





 
|
Que no le metan el perro
Hace poco más de un mes, el aviso de Arnet, el servicio de Internet de Telecom, mostraba a un tipo tirado frente a una reja, detrás de la cual se veía a un perro mirando a cámara sentado al lado de una computadora. Abajo se leía: Un doberman solo ya lo asustaba, pero un doberman con Internet fue demasiado aterrador para él. El chiste era más o menos que, con el servicio de Telecom, internet era algo muy, muy, pero muy fácil (sic). El domingo pasado, Arnet lanzó la nueva campaña para presentar la Arnet Card, en la que el doberman era reemplazado por la inefable Lita de Lázzari. La defensora mediática de los derechos del consumidor aparecía enfundada en un mameluco plateado con obvias reminiscencias a los trajes de amianto. Lo que hace suponer que Internet, con Arnet, debe ser algo muy, muy, pero muy difícil. Y la verdad, hubiese sido más divertido ver a Lita haciendo el perrito.
Un mundo feliz
El viernes 7, La Nación anticipaba en la tapa que al día siguiente el diario se dedicaría a los adolescentes y adultos limpiavidrios, asunto que consideraban una plaga que crece y que molesta cada vez más a los conductores. El sábado, en la página 17 y bajo el título Los limpiavidrios, una molestia en cada esquina, el diario ofrecía a sus lectores una sesuda crónica de los innumerables padecimientos de los conductores al hacer el gesto de no con un índice y ver cómo la peste (sic) se abalanza sobre los parabrisas. Claro que La Nación no se preocupaba sólo por los que van arriba de los autos porque los limpiavidrios, como bien señalan, no sólo molestan a los conductores, sino que también obstaculizan la circulación al correr entre los vehículos. Como si esto fuera poco, la gente de La Nación también denuncia cómo los limpiavidrios se valen de las fuentes de agua de la ciudad para cargar sus baldes y, blandiendo un secador húmedo, poder extorsionar a los conductores, acercándose de a cuatro o cinco, lo que podría ser encuadrado dentro de la figura de patoterismo. Por suerte, los sábados La Nación viene con el suplemento Countries, como para comprarse una casita en un lugar regio a salvo de las patotas de limpiavidrios.
|