Alexis Nahuel Rodríguez, el empleado del Centro de Monitoreo del municipio de San Miguel del Monte, sigue siendo perseguido por las autoridades de esa comuna, por haber aportado pruebas claves en la causa por la masacre en la que perdieron la vida cuatro jóvenes y sufrió heridas graves una adolescente. Desde el 21 de mayo, cuando hizo una captura de pantalla de las imágenes registradas el día anterior por las cámaras de seguridad y las difundió por las redes sociales, no puede reintegrarse a su trabajo. Rodríguez afirmó que las imágenes “ya habían sido vistas por el secretario de Seguridad” de la comuna, Claudio Martínez, uno de los 13 detenidos por la masacre, antes de que él las difundiera. Además, la intendenta Sandra Mayol confirmó en una entrevista que ella también había visto esas mismas secuencias, durante la mañana de ese mismo día, pero seguían con la versión del “accidente de tránsito”. Rodríguez fue marginado de su labor con la excusa de “preservarlo” de la repercusión mediática y ahora le ordenaron un brusco cambio de horario que lo perjudica.  

Rodríguez ya declaró en la causa y aseguró que Martínez presionó a todos los empleados luego de que las imágenes no se dieran a conocer. Sobre el cambio de horario, señaló en una carta a la que tuvo acceso PáginaI12: “Si dejo uno de mis laburos, no como”. Al principio le dijeron que querían “preservarlo” dada la repercusión que tuvo su decisión de romper las normas y dar a conocer las imágenes que dieron por tierra con la versión oficial. Ya pasaron más de veinte días y sigue sin reintegrarse a sus tareas. 

El lunes se reunió con el secretario general de Gabinete, Hugo Javier Medus, quien le informó que quieren que se reintegre “pero para estar desde las cero hora a las 6 de la mañana”, cuando su labor la cumplía desde el mediodía hasta las seis de la tarde. En la reunión, el funcionario le dejó bien claro que “lo que hice no está bien a su manera de pensar”. 

El tema es que todos saben, incluyendo a los funcionarios, que Alexis tiene “otro trabajo, porque desde hace diez años me dedico a lo que es seguridad en bares, boliches y eventos”, tarea que se desarrolla dentro de la franja horaria a la que lo quieren obligar a cumplir desde ahora. Además de la reunión, recibió una cédula administrativa, firmada por la directora de Personal, Romina Villalba, por la que se le comunicó que “de acuerdo a las instrucciones recibidas” y por “razones operativas”, debería estar cumpliendo el horario nocturno indicado, a partir del 11 de este mes. 

Como todavía no se presentó a trabajar, le están descontando los días en los que no concurrió porque sus otras tareas se lo impiden.  

Alexis Rodríguez le dijo a Villalba que “con ese cambio de horario la verdad es que no vivo” porque “entre ambos trabajo apenas llego a un sueldo medianamente decente y para eso trabajaba los siete días de la semana y los fines, día y noche”. El empleado del municipio, que ha recibido el apoyo de la delegación local de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), consideró que “por lo que me dan a entender, me quieren ‘castigar’ por lo que hice; obviamente le dije que no voy a cambiar mi horario porque lo que cobro del municipio va directamente a los gastos mensuales y tiro la semana con el trabajo de seguridad y si me sacan un laburo no como”. 

Cuando los funcionarios le dijeron que si no se presenta le van a descontar los días, les respondió “que hagan lo que tengan que hacer y si me tengo que cagar de hambre, a estas alturas, prefiero mil veces cagarme de hambre con el trabajo de seguridad (...) y no cagarme de hambre trabajando con esa clase de gente que en las ultimas semanas creo que dejaron bien en claro que no les importa nada”.