Rodolfo Daer y Cecilia Felgueras descomprimió la
tensión y la CGT dio marcha atrás con su anunciada resistencia a la intervención del
PAMI, que incluía un recibimiento de la viciministra de Desarrollo Social a huevazo
limpio. La CGT tenía la fantasía de que iba a quedar afuera de la intervención,
pero yo siempre dije que iba a tener participación, señaló Felgueras a
Página/12.
El diálogo con Daer se produjo bien entrada la noche del martes, poco antes de que
Felgueras ultimara los detalles de la intervención en Casa de Gobierno, junto al
presidente Fernando de la Rúa, el secretario General de la Presidencia, Jorge de la Rúa
y el ministro de Trabajo, Alberto Flamarique.
La viceministra le informó al titular de la CGT que debía acercar dos nombres para
completar la grilla de 9 subinterventores. Y ayer bien temprano le hizo llegar una
solicitud formal, a través de un escrito, que lleva su firma y la de los otros dos
interventores, el justicialista Horacio Rodríguez Larreta y el frepasista Angel Tognetto.
El ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, no fue ajeno a las conversaciones. Y le hizo
acercar a Daer una copia del reglamento que acompaña la intervención, donde se garantiza
la participación del sindicalismo en el máximo nivel de decisiones.
Los gestos calmaron a los sindicalistas, que habían tendido redes con las organizaciones
de jubilados para que el recibimiento de Felgueras fuera indecoroso. La que no quedó
completamente tranquila fue la propia viceministra. Y en el filo de la medianoche del
martes, a pesar del diálogo con Daer, avisó a los 40 integrantes de la intervención que
estén alertas ante una posibilidad de un adelantamiento del horario para la toma del
mando en el PAMI, algo que finalmente ocurrió.
Teníamos información de que se iban a movilizar como mil jubilados para eso de las
dos de la tarde, el horario original de la intervención. Y nadie nos dio garantías de
que se iba a frenar la protesta, reconoció Felgueras a este diario. Los propios
miembros del directorio que acompañó a Víctor Alderete habían amenazado con no
abandonar sus puestos. Por eso después de firmar el decreto de la intervención, a las
8.25 de ayer, De la Rúa ordenó no perder tiempo y, sin más, la viceministra efectivizó
la intervención.
La queja de la CGT, que fue subiendo de tono con el correr de los días, no fue sólo por
su temor a quedar fuera de la conducción del PAMI. También hubo pronunciamientos airados
por el nombramiento del economista Rodríguez Larreta. Los dirigentes sindicales
preferían un representante propio en ese lugar en vez de un técnico.
En las próximas horas, Daer le acercará a Felgueras los nombres de los dos delegados que
ocuparán las subsecretarías en representación de la CGT. Se descarta que serán
candidatos que respondan a Luis Barrionuevo, quien tiene fuertes intereses e influencias
en la obra social de los jubilados. Incluso, se podría apelar a la continuidad de Domingo
Petrecca y Reynaldo Hermoso, que hasta ayer conformaban el directorio y que cumplían, al
pie de la letra, las órdenes del sindicalista que alguna vez se autocalificó como
recontraalcahuete de Carlos Menem. |
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