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El viernes próximo, aterrizará en Buenos Aires una misión del Fondo Monetario encabezada por la italiana Teresa Ter Minassian, número dos del Departamento para el Hemisferio Occidental del organismo, que deberá negociar con el equipo económico un nuevo acuerdo. Según trascendió, lo más probable es que la negociación se oriente a mantener el Crédito de Facilidades Ampliadas vigente, pero extendiendo la cuota de financiamiento disponible para Argentina de 2800 a 5000 millones de dólares. Ese dinero no sería desembolsado por el organismo, sino que funcionaría como contingente a ser utilizado en caso de crisis. Dentro de esta negociación, entonces, el FMI exigiría que se cumpla una meta de déficit fiscal para el año con un techo de 4500 millones de pesos. Pero en Washington consideran que la economía argentina crecería algo menos que el 3,5 por ciento previsto en el Presupuesto, lo cual redundaría en menores ingresos. Y, en línea con los pronósticos de los consultores de la city, creen que, además del impuestazo, sería necesario un mayor ajuste del gasto para alcanzar aquella pauta de déficit. En este contexto, los números tributarios de diciembre volvieron a encender luces de alerta. El mes pasado, la recaudación cayó 9,2 por ciento en relación a igual período del año anterior. Más aún, la caída en el IVA fue del 6,1 por ciento y la de los impuestos del comercio exterior del 8 por ciento, lo cual confirmaría que la reactivación económica todavía brilla por su ausencia. Para todo 1999, la recaudación fue un 4,8 por ciento inferior a la del 98.Por eso, no es casual que desde Economía hayan salido a hacer buena letra. El secretario de Programación Económica, Miguel Bein, fue quien informó que el ministro Machinea dio instrucciones para que se recorte en un 25 por ciento el monto que se destinará para el pago de personal contratado en el Ministerio de Economía. El funcionario también dijo que la primera reunión del año del gabinete económico se dedicó a hacer una autocrítica porque no se transmitió correctamente el esfuerzo de reducción de gastos que habrá en el Presupuesto 2000. Según Bein, la reducción del gasto primario (después del pago de intereses) será del 3 por ciento, en un país que viene aumentando el gasto en un 80 por ciento en la década pasada. Por su parte, Daniel Marx, admitió que las negociaciones (con el FMI) nunca son fáciles. Pero afirmó que se sentía confiado en que esto va a salir muy bien.
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