Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
 

Clara de noche

fueIserá


E-mail

Volver

Todo x 1.99 y algo más

Tu baño habla

  • Frente Menemista de Liberación.
    ¡Luchemos, compañeros!
  • Unite a los mejores o morí como el resto.
  • Lafferrere provincia boliviana.
  • Racing y River son hermanos, Boca es su papá.
  • Qué triste que sea eso lo único que te moviliza.
  • Vos debés ser puto, ¿no?
  • Los futboleros son obtusos.
  • Andá a ver a Mariano Grondona.
  • Pensá un poco, dominado por TyC Sports.
  • Cerrá el orto, dominado por Utilísima.
  • Los ignorantes se arrebañan en partidos políticos
    e hinchadas de fútbol.
  • Facho, da la cara.
  • En la tribu de Catán el cacique es Cris Miró.
  • Clinton go home.
  • Ya está en su casa, boludo.
  • Este es mi equipo del Mundial: Galtieri, Videla, Viola, Massera y Astiz; Menéndez, Suárez Mason,
    Rolón, Acosta; Scilingo y Camps.
  • ¿Camps es el de Vélez?
  • Te olvidaste de Niembro.
  • (corregido) Te olvidaste de mi miembro.
  • Si la educación es un gasto,
    la ignorancia es austeridad.
  • Profundo como la vagina de Madonna.

    Grafitis recopilados de los baños para caballeros de la planta baja y el primer piso de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Como puede leerse, cada uno responde al anterior y así se forma esta curiosa forma textual espontánea.

    JAVIER AGUIRRE


    Cómo se hace rock en todo el país


    Para referenciar sobre el ámbito rockero en Chubut es necesario tener presente un imperativo categórico: delimitar la provincia en dos bases geográficas bien diferenciadas: Norte y Sur, Comodoro Rivadavia y Trelew. Una, la primera, más consolidada. Plaza fuerte con varias bandas y muchos lugares para tocar. La otra, menos intensa, bien de garage.

    Pesada por excelencia, la provincia cuna de Sergio Pángaro (San Martín Vampire y Baccarat) no puede escapar a la impronta heavy patagónica. Hay un metálico en cada esquina, o algo así. El trash, el death o el heavy clásico son causa de discusión permanente en las tertulias musicales que apasionan a las paganas huestes chubutenses, cuyas preferencias se reparten entre Sepultura, Slayer, Megadeth, Almafuerte, A.N.I.M.A.L y los créditos locales Oxido y Nocivo.

    Pero no todo es tachas y chupines, entre hayas y alerces. “La gente en el sur no tiene tantos pruritos. Aunque prime el heavy, pueden convivir tranquilamente bandas de diferentes estilos. No es habitual que se formen tribus”, dice Alfredo García, tecladista y cantante de Masoka, un cuarteto pop de Trelew, que ya tiene editados dos trabajos, Masoka (1994) y Celebración oveja (1997) y que completa su staff con Cristian Furque en batería, Pablo Trinlik en guitarra y Alejandro Rivas en bajo y voz.

    Sin embargo, la ciudad origen de los Masoka ofrece un panorama poco alentador en materia de shows y proliferación de bandas. El mismo García lo admite: “En Trelew, hace seis años, la cosa era más movida. Pero ahora no hay mucho espacio para el rock. Es un lugar alejado, con todas las desventajas que eso conlleva. La ciudad no está preparada y tampoco hay mucha gente que se juegue por el rock. Los boliches no existen. Y falta que el under porteño venga para aquí. No es como en Comodoro adonde, además de la bandas consagradas, van otras como Peligrosos Gorriones, por ejemplo”.

    En Comodoro, aunque más austral, el escenario es diferente. A Los Caballeros de la Quema les fue muy bien por ahí y a la Bersuit también. El clima frío y los irreverentes vientos no son impedimento sino ventaja, porque obligan a que la actividad se concentre en espacios cerrados, como gimnasios, aunque los recitales al aire libre queden relegados al plano de las quimeras. “Estar en Comodoro es estar lejos. Si querés tocar en otro lugar tenés que hacer por lo menos 400 km y correr riesgos económicos. Pero no hay demasiados problemas, aquí la gente está ávida de rock, se disfruta de las bandas locales y se recibe muy bien a las de Buenos Aires. Sobre todo a La Renga, Caballeros o Divididos. Eso sí, no sé si las bandas de hip-hop o alternativas tendrían la misma bienvenida”, explica Alakran Márquez, baterista y cantante de 113 Vicios (Crudo, 1995; Disco Negro, 1998) junto con Hasta el Alma, uno de los grupos clave del lugar, que inunda el desierto fusionando salsa, soul, funk y folk y que se completa con Titín en bajo, Claudio Ramírez en guitarra y Marcos en saxo.

    CRISTIAN VITALE


    Rockero argentino en Italia

    Sobreviviendo

    El viaje a Europa de Alfredo Gómez en 1978 tuvo, ciertamente, algo de providencial. “Mi vieja siempre me recrimina: ‘¿por qué te fuiste?’ Yo le digo que me salvé, que si no estaría muerto”, cuenta él, que se había ido escapándole al aburrimiento y a la desesperanza. En España se enteró de las muertes de la dictadura, y decidió no volver. Ahí empezó la segunda vida de Alfredo. Desde entonces y hasta hoy pasó por Barcelona, Amsterdam, Tailandia, India, Roma, se hizo guitarrista, rastafari, cantor callejero, artesano, padre, y fundador de Senza Techo, un cuarteto integrado por tres argentinos exiliados y un italiano, que ahora tiene base en Bologna. La gestación de su único hijo y de la banda ocurrió en Calcata, un pueblito frágil y medieval enclavado en una montaña cerca de Roma, que a mediados de los 80 sirvió de albergue a un grupo de gente extraviada y de espíritu comunitario.

    “En Italia, el rock todavía es un género minoritario. El gran público escucha a los cantantes melódicos”, explica Gómez. Así que bandas como los ST tocan en la calle, en galpones tomados o en lugares pequeños. “En Roma organizamos conciertos en apoyo a la lucha de las Madres de Plaza de Mayo, por la restitución de tierras a los mapuches, por los sin techo”, cuenta. La tradición solidaria llegará mañana a Buenos Aires, cuando los Senza Techo toquen en la Carpa Blanca de la plaza del Congreso, en favor de la protesta de los maestros. Ahí le mostrarán al público local las canciones de Lo que queda del rayo, el debut que autoprodujeron y editaron. Un disco de reggae blanco con mensaje social, genéricamente tan cerca de Todos Tus Muertos como de Spinetta.

    Ahora Alfredo está en Buenos Aires, lejos de Bologna -donde está su hijo- y de los misiles sobre Belgrado. “Cómo activar otra vez el mecanismo, dónde está esa semilla de amor, de rock, que al menos nos haga decir al mundo lo que tanta gente quiere”, escribe en una papel una noche de insomnio. “¿Cómo desencadenar festivales mundiales? Por la paz, por la solidaridad, por un mundo humano, antes que se acabe todo. Al menos reprobar, antes de otras Hiroshima y Nagasaki. Excavar más profundo hacia las raíces del rock, este movimiento que nació y se gestó contra la guerra y ahora mundialmente lo han enlatado y ensuciado”.

    PABLO PLOTKIN