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 A la lluvia de calamidades que padece Venezuela se sumó ayer la caída de un
avión: la nave, de la compañía Cubana de Aviación, pegó de frente contra un cerro
cerca de la ciudad de Valencia, adonde, a raíz de las inundaciones, habían sido
desviados los vuelos con destino a Caracas. Todos los ocupantes, 22 personas, fallecieron
en el accidente, cuyas causas todavía se desconocen. Hace menos de una semana, otra
aeronave de la misma compañía se accidentó en Guatemala y hubo 18 muertos.El aparato era un Yak-41, de fabricación rusa,
con capacidad para 105 personas, y había salido de Era el tercer vuelo comercial de la Cubana desde que se interrumpieron las rutas habituales con el aeropuerto internacional de Maiquetía, a 35 kilómetros de Caracas, a causa de los aguaceros e inundaciones que dejaron entre 15.000 y 35.000 muertos una cantidad similar de desaparecidos. Una comisión integrada por expertos de Cuba y Venezuela investigará las causas del accidente. "Lo primero es que el avión estaba fuera de la ruta de asignación hacia el aeropuerto", señaló el ministro de Infraestructura de Venezuela, Julio Montes. Versiones no oficiales denunciaron fallas en la torre de control del aeropuerto Arturo Michelena. Es el segundo accidente de Cubana de Aviación en menos de una semana. El martes pasado, un DC-10 de la misma empresa se accidentó en el aeropuerto de Guatemala, donde patinó sobre la pista y chocó con unas viviendas humildes, lo que ocasionó la muerte de 15 pasajeros y tres pobladores.
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La Habana
a las 3 de la tarde del 25. Preveía llegar cinco horas después al aeropuerto Arturo
Michelena de la ciudad de Valencia, a unos 150 kilómetros de Caracas. Viajaban diez
pasajeros y 12 tripulantes, y cargaba alimentos y material sanitario para damnificados por
la tragedia del litoral central venezolano. Por causas todavía desconocidas, el aparato
se estrelló contra el cerro San Luis, a unos 14 kilómetros del aeropuerto de destino.
Entre los pasajeros había dos holandesas y cuatro venezolanos. Los miembros de la
tripulación y el resto de los pasajeros eran todos de nacionalidad cubana, incluido un
niño de 9 años que iba a reunirse en Valencia con sus familiares, afectados por las
inundaciones.