Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


PUNTA LARA, EL DESTINO PARA LOS QUE NO LLEGAN CON EL PRESUPUESTO A LA COSTA
Imágenes del verano más gasolero

Hay quienes cambiaron por Brasil. Pero el bajón de turistas en la costa atlántica tiene también un costado cercano a lacrisis. Pese a la contaminación, Punta Lara es una alternativa.
Por Alejandra Dandan Desde Punta Lara

t.gif (862 bytes) �Hora 2 pm/viento N/Marea 0,45 bajante�. Desde el parador se despliega la señal que habilita la navegación a vela, tracción humana, que en estos parajes gusta llamarse windsurf. En el sitio, dos mujeres sorben cócteles tropicales, bajo la canchera sombrilla de juncos de Banana Beach. Más abajo la arena ha concentrado esta tarde la nutrida clase 4x4, en viaje de descanso. La escena podría transcurrir en Pinamar o, con más fantasía, en algunos de los balnearios esteños. Pero no. Hay una marca correctora de despistes: el cuerpo descompuesto de un sábalo, arrumbado sobre la arena. El pescado se deshidrata mientras tres chicos juegan en el agua del río de Ensenada. En la costa, a 53 kilómetros de la Capital, Punta Lara conquista así, buena parte de su público entre veraneantes de la costa atlántica expulsados por la crisis recesiva. Llegan allí de a cientos: familias, jóvenes y deportistas náuticos. Nadie opone resistencia a un chapuzón en ese río donde la contaminación deja sin vida a decenas de peces. En Punta Lara, la contaminación se pronuncia como mito. Una leyenda que hasta ahora no ha escamado, dicen, el cuerpo de ninguno de los niños. Acaso por eso funciona. Por eso se volvió destino obligado para veraneantes del conurbano, porteños y platenses. Algo es algo.De solero largo, tres jubiladas han salido al río. No han olvidado los mandatos de temporada: las tres hacen ejercicios, de riguroso gorro capitán Piluso. �Nos tienen tan abandonados acá�, lloriquea Dolly Marcucci, miembro políticamente activo entre los fanáticos de la zona. Vieja conocedora, cuenta que la bahía se llama Piria. �Fue por el fundador: Piria quería hacer, hace cien o ciento veinte años, un balneario como la gente�. Eso no sucedió. Don Piria levantó un castillo y, del otro lado del río, construyó el balneario: �Hizo Piriápolis, en Uruguay �sigue Dolly�. Si no fuera por los funcionarios, tendríamos una segunda Punta del Este acá.Su enojo aquí es consensuado por la mayoría de los turistas más viejos. Los campings de Punta Lara y los balnearios comenzaron a reactivarse hace sólo tres años. Recién a partir de allí, la Municipalidad comenzó a entregar en concesión a sindicatos y comerciantes algunas de las parcelas ubicadas frente al río. Por esa época llegó a esta zona Elios Manfredi, inventor de Banana Beach. En su área dispuso un espacio como bajada náutica que ha conseguido convocar perseverantes adictos del surf, jet sky o windsurf. �Nosotros pensamos todo esto para deportes naúticos, pero ahora nos superó�, dice Elios. La gente, dice, que antes pasaba el fin semana en la costa ahora viene acá, conoce el lugar y vuelve. La mayoría llega de Avellaneda, Quilmes, Haedo o la Capital.Playa abajo, Gerardo Batis acaba de estacionar el auto casi sobre el río. �Está mejor que otros años�, comenta algo resignado, sobre el color amarronado del agua. El hombre, rubio, bien parecido, es padre de dos niños, rubios también y esposo de Norma, también ella de cabellos dorados. Norma fue quien tuvo el fatigoso encargo de lidiar con sus hijos: �El agua �dice ella� no es una hermosura, pero es inevitable que se metan�. Sebastián y Camila juegan en la arena bajo la reposera que desde hace varios días Norma ancla en Punta Lara. �No nos fuimos de vacaciones este año y estamos viniendo acá durante la semana. El fin de semana no, es un desastre.� La mujer se refiere al conflictivo tránsito en weekend que su marido califica, drásticamente: �Es un quilombo�. Y explica: �Los comerciantes de los paradores ni siquiera reinvierten lo que ganan, podrían pagarle a alguien veinte pesos por día para que ordene el tránsito. Porque si dejás estacionado el auto por ahí, no te podés ir hasta el final�.El domingo es el día en que estas playas estallan. Justamente en esa tarea de organización anda ahora el dueño del parador Banana Beach. Hace seis meses se ha creado la Cámara de Concesionarios de esta costa. �Laidea es hacer de Punta Lara un lugar para el turismo a nivel país y despegar de lo que es el circuito sindical�, indica Elios.Aunque Fernandito no tiene idea de esas cámaras, se considera entre uno de los veraneantes más satisfechos. Anda montado en su bici Shimano Brake, �con amortiguación �adoctrina el chico de 14 años�, sistema de cambio para montaña, pero yo la uso en el río�. Con su amigo Fernando Panatier, de 15, cruza una franja de arena a puro pedal de bici hasta zambullirse en el río. �Hacemos rally en el agua�, apunta uno de los Fernandos mientras intenta desenredarse de las ruedas que, en el río, le han quedado puestas de sombrero.Los modos de cultivar deportes acuáticos se vuelven más sofisticados en la bajada del parador de Elios. Allí ha aparcado su Vitara Gabriel, abogado y dueño de un viaje proyectado para la temporada baja hacia el Caribe. Por ahora se dedica al jet sky en Punta Lara. Es uno de los viejos habitués del lugar. �Antes le escapaba al gentío, por eso venía. La gente no conocía este lugar, ahora te descuidás y te pegan pelotazos a la camioneta o se te suben�. Dejó su camioneta Suzuki pegada a este sector de costa que aún parece preservarse democrático. Al lado, desde un 147 de vidrios opacos, sus ocupantes no tiene reparos en obstinarse con elevadas sinfonías de bailantas. A todo volumen. Nadie dice nada. Todo queda como parte de ese mismo ecosistema que hace treinta años Gissela Lacabe tenía prohibido pisar. �Mi mamá �sonríe� no me dejaba ni pisar la arena, por la mugre�. Los hijos de Gissela, tres en total, también son víctimas de la censura: �Nada de meter la cabeza abajo del agua�, les recomienda ella, con los pies remojados en el río.La mujer llegó con Marisa Albicoro y Alejandro Alegre, una de las parejas exiladas de la costa atlántica. Dueños de un negocio que necesita seguir abierto todo el verano, la pareja decidió pasar la siestas del verano frente al río. �Otros amigos nos dijeron que venían, que esto se empezó a poner lindo�, dice Marisa. Frente a la Playita �otro de los balnearios�, dos mujeres insisten en caminatas por un río que ahora les moja las rodillas. María Rosa, la abogada, está encantada. Se mira los pies mojados y dice:�Seguro que está contaminado. Y... otra no nos queda. ¿Qué �finge asombro�, en la Capital la gente no se baña en el río?

 

Como en la otra Punta, el windsurf es la estrella. 
Los domingos, Punta Lara queda chica para tanta gente.

 

PRINCIPAL