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Beraja quedó procesado
por el vaciamiento del Mayo

La Justicia dictó el procesamiento del ex presidente del Banco Mayo. Autopréstamos, operaciones off-shore y desvío de fondos del Banco Central componen una compleja madeja de ilícitos.


Rubén Beraja, que por un poquito así no terminó con preventiva.
El juez Cavallo lo procesó por defraudación a la administración pública.

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Por Adriana Meyer
y Claudio Zlotnik

t.gif (862 bytes) El ex titular del Banco Mayo, Rubén Beraja, fue procesado por el delito de defraudación a la administración pública en la causa en la que se investiga la caída de esa entidad financiera. No obstante, el juez Gabriel Cavallo concluyó en que no había motivos suficientes para dictar la prisión preventiva del ex banquero, al tiempo que ratificó el embargo por 50 millones de pesos que le había impuesto a fines de octubre. Junto a Beraja fueron procesados otros 16 directivos del ex Banco Mayo. En esta misma causa, el juez Cavallo ya había procesado al presidente del Banco Central, Pedro Pou. La abogada de Beraja, Martha Nercellas, anticipó que apelará el procesamiento dictado por Cavallo.
En la resolución a la que tuvo acceso Página/12, el juez señaló que Beraja y otros directivos del Mayo aprovecharon las dificultades en la entidad como “pantalla o abrigo para el desarrollo de sus actividades ilícitas” y dispusieron de los préstamos otorgados por el Central “en provecho propio, antes de que les fuera imposible seguir haciéndolo en el futuro, como un último intento por llevarse todo lo posible”.
En su fallo, el juez Cavallo detalla en esencia cuatro maniobras delictivas que fueron realizadas por Beraja y los ex directivos de la entidad financiera: el funcionamiento de dos mesas de dinero; el manejo irregular de la asistencia financiera otorgada por el Central poco tiempo antes de la quiebra del Mayo; préstamos irregulares a empresas o personas vinculadas directamente con el banco, y operaciones comerciales indebidas a través de una compañía de Tiempo Compartido. El magistrado le había tomado declaración indagatoria a Beraja durante dos días, un mes atrás.
Los siguientes son los cuatro capítulos en los que el juez dividió la investigación:
u Mesas de dinero: eran dos, Mayflower y Trust Inversions. Según las denuncias en poder del magistrado, a través de ellas se tomaron unos 200 millones de dólares de unos 3000 ahorristas, quienes percibían una tasa de interés en torno del 13 por ciento anual, el doble de la tasa de mercado. Estas operaciones off shore no estaban integradas a los balances del Mayo, y hasta ahora los inversores no pudieron recuperar su dinero. El juez continúa investigando si los fondos recibidos fueron invertidos por los ex directivos de la entidad financiera en diversos proyectos inmobiliarios.
“Resulta evidente que los directivos no dudaron en echar mano, abusiva y desaprensivamente, de los fondos que los inversores les habían confiado, para financiarse ellos mismos”, señaló Cavallo. Las mesas de dinero funcionaban en el segundo piso de la casa matriz del Mayo, en la calle Paso 640. Varios empleados del banco dijeron ante Cavallo que algunos clientes no recibían certificados por sus depósitos mientras que otros sí, pero sin firma. Y que volcaban las operaciones a planillas, que luego eran destruidas. “Es evidente que la gente depositaba sus ahorros en el Banco Mayo y no en otro lado, como pretenden hacer ver algunos imputados a través de sus descargos”, apuntó el magistrado.
u Asistencia del Banco Central: según el juez, el Central asistió al Mayo con 298,6 millones de pesos entre el 3 de setiembre y el 8 de octubre del ‘98, un día antes de su cierre. Para Cavallo hay una “evidente contradicción”: mientras el Central afirma que los redescuentos dados a Beraja quedaron sin saldar, el ex banquero alega que, a cambio de la ayuda financiera, le cedió a Pedro Pou una cartera de préstamos. “Efectivamente, el BC no pudo hasta el presente hacerse de esos fondos. El Central sufrió y aún sufre un perjuicio por esta operatoria. Y para otorgar tales redescuentos habría sido (inducido a) engaño que indujo a error al ente de control”, laudó el juez en su resolución.
u Autopréstamos: el magistrado estableció que los hubo por casi 60 millones de pesos. Pero sospecha que podrían alcanzar a 333,6 millones. Las empresas vinculadas al Mayo y que, en principio, se beneficiaron son:Molinia SA, Viviendas Mayo, Mequeve SA, Manfisa SA e Icatur. Un ejemplo: a febrero del ‘98, Viviendas Mayo tenía una deuda de 502.000 pesos. Un semestre más tarde, días antes de la caída del banco, su pasivo trepaba a los 27,2 millones.
u Tiempo Compartido: “El Banco Mayo no tenía por qué inmiscuirse en la realización de un negocio de esta naturaleza”, sentencia la resolución. A través de Icatur SA, las autoridades del Mayo pretendieron cubrir las insuficiencias de liquidez. Cavallo rechazó “de plano” la explicación de Beraja, quien argumentó que Icatur fue creada para cumplir con las exigencias del Central.
Beraja temió ir preso y estuvo cerca. Su responsabilidad como jefe de una asociación ilícita aún no pudo ser probada en el expediente. Corre el riesgo de que una compleja pericia establezca el vínculo entre veinte empresas y los directivos del Mayo, tal como explicó uno de los investigadores del caso.

