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Por Cecilia Bembibre  Ella se retuerce en arabescos imposibles, toda elegancia, y no se despeina. El pelea con cinco o seis desaliñados sin que se le arrugue el traje. Emma Peel y Mr. Steed son �Los vengadores�, una dupla que sabe que para combatir al mal lo primero son los buenos modales. Pero... ¿cómo imaginar a Mr. Steed sin su bombín de fieltro y acero, y a Emma sin el catsuit de cuero, las botas, los tapados tres cuartos? Imposible; ellos irrumpieron en pantalla en los �60 proponiendo un universo cerrado, sofisticado y surrealista, siempre al borde de la parodia. Como un homenaje a la serie preferida de sus televidentes, la señal Uniseries anunció un concurso que desafía a diseñadores gráficos, industriales, de indumentaria y textiles a reinventar el mundo de �Los vengadores�. �La serie tiene una imagen muy original, al igual que otras producciones inglesas de la época, aunque �Los vengadores� es la elegida del público argentino. Entre los fans hay toda una generación que creció oyendo hablar del programa. Con ese espíritu organizamos el concurso, que intenta recrear la propuesta estética�, comentó a Página/12 Viviana Leonardi, responsable de la imagen de la señal. La convocatoria es para argentinos, uruguayos, bolivianos, paraguayos y chilenos que estén cursando los dos últimos años de carrera o apenas recibidos; el premio es un curso de verano en una universidad de Londres, Milán, Nueva York o Barcelona, con el viaje incluido. Las bases se solicitan en el mail [email protected] o en el 4774-9939. Hasta fin de marzo se pueden entregar trabajos. La cuar- ta temporada del programa, mien-tras tanto, sale al aire de lunes a viernes a las 22, por Uniseries. Afiches, accesorios, trajes y estampados son los elementos que competirán en el concurso, y que serán exhibidos en un desfile en abril. Las musas inspiradoras son, claro, los protagonistas de la serie. Es decir, el Sr. Steed y Emma Peel, una de las tres compañeras que tuvo el agente y definitivamente la más querida por el público. Así lo demostró la encuesta realizada en septiembre pasado, en la función especial �Las chicas de �Los vengadores�� que organizó el canal. A la hora de elegir entre la primera vengadora Cathy Gale (Honor Blackman), su sucesora Emma Peel (Diana Rigg) y la última, Tara King (Linda Thorson), la pelirroja Emma se llevó el noventa por ciento de los votos. Brian Clemens, productor y guionista, se ocupó de crear y mantener una imagen original para la serie que fuese ante todo sofisticada. La tradicional historia de agentes secretos fue minuciosamente desencajada, cuidando hasta el último detalle. A primera vista, hay cosas en �Los Vengadores� que parecen pertenecer al mundo de lo ordinario. Nada más falso. El paraguas de Mr. Steed es en realidad un arma blanca. El sacerdote de un pueblo de mala muerte, el cerebro de un complot para dominar al mundo. Cada juego de niños, una trampa mortal. Hasta la impecable dicción del agente y la distinción y sensualidad de Emma aun en los escenarios más sórdidos son insólitas, extravagantes, absurdas frente al resto de la escena. Es por eso que �Los Vengadores� es considerado uno de los reductos televisivos del surrealismo inglés, junto a �El prisionero�, �OVNI�, �Jason King� y �Departamento S�. La imagen de los personajes fue trabajada desde el inicio con la rigurosidad de una declaración de principios. El vestuario pulcro y anacrónico de Mr. Steed fue encargado a Pierre Cardin, por entonces un joven diseñador, y se mantuvo su criterio hasta el último año del programa, cuando Patrick MacNee se hizo cargo de vestir a su propio personaje. El estilo conservador no cambió a través de los años, apenas se hizo un poco más desenvuelto con la llegada del color, contemporáneo con la explosión de la psicodelia en la capital inglesa. Los cambios más significativos se vieron en las �vengadoras�. Dos años de capítulos en blanco y negro (no vistos aún en la Argentina) con Honor Blackman como compañera de Steed anclaron la serie como un éxito en Inglaterra. Fue la primera en animarse al cuero de pies a cabeza, de la mano del diseñador Michael Wittaker. John Bates vistió a Emma Peel como una chica seductora, independiente y eficaz. El color coincidió con el �boom� de las minifaldas, diseñadas para Emma y su sucesora, Tara King, por Alun Hugues, por entonces la estrella más reciente en el firmamento del diseño británico.
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