Aquí nomás

Por Agustín Biasotti

El mal de Alzheimer se encuentra en el centro de un debate biomédico: algunos trabajos de investigación han sugerido que existe una relación entre esta enfermedad neurodegenerativa, que afecta a un alto porcentaje de los mayores de 60 años, y una elevada presencia de aluminio en el cerebro. De corroborarse esta sospecha, no sólo se conocería un poco más a este mal, también plantearía la posibilidad de contar con un diagnóstico precoz, ya que hoy por hoy el Alzheimer sólo puede ser diagnosticado post mortem, explica el físico Andrés Kreiner.

Kreiner dirige el grupo de Espectrometría Nuclear Discreta del Departamento de Física de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). En el Centro Atómico Constituyentes, este equipo de físicos, integrado entre otros por los doctores Mario Debray y Daniel Hojman, lleva a cabo un trabajo de investigación que pretende echar algo de luz sobre la relación Alzheimer-aluminio. Aquí abajo, los primeros resultados.

En el Centro Atómico Constituyentes, el grupo de Espectrometría Nuclear Discreta emplea el acelerador de partículas TANDAR con el objetivo de cuantificar la presencia de aluminio en los cerebros de pacientes con Alzheimer. “Las muestras que se utilizan en el experimento provienen del Hospital Santojanni -cuenta Hojman-. Allí, un grupo de investigadores médicos liderado por la doctora María Elena Levin extrae muestras de tejido cerebral de pacientes fallecidos en los que se determinó que padecieron Alzheimer y muestras de tejido cerebral de pacientes sanos. Luego estas muestras, antes de llegar a nosotros, pasan por la Cátedra de Toxicología y Química Legal de la Facultad de Farmacia y Bioquímica (UBA), en donde son procesadas. El experimento es a triple ciego: ni Farmacia ni nosotros sabemos cuáles son las muestras de pacientes con Alzheimer y cuáles las de pacientes sanos.”

Una vez en la CNEA, las muestras son sometidas a una técnica de espectroscopía de rayos X apodada PIXE (Particled Induced X-Ray Emission), que permite detectar y cuantificar la presencia de ciertos elementos, en este caso aluminio. “Esta es una técnica muy precisa en la cual se hace incidir iones pesados sobre la muestra, los que le arrancan electrones -explica Hojman-. Esta reacción da lugar a una emisión de rayos X que son característicos de cada elemento, lo que permite detectar la presencia de partes por millón (ppm) de los elementos que se pretende medir.”

Una vez realizada la medición de la presencia de aluminio en las muestras, el paso siguiente es recurrir a los listados de muestras realizados en el Santojanni para ver si aquellas en las que se encontró una mayor presencia de aluminio pertenecían a pacientes con Alzheimer. ¿Cuáles son entonces los resultados obtenidos hasta el momento?

Antes de contestar, Kreiner se apresura a dejar en claro que los resultados todavía no son concluyentes y que resta mucho trabajo por hacer. Aun así, las 32 muestras analizadas, correspondientes a diferentes regiones cerebrales de 5 pacientes sanos y 5 con Alzheimer, confirman la relación entre una presencia elevada de aluminio y la enfermedad: se encontró aluminio en el 80% de las muestras de los pacientes con Alzheimer en una cantidad promedio de 6,9 ppm, mientras que en las muestras depacientes sanos sólo un 19% contenía aluminio en una cantidad más pequeña, 1,9 ppm, que es la considerada normal.

Actualmente este trabajo sigue su curso, aunque a un ritmo terriblemente lento. “Esto se debe a lo difícil que es obtener muestras cerebrales, como resultado de la falta de reglamentación de las autopsias”, concluye Kreiner.