 

Confesiones ante el juez

ron2.gif (93 bytes) Susana Cobe trabajaba en la mesa de dinero que funcionaba en el segundo piso de la sede del Banco Mayo, ubicada en Paso 640. “Quiero aclarar que la gerencia financiera (del Mayo) también controlaba Mayflower, centralizando todo. También estaba el psiquiatra Janan Nudel para canalizar la ansiedad (...)”, expresó ante el juzgado de Gabriel Cavallo.
ron2.gif (93 bytes) Juan Carlos Sujolusky invirtió su dinero en los emprendimientos de Beraja. “Me daban un comprobante que decía Trust Inversions (sic) y que tenía el sello de directivos del Banco Mayo. Para mí, era con el Banco Mayo. Sin ninguna duda (...). Porque todo se hacía en el Banco Mayo, con gente del Banco Mayo. Se sacaba plata y se ponía plata en el Banco Mayo. Se renovaba el plazo fijo en el Banco Mayo y siempre con la misma persona. Trust Inversions “era una compañía que estaba en Montevideo, pero que estaba respaldada por el Banco Mayo, como si fuera el Banco Mayo (...)”, declaró.
ron2.gif (93 bytes) Sin embargo, cuando Beraja tuvo que defenderse ante el juez, declaró que “el Banco Mayo es ajeno a Trust Inversions y no tomaba fondos a su nombre, como tampoco para Mayflower”, que no conocía a los directivos del Mayflower y que también desconocía “este tipo de operatoria”.

Un salvavidas de plomo

Pedro Pou no dudó en ayudar a Rubén Beraja cuando su banco empezó a estar en problemas. Durante los meses de setiembre y octubre de 1998, el Banco Central otorgó al Banco Mayo 300 millones de asistencia financiera por iliquidez (redescuentos). Sin embargo, tras la caída de esa entidad financiera, ambos empezaron a caminar seguido por Tribunales y entonces todo cambió. Si bien los funcionarios del Central están procesados, la entidad es querellante en la causa que instruye el juez Gabriel Cavallo y desde ese lugar aportó elementos y colaboró en la investigación para tratar de demostrar que los bancos privados (el Mayo, el Patricios, el Medefin y el Comafi, entre otros) hicieron grandes negociados con sus respectivas caídas. Por su parte, Beraja sostiene que las dificultades de su banco fueron creadas por decisiones de Pou. Y también acudió al mismo juez que acaba de procesarlo para arrimarle documentación sobre los redescuentos que recibió. Se especuló con que el análisis de esos papeles podía mejorar la situación del banquero y, en forma simétrica, empeorar la del funcionario. Pero Beraja está rumbo al juicio oral –aunque faltan algunas medidas– y Pou, que ya está procesado, tan sólo deberá dar más explicaciones al respecto.



 

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