HOMBRE Ha sido un producto del consumo informativo y una cierta prensa lo ha entendido inmediatamente. Tenían necesidad para el espectáculo diario y si él no podía o no quería, los caníbales lo hacían pedazos. Maradona cayó en un precipicio profundo y oscuro, en el que el dolor y la vergüenza viajaban en teleconferencia y sus ojos suplicaban algo. ¿Ayuda?... Los mercaderes no miran a los ojos cuando están ocupados con sus cuentas. No hay duda de que tendríamos que haberle dicho toda la verdad: Mirá Diego, jugás a la pelota como Dios, pero sos sólo un hombre. (De Jorge Valdano a la revista deportiva Rigore.)
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