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Opinión

Ciencia y Tecnología para un Desarrollo Solidario

Por Mario Albornoz *

En ciencia y tecnología, lo mismo que en educación superior, hace muchos años que estamos mirando para otro lado, sin tomar nota de lo que ocurre en el mundo. Nadie duda de que el conocimiento científico es el motor de poderosos cambios en la estructura social y la economía; sin embargo, Argentina se da el lujo lamentable de descuidar a sus científicos y tecnólogos, sus centros de investigación y sus universidades.

Este país, que décadas atrás pudo producir premios Nobel y desarrollar tecnología propia, hoy no puede sostener el esfuerzo científico y tecnológico que requiere el mundo de fin de siglo. El sistema científico y tecnológico argentino necesita imperiosamente más investigadores y mayor inversión. Los investigadores argentinos están actualmente entre los que cuentan con menos recursos en el mundo.

La inversión argentina en ciencia y tecnología apenas alcanza al 0,35% del PBI, mientras que Alemania invierte el 2,26%, Estados Unidos el 2,48% y Francia el 2,32%. En América latina, Brasil alcanza el 0,60% y Chile el 0,63%.

En este contexto de restricciones, el salario de los investigadores y los docentes universitarios es extremadamente bajo y genera escasos estímulos al desarrollo de vocaciones científicas y académicas. El sistema institucional de ciencia y tecnología en la Argentina es obsoleto e ineficiente. Requiere por ello una profunda evaluación que permita orientar una reestructuración que a priori parece inevitable.

Las empresas argentinas, con excepciones, son poco innovadoras. La inversión privada en CyT apenas representaría un 20% del total del país, mientras que en los países industrializados la contribución del sector privado oscila entre el 50% y el 75% del esfuerzo nacional.

Con todo, el principal problema es el aislamiento y los compartimientos estancos. Hay pocos vínculos entre quienes producen y aplican los conocimientos. Muchos empresarios descreen de la ayuda que puedan recibir de los científicos y tecnólogos. Por otra parte, ciertos rasgos corporativos comienzan a ser evidentes en sectores de la comunidad científica.

Actualmente, las universidades nacionales cuentan con la mitad del total de investigadores del país. Pese a ello, solamente reciben para investigación algo más de una cuarta parte de los recursos económicos dedicados en el país a ciencia y tecnología. Investigar en las universidades nacionales es casi una proeza.

Al mismo tiempo, las universidades nacionales necesitan una profunda transformación para elevar su nivel. Es difícil que puedan responder a las demandas de la época cuando sólo el 13% de los casi cien mil docentes universitarios ejerce con dedicación exclusiva, y el 20% lo hace con dedicación semiexclusiva.

Para revertir esta situación y construir un futuro diferente, el Frepaso convoca a elaborar la propuesta: “Investigar y Distribuir Conocimiento”. Este es el título del documento que reúne las principales propuestas y está puesto a consideración pública para ser debatido y enriquecido.

La formación de recursos humanos en ciencia y tecnología será una prioridad fundamental de las políticas (como consecuencia del debilitamiento producido luego de 10 años de gestión menemista). Se propone, por lo tanto, la puesta en marcha de un Programa de Formación de Científicos y Tecnólogos que incluya el fortalecimiento de núcleos universitarios de excelencia.

En materia de política tecnológica y de innovación, se toma en cuenta que el contexto mundial impone la necesidad de disponer de una economía eficiente y competitiva, lo que debe traducirse en políticas industriales cuyo eje sea la modernización tecnológica y el desarrollo de una cultura de innovación. El Estado jugará un rol fundamental para asegurar la “acumulación tecnológica” que requiere la sociedad argentina.

Se postula que el futuro gobierno implemente políticas de innovación tecnológica que procuren no sólo aumentar la oferta existente sino, fundamentalmente, crear un entorno económico y social favorable a la demanda de nuevas tecnologías.

Por eso la Fundación Auyero invita a contribuir con ideas y propuestas. Y esta contribución puede comenzar a concretarse el lunes 9 de noviembre a las 17 en el Hotel Castelar, cuando científicos y tecnólogos nos reunamos con Graciela Fernández Meijide, para comenzar a discutir este proyecto ambicioso y pluralista.

* Coordinador de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Fundación Auyero.