Por Leonardo Moledo

-Bueno, cuéntenme cómo es ese asunto de las charlas de los viernes.

-Sí -dice Ignacio Pisso-, cuando Adrián Paenza volvió del Mundial...

-Esperen, esperen un momento que voy a contar de qué se trata.

Estoy reunido en Varela Varelita, un café que conserva el estilo tradicional, junto a dos alumnos de Ciencias Exactas: Ana Amador (física), Ignacio Pisso (matemáticas) y un docente... habrán notado que puse a los alumnos primero...

-Sí, y me parece bien -ahora habla Omar Coso, el docente en cuestión, biólogo- porque justamente...

...y Omar Coso, que son algunos de los que organizan una notable experiencia que se está llevando a cabo en la Facultad de Ciencias Exactas: charlas abiertas para toda la facultad, que tienen una concurrencia creciente en las que las distintas ciencias que conviven en Ciudad Universitaria se comunican entre sí ... Y aquí sí habría que nombrarlo a Adrián Paenza, ¿no?

-Sí, porque él fue uno de los organizadores.

-Lo que pasa es que la gente lo asocia al fútbol y no sabe que Adrián, además, es matemático y docente en la facultad.

-Bueno, ahora sí, adelante.

Ignacio Pisso: Bueno, cuando Adrián Paenza volvió del Mundial, él daba Análisis I, que es una materia donde se mezclan chicos de varias carreras, las clases estaban buenas y él trataba, luego, de que nos siguiéramos reuniendo, para ver temas diversos, para seguir lo que nosotros seguíamos haciendo en la facultad. Hablábamos, hablamos de todo. En 1998 queríamos seguir y organizamos una primera charla a fines de setiembre, con muy buena concurrencia.

Omar Coso: Volví de Washington a hacer docencia -mi vocación es la transferencia del conocimiento a todo nivel- y en seguida me integré al proyecto, que es un proyecto en formación, algo que está recién empezando, porque no se trata solamente de difundir ciencia.

-¿De qué más se trata?

-De saber quiénes somos los que estamos en Exactas.

-¿Y no lo saben?

Ana Amador: en la facultad, casi todos son investigadores; muy pocas veces saben lo que están haciendo los otros, y tampoco los estudiantes saben lo que los investigadores están haciendo. Por eso nos interesa otro lugar de comunicación, donde los roles sean un poco distintos.

Omar Coso: ¿Por qué tenemos que estar sujetos al esquema “yo soy el profesor, vos sos el alumno”? Los alumnos transfieren a los docentes el entusiasmo y los docentes les dan una sensación de la realidad, qué es ser físico, qué es ser biólogo.

-¿Y de qué fueron las charlas?

-Carmen Sessa habló sobre historia de las matemáticas y después Diego Harari sobre lentes gravitatorias y aquí pasó algo particular, que es... bueno: la gente comenzó a hacer preguntas y se transformó en una charla general sobre cosmología, se creó una interacción muy especial, que es el fundamento de estas charlas, que no son clases ni conferencias, donde alguien habla y otros escuchan.

-Y luego Diego Mazzitelli sobre agujeros negros, Daniel Tomsic sobre mecanismos básicos de aprendizaje y memoria, Claudia Simonato sobre oceanografía y Eduardo Dubuc sobre los números grandes.

-Noten que dejé de poner quién es el que habla en cada caso, para transmitir esa idea de feliz confusión e interacción ... y que todo lo hacen entre todos.

-Sí, sí, ya nos dimos cuenta.

-Bueno, ¿y qué pasó?

-Pasó que en la primera charla éramos cuarenta, en la segunda ya había gente parada, después nos mudamos de aula y también se llenó... Y ojo, que en la facultad hay muchas charlas, pero son muy específicas. Pero las charlas de los viernes tienen que ser suficientemente amplias para que biólogos y físicos se entiendan.

-Es algo en formación, en crecimiento, convergimos todos.

-Convergimos... muy de exactas, eso...

-Exactas es un rejunte y hay que saber que tenemos un interés básico por aprender sobre la naturaleza y no nos habíamos dado cuenta.

-Es una lástima que Adrián Paenza no diga algo.

-Podemos llamarlo por teléfono.

Adrián Paenza (por teléfono): Bueno, en realidad, ya ellos dijeron lo principal, cuando yo doy cursos de primer año, donde coexisten alumnos de varias carreras, trataba de que nos juntáramos una vez por mes, siempre lo hice. Pero veía que hacía falta abrirlo, y bueno, lo intentamos y tuvo una repercusión bárbara. Creo que conseguimos hacer un ciclo de charlas no convencionales, construir un ámbito donde no haya preguntas que uno no puede hacer y se han generado unas cosas espectaculares, hay electricidad en el aula, no encuentro otra manera de describirlo, electricidad... Las charlas duran tres horas y no se va nadie ... vienen profesores, alumnos, ayudantes, part time. Y ni siquiera tienen nombres, son "las charlas de los viernes".

-Tiene sus antecedentes literarios en las Causeries du lundi, de Sainte Beuve. Las Causeries (charlas) eran todo un género... Aquí tenemos Entre Nos, de Mansilla.

Sigue Adrián Paenza por teléfono: Esperamos que esto sea una usina de discusiones entre las distintas disciplinas de la facultad, porque si no, un día van a clonar un humano en otro pabellón y nos vamos a enterar por los diarios.

-Bueno, me parece que fue claro, y ¿saben? en un momento en que muchos nos preguntamos cómo acercar la gente a la ciencia, ustedes tuvieron y dieron un paso adelante al acercar a las ciencias entre sí.

-Sí. ¿Cómo vamos a hacer para que la gente entienda la ciencia si no nos entendemos entre nosotros?