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Tiráme
las agujas
El
20 de julio de 1969 Buzz Aldrin bajó del Apolo XI atrás
de Neil Armstrong y se convirtió en el segundo hombre en la Luna.
Treinta años después, reclama el derecho de haber sido el
primer hombre que pisó la Luna... con reloj en la muñeca.
Después de volver de la superficie selenita y padecer durante tres
décadas alcoholismo y depresión crónica, Aldrin salió
a darle pelea a la gente de Omega, que durante años usaron en publicidades
su foto con el reloj sin pagarle un dólar. Según Aldrin,
un año antes del primer viaje a la Luna, varios marcas ofrecieron
sus relojes a la NASA. Alguna autoridad desconocida eligió los
Omega, a los que agregaron una correa especial para ser usados encima
del traje. Un rato antes del alunizaje, Neil decidió dejar
el suyo, así que el primer reloj en la Luna fue el mío,
dijo Aldrin. Pero parece que los de Omega no pensaron lo mismo. De vuelta
en la Tierra, Aldrin envió en préstamo su Omega al Instituto
Smithsoniano. El reloj nunca volvió. Primero pensé
que se habían perdido todos los relojes que integraban la muestra,
pero me dijeron que el mío era el único que faltaba. Tenía
un valor emocional enorme para mí. Además, claro, de valer
unos cuantos dólares. Los del Instituto no me pagaron el seguro
y los de Omega ni siquiera me mandaron una réplica. Justo
por ese entonces, Omega empezó a usar la foto sacada por Armstrong
a Aldrin, para promocionar las virtudes cósmicas de sus relojes.
El astronauta le reclamó a la fábrica de relojes alguna
forma de remuneración y, cuando Omega se negó, Aldrin consiguió
prohibirles el uso de la foto. Realmente no entiendo a Omega. Pueden
jactarse de ser el primer reloj en la Luna pero prefieren pagarle fortunas
a Cindy Crawford. Yo sólo quería un reloj nuevo.
Usted
creer, usted zafar
Las
secciones de clasificados abundan en avisos que ofrecen los beneficios
curativos de disciplinas alternativas. Pero en el Clarín
del 21 del corriente, las cosas pasaron a mayores: un pequeño recuadro
a pie de página anunciaba la aparición de un sabio aborigen.
El texto venía acompañado de una foto tipo carnet, en donde
el adalid de la milenaria ciencia de los Tikuna lucía dudosa melena,
cara de sincretismo, infaltable vincha y vistosas credenciales de espiritista
secretista y orientador indígena. Para refrendar
que se trataba de un verdadero aborigen y no de un chanta de cuarta, el
aviso reproducía, con alucinante verosimilitud, la sintaxis de
quien supo engalanar las tardes televisivas de antaño como coequiper
del Llanero Solitario. El indio Tikuna prometía, textualmente:
Traer secretos de selva para solucionar problemas laborales, de
negocios, de hogar, infidelidad, mala suerte, maleficios y trabas en sólo
3 días. Si estar impotente por culpa de hechicerías, yo
ayudar. Si desea dominar o regresar al ser querido yo garantizar decir
quién hace daño. Trabajos a larga distancia yo cobrar $
20. Si no quedar contento devolverle el dinero. Reclame trilogía
indígena de la suerte y dominio de todo (sic, sic sic, sic,
sic). Ahora bien, ¿a qué se refiere el indio Tikuna con
los trabajos a larga distancia? ¿Al costo del liberado pulso telefónico?
¿Qué compone la renombrada trilogía indígena?
¿El indio de Aurora Grundig, el de la Gotita y él mismo?
Y especialmente, si el indio Tikuna tiene el dominio de todo,
¿para qué necesita poner un clasificado? Muchas dudas quedar.
En
casa de herrero, cuchillo de palo
En
la sección Espectáculos de La Nación del viernes
15 de octubre, la nota de tapa estaba dedicada a los inolvidables Crosby,
Still, Nash & Young. El motivo: el regreso del cuarteto con una gira
que se iniciará a comienzos del 2000 en Detroit y terminará
cuatro meses después en St. Louis, después de 25 años
de su último concierto. Desde el título (Losjóvenes
jurásicos) se hace hincapié en la edad y el estado
actual de los veteranos del folk (obviando piadosamente preguntarse si
los legendarios gerontes resistirán cuatro meses de gira). Como
era de esperar, gran parte de la nota se extiende en repasar la trayectoria
del grupo, y ahí es donde empiezan los problemas: según
la autora, el primer álbum discográfico fue Déjà-Vu,
con temas que se convirtieron en clásicos, como `Teach Your
Children y `Ohio, escrito por Young en memoria de un grupo
de estudiantes asesinados por la Guardia Nacional norteamericana durante
las manifestaciones en contra de la guerra de Vietnam, en mayo de 1970.
Error, error: 1) Ohio no pertenece al mencionado álbum
y, por si eso fuera poco, 2) el álbum es anterior a la manifestación
de los estudiantes. Aunque Neil Young ha sido siempre un iconoclasta y
conspicuo avant-garde, esta vez no realizó un ejercicio de videncia
sino que esperó humildemente a que los antibelicistas hicieran
lo suyo, la guardia norteamericana lo propio y recién entonces
se sentó a escribir el citado tema. Es curioso que la gente de
La Nación que además edita, en un gesto francamente
transgresor, la edición nacional de Rolling Stone no tenga
a mano la Rolling Stone Rock & Roll Encyclopedia. ¿Será
que, como no tienen los derechos, no la consultan?
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